TODO SEA POR LA JUSTICIA

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El próximo jueves en ciudad Guatemala el Estado de Honduras enfrenta otra cita con la historia jurídica de la impunidad.

El asesinato del empresario y político nacionalista Ángel Pacheco León a un día de las elecciones generales de 2001 es el caso que se ventila.

La coordinación general del Comité de Familiares de Detenidos – Desaparecidos en Honduras y la familia de la víctima estarán presentes.

Es la primera vez que una organización humanitaria de Honduras actúa como peticionaria en un juicio por el crimen político de un miembro afiliado a un partido anti democrático.

Pacheco León pertenecía al Partido Nacional en la zona sur del país y tenía opciones claras de sobreponerse con liderazgo a los caciques de entonces, protegidos por el ex presidente Rafael Callejas, quien hoy camina con grillete satelital en La Florida sin poder salir de Estados Unidos.

Los derechos humanos son universales, pertenecen a todas las personas por el sólo hecho de ser tales y no discriminan por raza, religión, orientación política ni otra condición subjetiva. Y defenderlos por igual, es un deber.

Sin embargo, para las víctimas de la desaparición forzada que han sufrido en Honduras la represión del Partido Liberal y el Partido Nacional, que juntos, hermanados, aliados como criminales han impuesto la Doctrina de Seguridad Nacional, este no es un proceso fácil.

Acompañar a la familia del Partido Nacional a Guatemala a reclamar justicia en la audiencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos es un acontecimiento particularmente intenso.

Es un acontecimiento, pues el Cofadeh ha acompañado a militares, policías y sus familias en reclamación de derechos violados dentro de la institución armada, pero nunca había tenido una cita así con la historia: acompañar a integrantes de un partido político que financió e instigó la desaparición forzada de personas entre 1979 y 1992.

Esta es una organización que ha caminado tantas veces buscando justicia para sus seres queridos, pero sin lograrlo.

A propósito, antes de partir a Washington a la sede del sistema interamericano y luego a Guatemala, donde se ventilará el juicio Pacheco León, la coordinadora general del Cofadeh, Bertha Oliva, dijo que será testiga de un caso emblemático.

Es un caso emblemático – dijo Bertha — porque el Estado hondureño fue negligente en investigar el crimen contra una persona reconocida y por implicar inclusive a un ex presidente de la República, que era del mismo partido político que postulaba a la víctima.

Pero es aún más emblemático – afirmó — porque a través de este caso podemos demostrar que la impunidad se construye desde el Estado mismo, con investigaciones chuecas, con amenazas a la familia por personas con poder y con manipulación del poder judicial.

El juicio ocurre 15 años después, pero parece que fue ayer. Para la familia Pacheco León, que no se avergüenza de pertenecer al Partido Nacional aunque le dio la espalda en la reclamación de justicia interna, este juicio internacional es una oportunidad de recuperar la memoria de su ser querido.

Lamentablemente por unos pocos delincuentes, como ocurre ahora con los narco políticos que son responsables de la violencia y de la inseguridad pública, Honduras ha tenido que ser expuesta en el sistema interamericano como estadio violador de la vida y de la libertad.

Como le toca a la élite liberal y nacionalista en Estados Unidos por delitos de soborno, tráfico de drogas, lavado de dinero y muy pronto por corrupción, también le toca a la elite impune de ambos partidos ir a Guatemala el jueves a responder por el asesinato político de Ángel Pacheco León.

En un Estado de Derecho funcional, respetuoso de los derechos humanos, Honduras no tendría que pasar esta vergüenza, porque es una vergüenza lastimosamente, que esperamos un día finalice.

Honduras no puede seguir de este modo soportando el desgobierno de una banda de delincuentes que eproducen incertidumbre y muerte.

Todo sea por la paz y la justicia de la sociedad del presente y del futuro. Tomen asiento que la audiencia va a comenzar…