Ahora toca trabajar. Terminaron las celebraciones por Xiomara Castro, expulsora de Hernández del ejecutivo, y por los alcaldes Aldana y Contreras en Tegucigalpa y San Pedro Sula, expulsores de Calidonio y del papi. Esas imágenes felices por la derrota de los golpistas dan paso, sin embargo, al gran tema del verdadero poder.
En este programa creemos absolutamente que el poder reside en el pueblo, pero no somos ingenuos para ignorar que el imperio gringo, sus fuerzas locales con armas y dinero, y su Cohep junto a una jauría mediática y religiosa, son otra fuente de poder que obstaculiza la transición con transformación que reclama la sociedad hondureña.
El poder fáctico, que ha utilizado el Congreso Nacional para habilitar la profundización del modelo extractivo, el separatismo territorial, la corrupción y otras formas de crimen organizado, está construyendo con fraude legislativo una correlación de fuerzas que busca impedirle a Xiomara Castro cualquier margen de cambio junto al pueblo.
En relación a ese espinoso asunto, un gran campanazo fue dado ayer por el Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras. El Cofadeh denunció la mascarada. Durante su plantón en el centro histórico de Tegucigalpa, esta organización humanitaria saludó la elección multitudinaria de Xiomara al tiempo que hizo interesantes remarques que resumimos esta noche.
Es una gran ocasión para recordar – dijo el Comité — que después de la violenta ruptura constitucional de 2009 hemos demandado con insistencia una transición política que reconcilie la sociedad hondureña con su esencia de pueblo valiente, noble y trabajador. Que lo reconcilie con su pasado de dignidad y con su futuro de oportunidad.
Xiomara, la presidenta, entiende bien ese mandato popular delegado el 28 de noviembre, subrayó la organización, pero quizás sus próximos subordinados de uniforme lo entienden de otra manera. En referencia directa a las fuerzas armadas, el Cofadeh denunció que ellas están pensando que la reconciliación implica perdón y olvido de sus torturas, desapariciones y asesinatos cometidos en el nombre de su extraño dios guerrero y de sus santos carteles de crimen organizado. Frente a ese riesgo, y ante la posibilidad de una amnistía tipo 1992, el Cofadeh salió al paso del asunto: ni lo piensen, jamás!.
En este sentido, como la mayoría del pueblo hondureño, la organización dijo que celebró la elección gigante de esta mujer magnífica, de estampa Ejecutiva y de sencillez popular, y le ofreció acompañamiento para procurar la justicia contra la impunidad. Sin embargo, los pañuelos blancos de la Plaza La Merced denunciaron la existencia de un “mezquino cerco patriarcal de hombres sin escrúpulos que están construyendo en el Congreso Nacional una estrategia aislacionista junto al Departamento de Estado de los Estados Unidos”.
La estrategia de esos sectores consiste, explicó el Comité, en permitir al pueblo hondureño el dulce sabor de una victoria de mujer presidenta y, simultáneamente, amarrar políticamente sus extremidades en el legislativo, obligándola a recurrir cada vez que su agenda lo demande a la movilización constante de un pueblo cansado. Esa es una maniobra perversa de quienes realmente no quieren la paz y la tranquilidad del país, dijeron las madres de la desaparición forzada.
En el texto divulgado ayer, dijeron además, que el anuncio público del ex presidente Zelaya, revelando que los militares se oponen a una Asamblea Constituyente en obediencia a los miedos de Washington, es una confesión delicada. También lo dicho por el designado presidencial Salvador Nasralla, que la nueva administración no puede relacionarse con China y Rusia, sólo con Estados Unidos, eso es una vergüenza bien grande que ofende la memoria de los mártires y de todos los seres caídos en la lucha contra la intervención gringa en nuestro proceso descolonizador. El Cofadeh señaló que eso puede ser llamado pragmatismo político, pero no puede ser admisible en el contexto hondureño.
En estas circunstancias, dijo la organización, apelamos a la nueva bancada legislativa de la concertación política aún dependiente de las máquinas del Consejo Electoral, y a los equipos ejecutivos que están en proceso de integración, que NO ofrezcan en la víspera lo que no se puede cumplir y que, al menos, NO dejen de hacer aquello que el pueblo simplemente espera, porque votó por ello.
Vamos a repetir esta recomendación de las familias de la desaparición forzada: “NO ofrezcan en la víspera lo que no se puede cumplir y, al menos, NO dejen de hacer aquello que el pueblo simplemente espera, porque votó por ello”.
El Cofadeh, como organización víctima de las dictaduras del partido nacional-liberal de 1980 a 1992 y de 2009 a 2021, demanda concretamente la liberación de todos los prisioneros políticos en enero 2022, como un gesto pragmático de reconciliación sincera, y demanda al mismo tiempo la apertura de juicios a los policías y militares señalados y nombrados en los informes de las comisiones de Verdad de 2011 y 2012 por la comisión de crímenes contra la humanidad. Esta exigencia es innegociable, dijo la organización.
Nos comprometemos con la nueva presidenta a facilitar, en ese sentido y en la medida de nuestras posibilidades, los procesos inmediatos que honren la memoria de hombres y mujeres que ofrendaron su sangre para hacer posible esta cuota de alegría.
A los Estados Unidos, el Cofadeh le repitió que sus bases militares en Palmerola y Caratasca, sus compañías fruteras en el Norte y sus intereses geoestratégicos en todo el país, no sirven a los intereses nacionales. El flujo masivo de empobrecidos migrantes hondureños que huyen de las empresas criminales de drogas y lavado de dinero Made in Plan Colombia no lo hacen por la presencia china o soviética, lo hacen por culpa de la dictadura criminal que ha sostenido Washington en nuestro territorio. “Ya es tiempo que hablemos sobre esto sin caretas, dicen las madres y esposas de los desaparecidos, y en honor de las víctimas al menos llévense a los canallas locales que han contribuido a este modelo de muerte”.
¡Dicho así, buenas noches!
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 4 de diciembre de 2021
