Tegucigalpa.- Con el objetivo de hacer la reconstrucción de la memoria histórica y elevar también el nivel de conciencia de lo sucedido en la década de los 80, 25 estudiantes del sétimo diplomado en derechos humanos que imparte la Red Contra la Violencia Antisindical, realizaron un recorrido por la Ruta de la Memoria Histórica.
La Ruta de la Memoria Histórica, que coordina e impulsa el Comité de Familiares de Detenidos desaparecidos en Honduras (Cofadeh), son sitios que durante la aplicación de la Doctrina de Seguridad Nacional en los años ochenta fueron utilizados por los militares como centros de tortura, cárceles clandestinas y cementerios clandestinos, y, además, los espacios donde los familiares realizaban sus acciones de protesta exigiendo la liberación de su pariente.
Desde hace ocho años la Red Contra la Violencia Antisindical, que aglutina sindicatos de todo el país y la Central General de Trabajadores, viene desarrollando diplomados en derechos humanos para personas activistas sindicales de todo el país.
Como parte de la formación, los 25 participantes del diplomado, que este año lleva el nombre de Esly Banegas, dirigenta sindical del Bajo Aguán, realizaron el recorrido de la Ruta de la Memoria Histórica, el que fue guiado por la procuradora de los derechos humanos, Mery Agurcia.
En el recorrido participaron sindicalistas de maquila, agroindustria, trabajadoras de hogar, de salud, maestros y de organizaciones del sector público de los departamentos de Choluteca, Yoro, Francisco Morazán, Cortés, Olancho y Copán.
Los sindicalistas visitaron al menos trece lugares ubicados en el Distrito Central, entre ellos la sede del Cofadeh, la antigua sede de la corte Suprema de Justicia, la Catedral, el parque La Merced, el Poder Legislativo, la antigua Casa Presidencia, la sede donde funcionó la Dirección de Investigación Criminal (DIN), el Museo contra el Olvido, entre otros.
“La intención para la Red Contra la Violencia Antisindical es hacer una reconstrucción de la memoria histórica de ex sindicalistas, porque hay muchos que fueron víctimas de la aplicación de la doctrina de seguridad nacional”, señaló Jorge Hernández, coordinador académico del diplomado en derechos humanos de la Red Contra la Violencia Antisindical.
Agregó que “muchos de los sindicalistas desconocen que ciertas garantías y derechos que tenemos hoy, es porque compañeros y compañeras ofrendaron sus vidas en el pasado”.
Asimismo, reiteró que la intención es hacer un poco la reconstrucción de esa memoria histórica y también elevar el nivel de conciencia de los compañeros y compañeras sindicalistas.
Para Fanny Medina, del Sindicato de Trabajadores del Inprema (Sitrainprema), indicó que el recorrido las hizo trasladarse a ese tiempo de los 80, donde se le violentaba los derechos al ciudadano y que nadie pudiera defenderlas o buscarlas por miedo a la represalias.
“El recorrido es bien impactante y lástimas que ciertas ubicaciones hayan perdido su realismo por el tiempo que ha pasado, pero sí debería de resaltarse eso para que las demás generaciones vayan conociendo, porque las generaciones pasan desapercibidas hoy por hoy por tanta red social y no se hace hincapié en eso que pasó en los 80”, señaló Fanny Medina.
Finalmente indicó que como sindicalista el compromiso es seguir trasladando la historia a los demás, basada en hechos reales, para que las demás personas conozcan que sus derechos no pueden ser quitados ni violentados.
Por su parte, Olvin Nahúm Martínez, del Sindicato de Trabajadores de la Agroindustria y Similares (STAS), dijo que quedó sorprendido porque nunca se imaginó tanta maldad para las personas que han luchado por las razones sociales y sindicales, y que el recorrido fue muy impactante.
“Emocionalmente bastante fuerte, nunca me imaginé que el ser humano fuera capaz de llegar a ese extremo de torturar a otro hermano”.
El representante del Sindicato de la UPNFM, Byron Bautista, señaló que da rabia porque nada ha cambiado, porque se sigue viviendo tiempos donde al final de cuentas las leyes existen, pero que no se respetan en muchos de los casos, y que al final de cuenta que la gente que sufrió acá (Casa de Amarateca), los artífices salen impunes.