Tegucigalpa, Honduras.- Con sobreseimiento definitivo, el joven Carlos Daniel Tinoco, volvió a su hogar el pasado virenes, después de estar privado de libertad en un centro de corrección para menores, desde diciembre del 2019, acusado injustamente.
“Calín” como es conocido en su natal Choluteca, a sus 17 años es el preso político más joven criminalizado por denunciar al régimen de Juan Orlando Hernández, dejándose escuchar desde el grupo de oposición “Bastión del Sur”.
En diciembre fue acusado injustamente por haber atacado a un joven, a quien supuestamente un artefacto explosivo le dañó el rostro cuando trabajaba en la gubernamental “Villa Navideña”, en la ciudad sureña.
Después del fraude electoral del 26 de noviembre de 2017, la continuación de la dictadura también dio persecución y encarceló a más de 176 personas que salieron a protestar, según el informe Criminalizados que presentó el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).
La dirigente de Bastión del Sur, Aleyda Huete, quien fue perseguida y criminalizada en el mismo contexto de diciembre, y recibió sobreseimiento definitivo en marzo del 2020, afirmó que Calín es un joven que lucha por los sueños que él no pudo alcanzar, pero que si cree que los merecen otros niños y jóvenes, como la educación y salud pública y gratuita.
Recluido en Jalteva, Tinoco no dejó de confiar en sus ideales, y eso le permitió estar firme en su inocencia esperando el día de volver a su casa y con su hermanita que tiene capacidades especiales.
Desde niño no pudo ir a la escuela, tenía que vender frutas verduras, y creció haciendo mandados, botando basura y limpiando solares, declaró Huete, a Defensores en Linea, tras la liberación del menor, que era uno de los 11 presos políticos en la actualidad, por lo que hay 10 defensores de la tierra y territorio y opositores a la dictadura en prisión, aun en medio de una pandemia mundial que está afectando los centros penales en Honduras.
Cabe señalar que personalidades y organizaciones defensoras de derechos humanos a nivel internacional, enviaron a inicios de mayo una carta a presidentes de América, para demandar la liberación de las presas y presos políticos, cuyo único delito ha sido manifestar su rechazo a las políticas ejercidas por sus gobiernos, defender sus territorios y alzar sus voces para la defensa de los recursos naturales de sus países.
El cariño hacia Calín es generalizado, porque es un joven educado y comprometido con la lucha social, es un idealista con que es posible un país de oportunidades, y por eso nunca ha emprendido un viaje hacia el extranjero.
Su libertad nos llena de emoción, porque se ha demostrado que es inocente, que no somos responsables de lo que nos imputan, y por eso hasta mi compañero Antonio Esquivel, es preso político, concluyó la defensora de derechos humanos.
Las y los presos políticos son trabajadores, campesinos, indígenas, luchadores sociales, que han sido detenidos en el contexto de las protestas sociales o de acciones que demandan a nuestros gobiernos, en pocas palabras, un cambio de sistema para que de una vez por todas nuestros pueblos puedan vivir con dignidad, con mejor distribución de la riqueza, con salud, con educación, reforma agraria, pensiones dignas, detalla la misiva antes mencionada.
Además, durante la pandemia mundial por Vovid-19, el COFADEH y diversas organizaciones a nivel nacional e internacional han abogado por la liberación de los presos políticos en el caso de los ambientalistas de Guapinol, privados de libertad en Olanchito, Yoro; y El Porvenir, Atlántida. Así como los casos de Choluteca, donde se les vincula a supuestos hechos delictivos ejecutados desde el grupo de oposición Bastión del Sur, con el objetivo de desarticularlo.
Carlos Daniel Tinoco estuvo más de 5 meses en el Centro de Reclusión de Menores localizado en Jalteva, Francisco Morazán, falta la libertad de los presos políticos por defender el río Guapinol: Jeremías Martínez Díaz, José Daniel Márquez, Kelvin Alejandro Romero, José Abelino Cedillo, Porfirio Sorto Cedillo, Ewer Alexander Cedillo, Orbin Nahúm Hernández y Arnold Javier Alemán.
En el sur del país está Antonio Felipe Esquivel y Víctor Castillo, presos en el centro penal de Choluteca; y del docente Rommel Baldemar Herrera Portillo, interno en el Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza de Tegucigalpa.