¿QUÉ DIREMOS FRENTE AL EPU 2020?

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La  Coalición Contra la Impunidad,  conformada por  53  organizaciones hondureñas   que trabajan en los diferentes ámbitos de la defensa de los derechos humanos,  entregó  en tiempo sus informes al mecanismo de Examen Periódico Universal (EPU), que evaluará el 8 de mayo al Estado  de Honduras en materia de derechos humanos  ante  el  Consejo  de Derechos Humanos  de la ONU en Ginebra.

Debemos decir que la voz de la sociedad organizada en ese foro es de contraste; no puede ser a favor ni en contra. Nuestro papel es de monitoreo, acompañamiento de las víctimas y de promoción de políticas públicas para fortalecer el Estado  Democrático de Derecho. Y ese es, podríamos  decir, un papel de resistencia moral, ética y jurídica desde la perspectiva de la sociedad.

El  EPU  es la instancia universal en la cual  el Estado de Honduras, igual que los demás Estados parte, deben responder  la verdad y solamente la verdad sobre el cumplimiento o incumplimiento de las recomendaciones  del Consejo hechas durante el anterior Examen. El Estado podrá  decir lo que quiera y «normalizar» lo que pueda, pero  ahí estaremos para aportar la otra verdad, que se oculta, de fiscalizadores legítimos.

En  base  a experiencias anteriores, las organizaciones  comparecientes  deseamos evitar enfrentamientos cara a cara con funcionarios de gobierno — ya sean representantes permanentes ante las instancias oficiales en Ginebra o turistas gubernamentales de ocasión llegados desde Tegucigalpa–, pues esa dinámica pendenciera  sólo busca alejar la atención pública  de los  incumplimientos  fundamentales  del Estado  y representarnos  a nosotros como «apátridas» en la narrativa  mediática  controlada por lobistas de la Marca País en Europa.

Nuestros ocho informes particulares, el texto consolidado y nuestras  vocerías personales hoy, tienen  mensajes claros sobre las acciones jurídicas, legislativas,  administrativas y políticas que las instituciones del Estado tomaron  en los últimos cinco años, y tenemos nuestras  valoraciones críticas en cada una de las temáticas específicas que tocan la vida de las y los hondureños: como el aumento de casos de tortura, los derechos de los mígrantes, la desigualdad social, el fuero militar denominado tribunales de jurisdicción nacional y el combate a la corrupción.

Desapariciones forzadas y el  contexto de impunidad que les rodea. La necesidad  que se investiguen todas las acusaciones, se castigue a los responsables  y se emita una  Ley para el registro nacional de personas desaparecidas forzadas por razones políticas que obliga al Gobierno.

De modo general, podemos afirmar que Honduras vive una emergencia nacional en materia de  derechos  humanos  con  la  militarización  absoluta  de  la  seguridad  ciudadana,  y la administración Agraria mediante la emisión del Decreto inconstitucional PCMOSZ-2019, la adecuación de la ley a un modelo ocultista,  proteccionista  del crimen  organizado  en sus  diversas  manifestaciones,  y  un  estilo  de  gerencia  pública  vertical  que  arrasa  con  las libertades públicas, los derechos individuales y colectivos, y privilegia la impunidad.

En los últimos  cinco años  la sociedad  organizada hizo enormes esfuerzos por ejercer el derecho a la libre expresión en sus  diversas manifestaciones pero recibió  casi siempre criminalización por ejercerla,  de lo cual testificamos las organizaciones campesinas, de mujeres, que  denunciamos   el incremento de los feminicidios, desigualdad,  violencia de género y discriminación de la mujer, especialmente de las indígenas, de la diversidad LGTBI,
defensoras del territorio y los  bienes comunes, y las organizaciones sociales en general que   defendemos y promovemos  la  vida  y la  libertad.: y  que  como  respuesta  tenemos  184
personas  criminalizadas por razones  políticas a nivel nacional.

En conclusión, el 8 de mayo Honduras asiste al EPU 2020 sin la estructura de la Comisión Internacional contra  la Corrupción y la Impunidad, sin la gerencia de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, sin un sistema judicial capaz de juzgar en  el  territorio  a  sus  delincuentes  criminales,  sin  una  reforma  política  que  cierre  la continuidad de la crisis constitucional y sin los instrumentos suficientes que detengan el éxodo masivo de la población  hacia el Norte de América y Europa.

Estamos aquí  de frente a la prensa, funcionarios públicos, representantes diplomáticos, representantes  de  partidos políticos,  organizaciones  internacionales  y  nacionales   para ampliar  nuestra  mirada  crítica  a  las  recomendaciones  incumplidas  y  ofrecernos  a  la sociedad  con ánimo  de propuesta, con  el deseo  profundo de  contribuir a cambiar esta situación  que carboniza el presente del país.

Coalición Contra la Impunidad. Tegucigalpa, M.D.C., 04 de marzo de 2020