Tegucigalpa.
Unos cincuenta religiosos estadounidenses exigieron este lunes al gobierno de su país que cese la ayuda militar y policial a Honduras, tras el supuesto fraude en los comicios que llevaron a la reelección al presidente Juan Orlando Hernández.
Los religiosos se congregaron frente a la embajada de Washington en Tegucigalpa para leer una declaración en la que demandan el “alto a la ayuda de los Estados Unidos para la seguridad del Estado al ejército y policías de Honduras y la militarización de la región”.
Los acompañaron simpatizantes de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura, que reclama la victoria de su candidato, Salvador Nasralla, en los comicios del 26 de noviembre y acusan de fraude al presidente Hernández, que inició su segundo mandato el sábado.
“La ayuda para el ejército y la policía (y) el entrenamiento de Estados Unidos están agudizando la crisis en Honduras y la región y alentando la violación de los derechos humanos”, declaró Kathleen McTigue al leer el documento.
Denunció que una de las causas de la migración masiva de hondureños a Estados Unidos es “la profundización de a militarización” en el país centroamericano, golpeado por la violencia criminal.
“Desde las elecciones del 26 de noviembre, más de 30 personas han sido asesinadas, más de 1.000 detenidas y muchas más personas golpeadas y atropelladas por el uso excesivo de la fuerza contra protestas pacíficas”, reclamó McTigue.
Señaló que la reciente elección presidencial fue fraudulenta porque “la Constitución de Honduras prohíbe la reelección del presidente actual” y es “ilegítima por el fraude refrendado por observadores internacionales”.
Los religiosos se pronunciaron en favor de un diálogo que permita revertir el fraude electoral y desmilitarizar la seguridad pública.
Los estadounidenses habían participado la noche del domingo en una vigilia frente a la misión diplomática norteamericana en Tegucigalpa.