Hoy en el marco de nuestro 40 aniversario, la gran familia latinoamericana de familiares de detenidos-desaparecidos se reúne en la Plaza de los Pañuelos Blancos en el centro histórico de Tegucigalpa.
Estamos aquí para lanzar la apuesta del Centro Regional de Memoria Histórica con sede en Amarateca, Honduras, respaldado por Argentina, Colombia, Uruguay, Chile, México, El Salvador y Guatemala, entre otros países hermanos.
Todos estos países tienen el factor común de haber sido víctimas de la Operación Cóndor, la Mano Blanco y el Batallón 3-16, autores de genocidios en el continente bajo la tutela de la política exterior de Estados Unidos.
Un centro regional de memoria es una ofrenda al sacrificio de millares de mujeres y hombres víctimas de ese crimen cometido por los Estados bajo presión, chantaje o complicidad de las políticas terroristas del Pentágono.
Consistirá, en términos generales, en una escuela de referencia regional dentro de un país considerado “pieza clave” de las iniciativas hegemónicas del Departamento de Estado, con una ciudadela militar de portaaviones, una base naval supuestamente antinarcotráfico y una sede diplomática desproporcionada de carácter zonal.
En contraposición a esa visión de hegemonía, este histórico plantón reúne en solidaridad y hermandad las delegaciones del 19 Congreso de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (FEDEFAM), que toma Tegucigalpa como sede.
El Congreso de la FEDEFAM, del cual forma parte el Cofadeh como miembro, es un gesto de acompañamiento a los 40 años de una organización de víctimas que procura justicia educando, denunciando y gestionando libertad.
Hoy como siempre agradecidas con la vida estamos aquí con nuestros pañuelos blancos en símbolo de paz, con nuestras viejas mantas para nunca olvidar y esa demanda permanente de verdad y justicia frente al Estado.
Ni las campañas de odio movidas por los sectores responsables de la desaparición forzada, ni los robos, las infiltraciones, los ataques y atentados han podido ni podrán detener esta lucha infinita por la dignidad, la libertad y la vida.
La lucha de 40 años recomienza hoy en esta fecha como si fuera el primer día, porque para vivir hemos nacido, porque vivimos en el hogar contra el olvido, en el Museo Nacional de Memoria y avanzamos a través de la Ruta Histórica, educando contra el nunca más.
Al Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, a la cancillería del gobierno que derrotó 13 años nefastos de la dictadura del crimen organizado y a los países hermanos de nuestra causa, les llamamos a trabajar juntos con esta valentía de mujeres contra la muerte.
No teman nunca más implicarse en la causa de erradicación de la injusticia y la reparación de los daños causados por la desaparición forzada a nuestra sociedad.
Estamos reunidas para decirles gracias por el tiempo dedicado en estos 40 años y pedirles que sigan presentes sin calcular el riesgo para sostener estas pancartas y banderas de dignidad.
Con el espíritu de quienes faltan y con la sonrisa de quienes sobrevivieron, de los hechos y de los hechores: ni olvido ni perdón.
Cofadeh,
Tegucigalpa, M.D.C. 2 de diciembre de 2022