REPARANDO EL PASADO

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Ahí debajo de la tierra no estás dormido, hermano, compañero. Tu corazón oye brotar la primavera que, como tú, soplando irán los vientos. Ahí, enterrado cara al sol, la nueva tierra cubre tu semilla, la raíz profunda se hundirá y nacerá la flor del nuevo día.

Estas letras del inmortal profesor, cantor, poeta y libertador de Chile, Víctor Jara, están grabadas en una de las paredes del mausoleo construido sobre la tumba de Herminio Deras en el cementerio municipal del Progreso, Yoro.

El pasado jueves, en una ceremonia familiar, popular, modesta, privada y pública, el Estado de Honduras quitó el velo además a una placa que reconoce la culpabilidad del Estado de Honduras en la violación de los derechos humanos de Herminio Deras García y su familia.

En la ceremonia se ven presentes el procurador del Estado, Manuel Antonio Díaz; el ministro del FHIS, Warren Ochoa; la ministra de derechos humanos, Angélica Álvarez; la coordinadora del Cofadeh, Bertha Oliva; el sacerdote jesuita Ismael Moreno; hermanas, hijos, ex vecinos, amigos, compañeros y camaradas de Herminio.

Uno de los puntos resolutivos de la sentencia condenatoria de la Corte Interamericana de Derechos Humanos del 25 de agosto de 2022 incluye la construcción de este Mausoleo sobre la tumba del educador sindical, dirigente regional del Partido Comunista, asesinado el 29 de enero de 1983.

Herminio Deras García y su familia sufrieron una brutal persecución de las estructuras legales y clandestinas del Estado de Honduras hasta el punto del terrorismo, la muerte y el exilio.

El mausoleo, diseñado por la propia familia y construido por el Estado, devuelve en parte la dignidad a la familia de la víctima que sufrió los daños directamente, y con su historia reivindicada de entrega a los demás Herminio renace, vuelve a luchar y con esta resurrección repara a la humanidad ofendida.

De lado del Estado, como persona jurídica agresora, también se dignifica al reconocer su crimen y pagar las consecuencias con obras materiales y morales, y el compromiso público de no repetir los hechos.

En momentos como éste vivido en El Progreso, Yoro, esta semana, centenares de familias dañadas por el Estado desearían una reparación similar. Y se preguntan por qué unos casos y otros no.

Esa duda la respondió Herminio Deras hijo cuando tomó la palabra durante el ceremonial por su padre. Llegar hasta aquí, dijo, es resultado de 42 años de trabajo jurídico, de voluntad familiar, de ir y venir con testimonio, declaración, investigación y colaboración en equipo.

“La lucha de mi padre por la justicia social es larga y triste, él se la echó al hombro por puro amor, y para continuarla debemos educarnos sabiendo que estamos del lado correcto de la historia”.

En su turno, la coordinadora del Cofadeh precisó que, sin la resistencia, la persistencia y la determinación de la familia Deras García, no habríamos llegado hasta este momento, porque la justicia con memoria y reparación demanda sacrificios individuales y exigencias colectivas.

En ese tipo de esfuerzos, la dirigente humanitaria incluyó al Cofadeh como acompañante institucional de víctimas de la doctrina de seguridad nacional, de la crisis estatal generada por el narco y el golpismo desde 2009, que incluyó el fraude de 2013 y la ruptura constitucional de 2017.

Ninguna lucha del presente y del futuro puede tener éxito sin trabajo colectivo, sin orientación sincera y sin honestidad.

La disociación, el deseo impulsivo de ganar batallas sin luchar, sin respetar las contrapartes oficiales y los hábitos a veces excesivos de los organismos de justicia internacional, no hacen posible llegar a los días de victoria.

Hoy es El Progreso que celebra, mañana será otra localidad de Honduras que enfrentará el pasado con verdad, justicia, memoria y reparación. Y con lucha.

Que mañana sea el pueblo garífuna de Punta Piedra y Triunfo de la Cruz, que haga cumplir las sentencias hasta que su territorio ancestral sea recuperado completamente y que el Estado haya separado la economía de las influencias políticas.

Mientras llega la próxima ceremonia de reparación, deseamos un feliz 15 aniversario a la Voz de Zacate Grande, en Puerto Grande, y a todo este auditorio de Voces contra el Olvido le deseamos una feliz semana santa.

No pudimos despedirnos de la embajadora Laura Dogu, pero le deseamos que vuelva a Honduras con respeto y sin injerencia, para que disfrute nuestro tapado olanchano, el pollo chuco, las baleadas y los paisajes que tanto le gustan.

Cuando vuelva, le pediremos embajadora que impulse positivamente la Ley de Reparación de las víctimas de la doctrina de seguridad nacional que su país impuso a Honduras en 1980 y que dejó a nuestro país más de 180 personas desaparecidas y más de 200 asesinatos políticos aún no esclarecidos.

Buen viaje, embajadora, abogue para que los misiles arancelarios no se conviertan en delito financiero internacional y que Washington no justifique nuevamente la Doctrina Monroe para disminuir la soberanía de nuestros pueblos.

Al Comando Sur dígale que no empuje a la élite golpista local a una nueva aventura de fuerza, que se preparen para competir en elecciones libres, justas, transparentes, participativas y puntuales en vez de estar quejándose, y que aprendan a respetar el mando de mujeres comandantes generales de la fuerza armada. Buenas noches.