Es bien obvio que eso no quieren los responsables de haber utilizado los uniformes, las armas y la autoridad para humillar a las víctimas, pero el Estado de Honduras tiene el deber ineludible de hacerlo.
Reparar los daños y no repetir los hechos es un objetivo que le corresponde al Estado en todo tiempo, es una de sus principales tareas pendientes con las personas ofendidas. Y a ellos, a los meros victimarios directos, no les queda otra opción que rendir cuentas. Y pagar.
Por eso andan sueltos a galope, enyugados y en manada solidaria, rehuyendo la elección de las nuevas autoridades del Ministerio Público, la aprobación de las leyes habilitantes de la CICIH y la votación de la justicia tributaria.
Los canallas están en insurrección de pólvora barata en el Congreso; algunos escondidos en el monte sin visado gringo por extraditables, otros envejeciendo tristemente en sus bunkers urbanos solitarios, y más que diez– los más recientes canallas — fingiendo derrames faciales en los aviones y parapetados como defensores de la patria en los medios de desinformación.
Todos y todas en concierto bullicioso contra el gobierno de transición que les identifica, intentan suavizar el impacto nacional de la sentencia internacional al coyote jefe en Nueva York, que se presagia como un mazazo brusco con palo de guayabo a la conciencia de la élite podrida de nuestro patio.
Estamos viviendo el momento anticipado de los inversos. Los derechosos, corruptos, mareros de élite y narcos probados, creen haberse apropiado de las banderas de las izquierdas, tomando sus silbatos, sus mantas, sus calles y hasta sus petardos, asociándose a Dios y al científico loco, simulando ser oposición. Pero eso no les luce ni les sirve. La gente se está burlando en sus narices.
El instante que estamos viendo es al mismo tiempo cómico y trágico. Nos reímos de los cohetes de Zambrano boicoteando en el Congreso el consenso que ya perdieron, y nos preocupamos por las fakenews de los heraldos utilizando a Sabillón contra Xiomara.
Estos son días de manifestaciones pagadas y simulaciones bufas, que nos recuerdan al pérfido general Martínez, quien se disfrazó de cristianoide de biblia en mano para reingresar a Honduras desde Estados Unidos, un lobo con piel de ovejo que acabó muerto en Tegucigalpa, sin el perdón de sus víctimas sobrevivientes.
Estos días de fingimientos además nos recuerdan al golpista general López Arellano, corredor de trote libre arrollado por un ciclista al Oeste de Tegucigalpa, muerto en 2010 fingiendo heroísmo sin rendir cuentas por su osadía de asaltar el Estado con el fin de enriquecerse.
Hoy el ruido de las butacas legislativas y de los plateaux televisivos nos recuerdan también a uno de los financiadores y promotores mediáticos de la Asociación para el Progreso de Honduras, la APROH, que sin haber pagado sus crímenes se murió infartado en un vuelo comercial de Miami hacia Tegucigalpa en 2018.
En 2020, debutando la pandemia de la Covid, el socio de Ferrari, Callejas el de las manos de seda, regresó a bordo de un avión dentro de un féretro sellado, y Hawit, su compinche del Fifagate regresó también ese mismo año con libertad condicionada por el fraude de 1,6 millones de dólares al fútbol internacional.
Todos ellos y muchos otros que aún faltan en la lista nos recuerdan a los culpables de los hechos atroces, marchándose escondidos sin rendir cuentas a la sociedad, investidos de falsos cultos a su personalidad perversa, bendecidos por curas, cardenales y pastores, alabados por radios y televisoras mercenarias, o simplemente volviendo en cofres convertidos en cenizas o en cadáveres.
Sin olvidar sus fechorías, sin perdonar sus maldades, este 30 de agosto las víctimas sobrevivientes de los años 80s van a conmemorar el Día Nacional del Detenido Desaparecido y el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada.
Ese día, como habíamos anunciado en esta columna editorial, a las 10 de la mañana en el Salón Morazán de la Casa Presidencial, el Cofadeh entregará a la Presidenta Xiomara Castro la propuesta de Ley de reparación integral a las víctimas de la Doctrina de Seguridad Nacional, que se ejecutó por el Terrorismo de Estado entre 1980 y 1993.
Será un miércoles histórico en un acto oficial, porque la propuesta de ley es una respuesta organizada de 40 años de lucha del Cofadeh, que sugiere 5 pilares de reparación: verdad, justicia, memoria, reparación y garantías de no repetición.
Convencida de esta necesidad histórica de reparar integralmente las heridas en nombre del Estado, Xiomara enviará al Congreso la propuesta de ley consensuada sumándose a otra iniciativa que reconoce los derechos de las víctimas del postgolpe de 2009.
Por cobardía y solidaridad con los culpables, los gobiernos anteriores al rompimiento constitucional se negaron a cumplir este mandato moral, jurídico y económico, que está contenido además en todas las sentencias condenatorias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos desde 1986 y en la jurisprudencia del sistema internacional de derechos humanos de la ONU.
El miércoles, después de depositar el texto en las manos de la presidenta de la República, los familiares de las víctimas y los sobrevivientes de las barbaries nacionales, de azules y colorados, de militares nacionales y agentes extranjeros, caminarán todas hacia la antigua Casa Presidencial. Ahí en ese lugar donde las madres gritaron a Suazo, Azcona y Callejas, será inaugurada la Exposición contra El Olvido, que permanecerá abierta al público desde el 30 de agosto hasta el final de septiembre.
Imágenes y textos evocando la Doctrina de Seguridad Nacional, impuesta por el Pentágono y el Departamento de Estado entre 1979 y 1992, serán expuestos al público para que nadie tenga razones ni pretextos para olvidar.
Ambos eventos, el de las 10 y de las 2:00 de la tarde del día miércoles 30, serán anunciados un día antes en la Plaza de los Desaparecidos o parque la Merced durante una rueda de prensa al aire libre, en la que participarán diferentes instancias concernientes.
Además de la coordinación general del Cofadeh, el próximo martes 29 de agosto comparecen la representante de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU, la organización Memoria Abierta de Argentina, la Embajada de Argentina, la Secretaría de Derechos Humanos y la Convergencia contra el Continuismo, entre otras instancias representativas implicadas en esta propuesta.
De este modo, mientras el bloque de opositores militantes de la corrupción y el narcotráfico, beneficiarios de la dictadura criminal de los Hernández y del Chapo Guzmán, proponen la perturbación del clima social y de la atmósfera legislativa, sus víctimas del pasado y del presente buscarán el voto libre, liberal, demócrata y anti corrupto para honrar las víctimas y los sobrevivientes de la guerra fría y del golpismo en ese Congreso multipartidario.
Ahora que algunos sujetos partidarios en alianza anti país se movilizan con fuerza, muy lejos aún del momento pre electoral, los actores sociales y políticos de la Honduras nueva nos convocamos a luchar contra la corrupción y la impunidad, a favor de la justicia y la verdad, para que aquí nadie pierda la memoria, para que los lobos no se coman las inocentes ovejas. Para que la santa inquisición no regrese nunca más y para que la ciencia y la tecnología junto a la vida y la libertad, ocupen el centro que siempre debieron merecer.
Nos vemos el 29 y el 30. Buenas noches.
Editorial Voces contra El Olvido, sábado 26 de agosto de 2023
