Reitoca sigue en pie de lucha

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Por Riccy Ponce.

Tegucigalpa.- El 15 enero de 2018, el Consejo Indígena Lenca de Reitoca, emprendieron una lucha en contra de  la instalación de una represa hidroeléctrica sobre el Rio Grande o Petacón, por lo que alrededor de 2000 personas se apostaron en el lugar donde se construían las cortinas logrando que los trabajos no continuaran.

Pero el 30 de enero de ese mismo año, los militares realizaron un desalojo violento donde hirieron a dos de las personas que defienden  el Río Grande, que es de las comunidades de la zona.

Los pobladores que resultaron heridos son Miriam Sorto y Andrés Gutiérrez, quieres fueron trasladadas a un centro asistencial de Tegucigalpa.

Pero la población siguió en pie de lucha, logrado que la empresa  constructora retirara la maquinaria, pero la amenaza de la destrucción del Rio Grande sigue allí. Han permanecido por alrededor de 5 meses, pero la amenaza sigue asechando la zona.

Para seguir defendiendo su territorio buscaron el apoyo del alcalde  municipal, pero no tuvieron respuesta alguna. Insistieron durante dos meses pero él no respondió, solamente les dio evasivas.

Fue allí donde el Movimiento Indígena Lenca de Reitoca decidió ejercer presión con el fin de ser escuchados; se apostaron en el campo de fútbol del municipio para así lograr un encuentro con el alcalde.

Renán Ovidio Zelaya Vásquez declaró a defensoresenlinea.com  que  “el Consejo Indígena realizó una actividad que fue no permitir la realización de un evento que tenía el alcalde Marlon Neptalí Osorto Chévez y la Corporación Municipal, que era la inauguración de un campeonato deportivo, entre los municipios del cono sur de Francisco Morazán”.

En ese certamen deportivo participaban representantes de los municipios de Reitoca, Curaren, Alubaren, San Miguelito, La Libertad,  La Venta del Sur, Francisco Morazán; San José de Choluteca y Coray del departamento de Valle.

Zelaya Vásquez señaló que esa protesta la realizaron en ese evento porque ya tenían más de dos meses de querer dialogar con él, sin recibir respuesta.

Denunció que el alcalde envió a personas armadas con palos para evitar que la protesta se diera, pero que no hubo incidentes que lamentar porque gracias a sus conocimientos en derechos humanos pudo mediar con la gente que pretendían agredirlos.

Asimismo dijo que el único objetivo era lograr que el alcalde los  escuchara, porque para esa lucha necesitaban el acompañamiento de la Corporación Municipal.

Ovidio añadió que ese mismo día en la noche el señor Miguel Ángel Osorto Agüero, empleado de la Corporación Municipal, quien trabaja como supervisor de proyectos, le mandó una serie de mensaje por Messenger que eran amenazantes.

Como Consejo Indígena Lenca de Reitoca responsabilizamos a los directivos de la empresa PROGELSA y al gobierno central, porque el 30 de enero efectuaron un desalojo violento sin orden judicial, donde salieron dos compañeros heridos y además siguen las amenazas e intimidaciones  por parte de la Policía Nacional que está custodiando  la empresa, finalizó Zelaya Vásquez.

Según los pobladores de Reitioca esta empresa ha desviado el cauce del río en la zona donde empezaron la construcción de las cortinas de concreto, lo que provocó graves consecuencias de deterioro ambiental, como ser contaminación del agua, disminución del caudal hídrico, muertes de flora y fauna, deforestación e impacto en la salud, laceración en la piel, infecciones y virus.