El SERPAJ- Fundación Servicio Paz y Justicia repudia el golpe de Estado contra el gobierno del Presidente Evo Morales, en Bolivia. Una vez más las fuerzas reaccionarias de derecha vuelven a provocar un golpe de Estado en Bolivia, ya lo intentaron cometiendo una terrible matanza en Pando. La ONU envió en ese entonces a un embajador y jurista el Dr. Rodolfo Matarolo quien investigó esa masacre elevando su informe ante la ONU.
América latina está siendo sacudida por la violencia y el golpe de Estado contra el gobierno boliviano pone en alerta las dificultades y fragilidad de las democracias en el continente, la violencia social y estructural que viven en Chile ha provocado muertes, violaciones, heridos, detenciones incluso de menores de edad. Muchas personas perdieron la vista por los perdigones de las fuerzas de carabineros y el ejército, el pueblo se ha sublevado por las políticas neoliberales del Presidente Piñera. Lo mismo en Ecuador y los ataques permanentes que sufren los pueblos, como en Brasil con la detención de Lula y el golpe de Estado contra la Presidenta Dilma Rousseff.
Nada de lo aquí expuesto es casual. La política de los Estados Unidos ponen en riesgo las democracias con su intervencionismo que fuera denunciado en reiteradas oportunidades por el Presidente Evo Morales.
Es realmente lamentable que gobiernos latinoamericanos como el argentino con el Presidente Macri no condene el golpe de Estado en el país hermano y se niegue a recibir en nuestro país al presidente Evo Morales que renunció al gobierno para evitar un baño de sangre entre hermanos.
Hay que movilizar las fuerzas sociales, culturales y políticas de los pueblos para defender el derecho a su soberanía, autodeterminación y rechazar los golpes de Estado, como repudiar a gobiernos que violentan a los pueblos imponiendo políticas de sometimiento a los grandes intereses económicos y políticos.
El Papa Francisco ha hecho un claro llamado a evitar la violencia y resolver los conflictos.
Nuestro apoyo solidario al Presidente Evo Morales y al pueblo boliviano, mucha fuerza y esperanza.
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz
Coordinación Nacional
Servicio Paz y Justicia
