Tegucigalpa.- “Me siento alegre por salir libre, pero aun así llevo un vacío dentro de mí, porque no voy a poder ver a mi padre-abuelo, porque el sistema no me dejó enterrarlo como debería de ser”, expresó Rommel Baldemar Herrera Portillo al salir del Hospital Mario Mendoza donde permaneció privado de su libertad.
El joven profesor salió del Hospital donde estaba privado de libertad directamente para el cementerio San Miguel Arcángel, ubicado en la aldea Las Casitas en Comayagüela, para visitar la tumba de su abuelo Baldemar Portillo, quien falleció el 31 de agosto del año 2020.
“El 31 de agosto que murió mi abuelo papá (como yo lo llamaba) solicité mi salida para querer ir allá, no me la dieron porque soy un reo de alta peligrosidad, eso es lo que soy yo, sin armas, solo con un lápiz y un papel”; expresó Rommel.
Siguió señalando que “no me merecía lo que me hicieron con tanta malicia, lo que me hicieron es algo atroz ante el mundo; miren como estoy yo criminalizado, fui imputado injustamente por un delito que no tenía, abran los ojos pueblo”, señaló.
Rommel al salir del centro psiquiátrico Mario Mendoza recordó el día que arbitrariamente el Instituto Nacional Penitenciario (INP) contraviniendo a la juez que ordenó que permaneciera detenido en la Penitenciaría Nacional, estos lo remitieron ese mismo día que se le dictó detención judicial a la cárcel de máxima seguridad ubicada en Morocelí, El Paraíso, conocida como La Tolva.
“Fui imputado e injustamente enviado a un centro de tortura donde estuvo con dos presos políticos más”.
Además, hizo un llamado al pueblo a luchar con hidalguía, “les digo hondureños tomen el corazón de verdad con hidalguía, luchemos amigos, esto no se acaba”.
El maestro recalcó que fue lógico que se ensañaran con él, ya que no es ningún delincuente, era como tener un trofeo.
“Habían obtenido un trofeo, no fue un vago, no fue alguien con otros delitos, era una persona que mermó en ese momento la lucha, pero igual siempre sigue en las calles, yo les mando saludos a los que siguen luchando, ya yo luché bastante y siempre sigo luchando, y es un pesar que haya personas que no luchamos de verdad”.
Rommel añadió que nunca se le hizo justicia, pero agradece a Dios por permitirle salir del infierno en el que se encontraba, “hasta ahorita a mí nunca se me hizo justicia, nunca se presentó la justica, fui imputado injustamente desde aquel 31 de mayo de 2019, soy otro hondureño que estuvo en la impunidad y que gracias a Dios salí de este infierno”.
Cabe señalar que en el caso, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), desde el primer momento que conoció de la detención del joven maestro, víctima de un falso positivo, le brindó acompañamiento a la familia de manera legal y solidaria, hasta el momento de su liberación.
Rommel Baldemar Herrera Portillo fue detenido el 31 de mayo de 2019 por defender la salud y la educación, fue enviado a la cárcel de máxima tortura La Tolva, ubicada en Morocelí, El Paraíso, donde estuvo un tiempo, pero por complicaciones en su salud fue trasladado al Hospital Mario Mendoza, donde finalmente salió y regresó a su casa con su familia.
