Nacaome, Valle.- La Comunidad de El Tránsito en el municipio de Nacaome departamento de Valle, se está enfrentando nuevamente al extractivismo, que no deja más que consecuencias graves, tanto para la salud como para el medio ambiente.
La comunidad, que se encuentra a unos 16 kilómetros de Nacaome, se ha visto amenazada por la destrucción y contaminación que produce la extracción de oro y otros metales en la Boca Mina, que se encuentra en ese sector.
El defensor de derechos humanos e integrante de la Red de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos del Sur (REDEHSUR), José Orlando Orellana, aprovechó la visita que ésta red realizó a la oficina regional del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), tanto en Nacaome como en Choluteca, para denunciar y alertar ante este nuevo escenario que estaría enfrentando los pobladores de ésta comunidad.
“Yo creo que es excelente la articulación con el CONADEH, porque así va viendo uno como va a poner las denuncias y todo lo que es solicitar acompañamiento, pero sobre todo para acudir a poner denuncias, porque en El Tránsito (comunidad donde habita) lo que está pasando que ellos (la gente) tienen miedo, porque hay una organización ahorita que está trabajando en la mina, pero no se pueden hacer nada por el miedo, porque dicen que hay hasta gatilleros que hay ahí”.
Agregó que en la comunidad de El Tránsito está lo que es la Boca Mina y hay gente que se ha prestado a dar permisos y a autorizar que saquen oro, y uno como defensor no está de acuerdo, ya que esto daña no solo el medio ambiente, sino que también pone en riesgo la salud de toda una comunidad y por eso se teme un desastre mayor, ya que la minería y se está metiendo por paso ciego.
Señaló que ante esta problemática a la que se están enfrentando hay que estar alertas por las consecuencias por los materiales que de allí se extraen y que dañan.
También agregó que al colocar dinamita para causar explosión y hacer más fácil la excavación, esto causa daños a las casas aledañas y sumado a eso hay material como el cobre, el oro y otros que dañan el agua y no puede ser utilizada, y en la comunidad las antiguas excavaciones ya la dejaron muy deteriorada.
Cabe señalar que en El Tránsito, entre 1900 y 1940, la minera estadounidense Rosario Mining Company gozó de una concesión para extraer oro de los cerros del lugar. En la década de 1940 la actividad cesó y los túneles quedaron abandonados. Años después, a inicios del 2004 vecinos de otras comunidades comenzaron a ingresar a los túneles y a extraer el oro sin los permisos ambientales correspondientes, esto según la información de en la página Environmental Justice Atlas https://ejatlas.org/conflict/proyecto-minero-el-transito-honduras.
Además, se lee en dicho sitio web que la extracción se dio en los territorios propiedad de una empresaria de la zona. Sin embargo, la Municipalidad alega que, aun siendo propiedad privada, se requiere de permisos ambientales para extraer oro, esto según la información publicada.
En el 2018 la comunidad de El Transito realizó una movilización en contra de la reactivación minera en ese sector, ya que el riesgo de contaminación es demasiado alto y sería mortal para sus comunidades
Asimismo, defensores, como la red del sur, se encuentran en alertas y está preparándose para así poder capacitar a las comunidades sobre los riesgos que conlleva el extractivismo en las comunidades.