Tegucigalpa.- “Como revolucionario estaré hoy, mañana y siempre en las filas de mi pueblo, aun estando consciente de que se nos podría ir la vida”. Era una de las frases de Tomas Nativi Gálvez, frase que define al maestro, revolucionario y director de la Unión Revolucionaria del Pueblo que su pensamiento diferente, de luchar por la educación, por la liberación de un pueblo por una patria grande para las nuevas generaciones.
Ese pensamiento a favor del pueblo fue lo que provocó que el líder de la URP fuera detenido desaparecido el 11 de junio de 1981 junto a Fidel Martínez, durante la instalación en Honduras de la Doctrina de Seguridad Nacional en la década de los ochentas.
La detención del maestro y líder revolucionario se realizó en la casa de su esposa Berta Oliva, en la colonia El Hogar de Tegucigalpa, poco después de la las 11 de la noche. Hasta la fecha se desconoce qué pasó con él y su compañero. Oliva sobrevivió al ataque y en ese entonces se encontraba en estado de embarazo de su hijo, a quien le privaron de la oportunidad de conocer y disfrutar a su padre.
Hoy, ese bebé de nombre Tomas Nativi Oliva, que hace 41 años logró sobrevivir gracias a la valentía de su madre, quien fue y sigue siendo su principal referente para conocer a su padre y saber sobre su lucha, señala que ser familiar de un detenido desaparecido es complejo, es difícil, ser hijo de un desaparecido es aún más.
“En mi caso personal, el cual yo no tuve el privilegio de conocer a mi padre, no me permitieron, me quitaron esa satisfacción de tener el privilegio de ponerme en contacto con mi padre, de poderlo conocer, tanto físicamente como en su accionar, en su forma de conducirse en la vida, en mi caso yo siento que la ausencia de la figura paterna en algunos momentos puso en mayor dificultades mi desarrollo en mi etapa de juventud”.
“Tener al lado a una madre como la que me tocó a mí, que es Berta Oliva, ella en esos momentos difíciles trató de poder complementar ese vacío, de padre, pero realmente la situación de la desaparición forzada va más allá del no conocer, y de no volver a ver a su ser querido, creo que también debe analizarse en la forma de como la sociedad mira a la víctima o al familiar de una desaparición forzada”, expresó Tomás Nativí Oliva.
Señaló además que la manera de como manejaron la estrategia de la Instalación de la Doctrina de Seguridad Nacional, y principalmente los medios que manejaron la desinformación, y no solo se dieron las desapariciones forzadas de nuestro familiar, también causaron miedo, no solo en el resto de la familia, si no que en todo su entorno.
“Como la manejaron la estrategia que se implementó para manejar la doctrina de seguridad nacional, y como lo medios manejaron la desinformación en algunos momentos, nuestros familiares cercanos tenían miedo de estar con uno, o tenían miedo de compartir porque quedan secuelas no solo a la mamá o al papá o a la esposa o al hijo, sino que a su entorno cercano, también hay que entender y aprender a convivir con esa situación.
Aunque Tomasno pudo conocer y convivir con su padre de la manera que el hubiera deseado, se ha dado a la tarea de conocerlo a través de su madre, de las historias de personas que lo conocieron y sobre todo ha conocido de su lucha a través de los libros de su padre y los que hablan de él.
“Mi padre, como ustedes saben, fue desaparecido por escuadrones de la muerte el 11 de junio de 1981, yo lo que tengo de él solo son las historias, las convivencias que compartieron personas cercanas a él, en este caso mi madre es un referente para mí de mi padre, ver como mi madre lucha, ver cómo ha entregado su vida entera al tema de derechos humanos, a la búsqueda de verdad, también mi familia paterna me ha hablado mucho de él, mis tíos, mi tía, mi primo, que cómo era él como persona, como transmitía aquel cariño, aquella paz hacia su entorno que estaba con él”.
“También sus amigos y compañeros muy cercanos cuentan cosa agradables y también yo me he empapado, me he hecho de él, me he formado y tengo la aprensión de un ser humano también en base a la lectura, en base a sus libros, a su pensamientos, a su ideal, como él tenía una mirada de alzada en la cual yo puedo concluir que su pensamiento político es vigente en estos momentos, por eso la frase “en las calles está el poder”, y yo me siento muy orgulloso de ser hijo de tomas Nativì Gálvez”.
Tomas Nativi Oliva se suma a las exigencias de los más de 184 personas desaparecidas que registra el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) quienes a más de cuarenta años anhelan saber ¿qué pasó?, ¿dónde están?
“Como familiar, como hijo exijo, anhelo, quiero saber la verdad, ya son 41 años de esconder que fue lo que pasó con mi padre ¿dónde está? ¿qué hicieron con él? eso creo que debe ser de donde debemos de partir, luego que exista justicia no solo en el caso de mi padre si no que en el caso de todos los desaparecidos, de todos los detenidos desaparecidos que existieron por la Doctrina de Seguridad Nacional”.
“Quisiera que se desmantelara los escuadrones de la muerte del país para que las futuras generaciones no sufran y no vivan lo que hemos vivido los familiares de los desaparecidos de la década de los ochenta”, finalizó.
El maestro Tomás Nativí impulsó la fundación de la Federación de Estudiantes de Segunda Enseñanza (FESE). También funda el Frente Estudiantil Socialista (FES), acciones que realiza en su calidad de secretario general del Partido Comunista de Honduras. Y funda la Unión Revolucionaria del Pueblo (URP).