Tegucigalpa.- Hoy se cumple un año más del desaparecimiento de James Francis Carney, conocido como el padre Guadalupe, quien renunció a la ciudadanía estadounidense y adoptó la hondureña.
Guadalupe era Jesuita y desapareció el 17 de septiembre de 1983, luego de ser secuestrado por soldados del ejército de Honduras y presuntamente ejecutado en la base del Aguacate.
La más fuerte acción represiva para el padre comenzó en noviembre de 1979, cuando miembros del ejército nacional lo capturaron y posteriormente lo expulsaron del país, obligándolo a asilarse en Nicaragua.
Además del sacerdote jesuita, desaparecieron José María Reyes Mata, médico hondureño, y otras 80 personas que integraban una columna guerrillera.
Quien era el padre Guadalupe
Su nombre James Francis Carney, fue un misionero jesuita estadounidense nacido el 28 de octubre de 1924, en la ciudad de Chicago. Después de ser ordenado fue enviado a Honduras a trabajar con las familias más desposeídas.
Al llegar al país se dedicó a realizar trabajos con la pastoral en los departamentos de Yoro y Colón, predicando el evangelio liberador de Jesucristo. Acompañó a lo largo de su trabajo a las comunidades, en especial campesinas que luchaban y hasta la actualidad continúan luchando por una parcela de tierra.
El padre Guadalupe, en la actualidad sigue siendo un ejemplo de lucha y amor por un país que acompañó por mucho tiempo, hasta que por ese motivo fue desaparecido, cuya ubicación de sus restos y el de sus compañeros, se ha vuelto en un caso en impunidad.
En Honduras, entre 1979 a 1993 se ha registrado 184 casos de desaparición forzada, luego de la instalación de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), que, desde la política de gobierno estadounidense, buscaba acallar voces de liderazgos del movimiento social y popular.