El Comité de Familiares de Detenidos – Desaparecidos en Honduras, Cofadeh, asiste a la plaza virtual de los “pañuelos blancos” a exigir como hace 38 años, verdad y justicia.
En este primer viernes de octubre hacemos causa común con las ideas de Francisco Morazán en 1821 y con las resistencias de las primeras naciones de América ante la avalancha colonizadora de 1492 y la neo colonización violenta de 1954.
Morazán fue fusilado por la oligarquía religiosa aliada de los piratas ingleses y los criollos de la reina por su osadía eterna de separar los clérigos de los asuntos públicos. Ese pensamiento revolucionario vigente hoy nos invita a exigir la salida de todas las iglesias parasitarias del seno de los poderes del Estado, porque su presencia fomenta la pobreza, la corrupción y la violencia.
El morazanismo estaría sin duda con su espada dirigida hacia esta nueva amenaza disfrazada de espiritualidad evangelizadora del poder, que fortalece más bien la nueva ideología del supremacismo que deriva en fascismo criminal contra los pueblos.
En esta plaza La Merced nos abrazamos en la víspera del 12 de octubre a todos los pueblos originarios de América, que desde hace más de 500 años, resisten el racismo, que es la misma violencia neoliberal capitalista destructora del planeta.
Sin las primeras naciones autóctonas de este continente, incluidos los 12 pueblos nativos de Honduras, la Madre Tierra no resistiría hasta hoy el proceso de destrucción brutal que generan las industrias del carbón, de petróleos sucios, la mafia farmacéutica internacional y los monocultivos feroces, entre otros, que desbordan hoy los mares y desordenan el clima con sus toneladas de gases de efecto invernadero.
Si estuvieran aquí nuestros seres queridos, desaparecidos por la APROH, el 3-16 y el gobierno de Estados Unidos, ellas y ellos junto a las comunidades indígenas y negras también lucharían contra la dictadura impostora que destruye a Honduras.
El próximo 6 de noviembre, ese remedo de gobierno hondureño que asaltó el poder en 2009, asiste a Ginebra delante de todos los Estados Parte de las Naciones Unidas, para informar sobre el incumplimiento de 152 recomendaciones recibidas en el último examen universal por violaciones a derechos humanos.
“De las 152 recomendaciones, 101 están implementándose, dice en su portal la secretaría de derechos humanos de la dictadura, resaltándose entre otras, la de protección a la mujer, a las personas migrantes, la protección a defensores de derechos humanos y la seguridad ciudadana”.
Agrega el informe oficial de la dictadura publicado en su portal de internet el pasado 13 de agosto que 34 recomendaciones sobre defensores de derechos humanos, periodistas, comunicadores sociales y operadores de justicia están implementándose maravillosamente y que sólo 17 recomendaciones están pendientes de implementación, principalmente las relativas a la ratificación de protocolos facultativos de tratados internacionales.
“Entre 2015 y 2019, el Estado continuó asumiendo el compromiso de abordar las causas estructurales de la migración irregular, la protección de los migrantes en los países de tránsito y destino, y la reinserción de los migrantes retornados, por medio del Plan Alianza Para La Prosperidad, Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones y el Plan de Desarrollo Integral”, dice el texto fatal.
El Cofadeh rechaza esta forma vulgar de mentirle al mundo antes de la cita del 6 de noviembre, porque los hechos vividos por el pueblo de Honduras dicen todo lo contrario. Ahora mismo, una nueva caravana de más de 2000 personas huyen de la pandemia de corrupción, violencia y Covid que azota a Honduras. Huyen expuestos a todo. Y ahora mismo la familia del periodista Luisito Almendrares en Comayagua reclama que este régimen impostor no escuchó su voz durante cinco llamados de auxilio entre 2018 y el día mismo de su asesinato en 2020.
Delante de este discurso falso del sistema estatal de derechos humanos de la dictadura nos queda elevar nuestras voces de contraste, y es lo que hacemos para que la comunidad de naciones no cierre los ojos, no apague sus orejas ni ponga en blanco su memoria para olvidar la otra verdad, que golpea a la Unión Europea, a Inglaterra, Israel, Colombia, Estados Unidos y Canadá, responsables de nuestro desastre actual.
Deben escuchar las voces de los desplazados por la palma africana, los bananos, el café, las cañas de azúcar, los camarones, las eólicas, las represas, las minas a cielo abierto, las ZEDES y de toda esa industria criminal que irrespeta los territorios y la dignidad humana. Los garífunas desaparecidos y asesinados, las juventudes perseguidas y las comunidades militarizadas, criminalizadas y encarceladas, también.
De los hechos y de los hechores, ni olvido ni perdón.
COFADEH
Tegucigalpa, M.D.C., 2 de octubre de 2020