Presos políticos Edwin Espinal y Raúl Álvarez siguen en La Tolva

0
2516

Morocelí, El Paraìso.

Por Riccy Ponce
En la visita de rutina que realiza el Comité de Familiares de Detenidos desaparecidos en Honduras (COFADEH) al centro Penal conocido como «La Tolva», ubicado en Morocelí, El Paraíso, donde se encuentran recluidos dos de los 21 presos políticos, se encontraron con la sorpresa de que la carretera que conduce al centro Penal estaba totalmente militarizada.

Dora Oliva del área de acceso a la justicia del COFADEH expresó que » como todos los viernes nos trasladamos al centro Penal, ya que es el día especificado que los apoderados legales pueden hablar con nuestros representados, pero cuando llegamos nos encontramos con el traslado de algunos privados de libertad, al penal de El Pozo en llama, Santa Bárbara.

Rápidamente procedimos a averiguar de qué privados se trataba, donde constatamos que no se trataba de ninguno de los dos presos políticos allí recluidos, agregó Oliva.

La apoderada legal dijo a defensoresenlínea.com que logró entrar a hablar con Edwin Robelo Espinal y que pudo constatar la situación en la que se encuentra, ya que por las condiciones de mala alimentación, necesita vitaminas y no se le han estado administrando porque en ese centro Penal no hay quien lo haga.

Edwin fue detenido la noche del viernes 19 de enero por elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) en el bulevar Fuerzas Armadas de Tegucigalpa, cuando se trasladaba en su motocicleta.

Mientras que adentro del penal se logró hablar con el preso político, afuera el drama que vivían los familiares de los privados de libertad que estaban siendo trasladados por cuestiones de rutina, según lo informado, era inhumano, ya que al no soportar el dolor de saber que posiblemente ya no podrán ver a sus familiares, porque aunque con esfuerzo lograron obtener el carnet de visitas, no tienen el dinero para viajar hasta el penal de llama, Santa Bárbara.

El calor y la desesperación no fueron de mucha ayuda para soportar la noticia, ya que algunas de las madres se desplomaron en el caliente suelo, ante la indiferencia de los elementos militares que resguardaban el penal.