“Senadora de la República, Pacto Histórico – Unión Patriótica. Trabajadora incansable por los derechos de las comunidades” es el epitafio digital que se lee en su perfil de X.
Mientras el pueblo colombiano desea “paz en su tumba”, la noticia trascendió a nivel mundial, que este sábado 20 de enero de 2024, el corazón de la compañera Senadora y defensora de derechos humanos, Piedad Esneda Córdoba Ruíz, decidió descansar.
Piedad nació en Medllín, el 25 de enero de 1955, desde joven destacó en la política de izquierda bajo la tutela del líder liberal William Jaramillo, siendo subcontralora y después Secretaría General de la alcaldía. Elegida edil en 1988 y concejal en 1989, su carrera legislativa despegó en 1991 al ser electa a la Cámara por la facción jaramillista y, en 1994, llegó al Senado en diferentes periodos hasta la actualidad como representante de la coalición de partidos y movimientos políticos de izquierda y centroizquierda “Pacto Histórico”.
El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), mediante su coordinadora general Berta Oliva, se manifestó ante la irreparable pérdida de la mujer solidaria con los pueblos latinoamericanos.
“Ella fue una mujer que siempre estuvo al frente en la demanda de las causas justas de su país y de los países necesitados de mayor justicia”, declaró Oliva.
No podemos olvidar que su acompañamiento fue permanente con el pueblo en resistencia tras el golpe de Estado de 2009, pese a la persecución de la cual era víctima por su posición firme ante los poderes oligarcas, nunca cedió.
El pueblo colombiano la recordará por que apoyaba reformas sociales y estructurales que impulsaba el gobierno de Gustavo Petro, abrió las puertas de la política colombiana a las mujeres afrodescendientes y luchó por muchas causas, especialmente la liberación de secuestrados por las FARCS, siendo así una negociadora de paz y referente de la política colombina.
Su legado y memoria será fuerza para materializar una justicia social en Colombia, su coraje y valentía para enfrentar los embates de la oligarquía.
Piedad abanderó ciertas causas que sólo ella pudo hacer visibles y falta ver quien puede recoger su lucha, reaccionaron en redes sociales, al saber su deceso.
Deja un gran vacío en la defensa popular, como mujer, negra, rebelde, imposible para fascistas, su pueblo y nosotras, la recordaremos.
Tegucigalpa, Honduras, 20 de enero de 2024
