Tegucigalpa.- Las esperanzas de familiares de Jessica Castillo Sauceda, de 32 años, quien desde el pasado 29 de diciembre, se encontraba desaparecida se desvanecieron hoy, luego que se trasladaran hasta la comunidad de Corte Culebra, Potrerillos, Cortés, donde Jessica fue vista por última vez.
Los vecinos y familiares quienes la buscaban desesperadamente desde el día de su desaparición, se percataron que en el interior de una casa cerrada y con candados de la comunidad antes mencionada, se desprendía un olor nauseabundo y decidieron entrar y encontraron el cuerpo de la joven en medio de dos muebles, envuelto en sabanas.
Según lo informado por Sergio Godínez, comunicador social de la zona, el cuerpo de Jessica fue encontrado por vecinos y fue plenamente identificado por su esposo a eso de las 11 de la mañana y hasta las 6:00 de la tarde Medicina Forense llegó para realizar el levantamiento.
El comunicador social también denunció que los elementos policiales intentaron obstaculizar su trabajo informativo, agrediéndolo verbalmente, sin importar el dolor de los familiares.
También recalcó que los policías que llegaron a hacer el levantamiento del cadáver de la joven, fueron los mismos que le dijeron a su esposo, que ya no la buscara porque se había ido con otro.
Desde el momento que se reportó su desaparición el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) denunció y condenó su desaparición.
Jessica deja cuatro hijos que ya no contaran con el apoyo y el amor de una madre, porque los privaron de crecer junto a ella.
La joven Jessica María Castillo Sauceda salió de su casa ubicada en El Triunfo, Potrerillos, Cortés, en horas de la mañana del día 29 de diciembre, con destino a la comunidad Corte Culebra, con la promesa que regresaría para realizar el viaje junto con sus hijos a Nicaragua a visitar a su padre, promesa que no cumplió porque le arrebataron su vida.
El asesinato de mujeres jóvenes sigue en aumento y en su mayoría estos crímenes permanecen en la impunidad.