Por: Sandra Rodríguez
Tegucigalpa, Honduras.- Por defender unos niños que estaban siendo agredidos por un grupo de activistas políticos, el dirigente social e indígena, Salvador Zúniga, fue atacado este día 10 de junio, en La Esperanza, Intibucá.
El fundador de la Coordinadora Indígena del Poder Popular- Honduras (CINPH), expresó a través de su cuenta en Facebook «Que vergüenza, una turba de cachurecos queriendo linchar a unos niños, los querían linchar, los privaron de su libertad, es decir los secuestraron».
Zúniga, hace referencia a activistas del Partido Nacional, que estaban obligando a cinco estudiantes que dieran declaraciones ante medios de comunicación, en el marco de protestas por el derecho a la salud y educación.
En un instante lincharon al profesor Salvador Zúniga, conocido en el pueblo al accidente del país, pese a que mostró su carnet que lo acredita como defensor de derechos humanos beneficiario de medidas del Mecanismo de Protección, cuando abogaba para que se dejara tranquilos a los cinco menores.
«Les mandaron dos interrogadores y al final los obligaron a salir a disculpare en público».
Agregó que a los menores, que estaban en un centro educativo, los exhibieron, y lo peor todo eso, es que la turba la dirigían empleados del gobierno. Ahí estaba el asistente técnico de La Dirección Departamental (de educación).
Detalló que, estaba uno de los coordinadores del programa asistencial «vida mejor» y lo peor denunció- ahí estaban los de CONADEH (Comité Nacional de Derechos humanos) y permitieron eso.
«Para sentirse mas gallitos mandaron a traer al ejército y la policía, me agredieron me rompieron mi camisa me lanzaban golpes, quedé sin camisa», denunció el defensor.
Unos cachucheros enardecidos decían que había que darles una lección, otros gritaban fuego. Salvador Zúñiga
Esta turba, se envalentonó ante niños, pero son tan cobardes que frente al narco que nos gobierna, que se roba millones, se callan la geta o se la llenan de alabanzas para que les permitan la holgazanería, reaccionó el dirigente social, quien quedó con la camiseta desgarrada.
La gente le gritaba que se estaba haciendo la víctima, mientras el no dejó de velar por la integridad de los menores estudiantes, que apoyan la lucha social impulsada por la Plataforma por la defensa de la salud y educación, desde finales de abril.
El profe Salva, como lo llaman, afirmó que esta denuncia debe llegar a nivel nacional e internacional y ser conocida en todas las cortes.
«La dictadura va a caer y esta impunidad se terminara.
Fuera JOH y su pandilla de corruptos», concluyó en su relato.
Patrones repetitivos
Las turbas fugaces atacan en un instante determinado. Algo similar sucedió hace algún tiempo con la coordinadora del CINPH, Olivia Marcela Zúniga Cáceres, primogénita de Salvador Zúniga y la reconocida lideresa, Berta Cáceres, asesinada en marzo de 2016.
Un grupo de mujeres, denunciadas en su momento como activistas del partido nacional, la agredieron en el centro pre escolar donde estudiaba su hijo de cinco años.
La ahora diputada al Congreso Nacional por el partido Libertad y Refundación (LIBRE), mediante su cuenta en Facebook, afirmó que hoy lunes, una turba de activistas del Partido Nacional en Intibucá, agredió al defensor de Derechos Humanos, Salvador Zúniga, quien resguardaba la integridad física y emocional de cinco niños entre 9 y 13 años.
A los menores, la enajenada turba pretendía linchar, acompañados por un contingente militar y policial que pretendía darles detención a los estudiantes, a parte de humillarlos y maltratarlos al grado que gritaban “¡Mátenlos!”.
Los estudiantes denuncian que este es el mismo grupo de gente enviado a amenazar incluso, con armas de fuego a los alumnos de otros centros educativos que mantenían tomas acudiendo al llamado de la Plataforma en la defensa de la Educación y Salud Pública y de Calidad, escribió Zúniga Cáceres.