Ser estudiante, joven y mujer, motivos de alta peligrosidad en Honduras

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Tegucigalpa.- Han pasado 30 años del cruel y despiadado asesinato de la joven estudiante normalista Riccy Mabel Martínez Sevilla, a manos de militares del Batallón de Comunicaciones de Las Tapias, al oeste de Tegucigalpa.

Desde ese entonces las fuerzas militares han perdido credibilidad ante la sociedad hondureña, y 30 años después no han podido reivindicarse, al contrario, han creado terror en las personas por los aberrantes crímenes cometidos y, peor aún, amparados en el uniforme, sólo algunos han sido castigados con la pena mínima, y no con la máxima que es la que se merecen.

no al servicio militarEl crimen de Riccy Mabel significó una ruptura de impunidad en la que los militares permanecían escudándose en su uniforme para cometer crímenes atroces, como el de la joven estudiante Riccy Mabel en 1991, cuyo crimen dio paso para abolir el servicio militar obligatorio.

La Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Berta Oliva, estuvo presente en el programa radial América Libre, transmitido por Radio Progreso, donde señaló que con el crimen de Riccy Mabel se pudo saber de lo que están hechos y de lo que son capaces de hacer los militares.

Señaló que para ellas el caso de Riccy Mabel reafirma tres elementos que aún siguen siendo motivos de peligrosidad para los jóvenes, aun después de treinta del hecho.

“Riccy Mabel primero era estudiante, segundo joven y tercero mujer; son tres elementos que sigue siendo motivo de alta peligrosidad para la juventud en nuestro país y en 1991, que justo se están cumpliendo los 30 años, no podía ser diferente, porque las condiciones que teníamos era la militarización y las fuerzas militares tenían el control y el poder absoluto de años”.

Recordó que en esos años en Centroamérica estábamos hablando de procesos de paz, pero que en Honduras no había sido desmontado las estructuras de muerte como lo están ahora.

Señaló que con el asesinato de Riccy se hizo un esfuerzo colectivo y masivo desde los colegios, universidades, sociedad civil, padres de familia, para que desapareciera el servicio Militar Obligatorio, porque ese servicio era el caldo de cultivo para hacer cosas impensables.

comparecenciaLa defensora de los derechos humanos indicó que los jóvenes no eran detenidos, sino que secuestrados, desaparecidos por tiempos, por mucho tiempo la familia no sabía de sus parientes”.

Añadió que ellas se imaginaban que los jóvenes estaban en alguna unidad militar, hasta donde llegaban para verificar si se encontraban, pero cuando iban no las dejaban entrar.

En su participación, la histórica defensora DD. HH añadió que los padres de familia y la población hondureña levantaron la voz por el asesinato de Riccy Mabel, que andaba viendo a su amigo que estaba cumpliendo el servicio militar obligatorio en ese batallón, y que en ningún momento pudo haber sido el motivo de la justificación su asesinato.

“El crimen de Riccy Mabel nos sirvió de fuerza para poder demostrar de lo que estaba hecho y de la capacidad que tenían las Fuerzas Armadas para cometer atrocidades contra los familiares y con los amigos que iban a visitar a los que estaban cumpliendo el servidor militar”.

Los señalados públicamente fueron el coronel Ángel Castillo Maradiaga, comandante del Batallón de Comunicaciones, el capitán Ovidio Andino y el sargento Santos Olivares, quien purgó más años en prisión y en su momento declaró haberse culpabilizado por órdenes superiores.

Riccy Mabel Martínez Sevilla era originaria de La Ceiba, Atlántida, sus asesinos quisieron ampararse en un uniforme militar, la pena que se les impuso no se pudo comparar al abominable crimen.

militaresEl caso marcó el camino a la desmilitarización. Por primera vez se utilizó la prueba de ADN en la justicia hondureña, considerando las limitaciones económicas del país y del sistema de investigación criminal atrasado y obsoleto. La deuda de justicia continúa y muchas jovencitas siguen perdiendo la vida, sin que haya culpables señalados, mucho menos juzgados.

Mujeres contra la impunidad

Al ser consultada sobre como enfrentan las mujeres los muros de impunidad, la coordinadora de COFADEH es del criterio que las mujeres siempre han jugado un papel determinante en la historia del país, en temas de búsqueda de verdad y de justicia.

Señaló que tanto para ella como para la población hondureña el crimen de Riccy Mabel fue y será inexplicable e injustificable, al igual que en la actualidad el caso de Keyla Martínez tampoco tiene justificación.

Keyla Martínez fue víctima del abuso de poder de la impunidad y corrupción que se vive dentro de la estructura militar y policial, y demuestra una vez más que las fuerzas militares no han servido para nada en el país, expresó Oliva.

“Estamos ante un ejemplo claro que las fuerzas militares han usado el poder, el uniforme, las armas y el presupuesto para someter a la población hondureña”, Añadió Oliva.

Para Berta Oliva hay que ser claros de la complicidad del estado con el delito, “mientras el estado o las estructuras del estado encargadas de iniciar procesos de justicia tengan colusión con los criminales, lógicamente fortalecen el delito y el crimen”.

“Mi apuesta y mi esperanza están en las juventudes, por eso las juventudes hay que tratarlas, cuidarlas, guiarlas, que se apropien de conocimientos, de sus derechos, pero también orientar a que caminen en sendas y caminos limpios de conocimiento y empoderamiento, porque de lo contrario Honduras estará cada vez sumergida en lo que está hoy”.