Preso político Felipe Esquivel fue puesto en libertad y ya se encuentra con su familia

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Choluteca, Choluteca.- Ayer 27 de junio de 2020, el preso político Felipe Esquivel, fue puesto en libertad, luego de permanecer en el Centro penal de Choluteca desde el 19 de diciembre de 2019, tras ser víctima de un allanamiento en su casa, cuando supuestamente a quien iban a detener era a la defensora de Bastión del Sur, Aleida Huete, quien es su compañera de hogar, y al no encontrarse, lo detuvieron a él.

Esquivel permaneció alrededor de 6 meses en el presidio de Choluteca  luego de ser detenido supuestamente por almacenar material pirotécnico, pero la verdadera razón de  su detención es por oponerse al régimen de Juan Orlando Hernández.

Felipe con familiaresHoy, Felipe Esquivel se encuentra nuevamente en su casa al lado de sus familiares y muy contento expresó a defensoresenlinea.com “dar  gracias a Dios por estar nuevamente reunido con mi familia, todo salió bien y gracias a la ayuda de las personas amigos, familiares y organizaciones de derechos humanos como el Cofadeh (Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras) que estuvieron siempre pendiente de mí”.

Añadió que es una situación  muy difícil  el estar  recluido en un centro penal, ya que la incertidumbre permanece a diario con todos y cada uno de los privados de libertad.

“Una situación muy difícil porque la incertidumbre siempre esta apoderada de uno, de tantas cosas que se dicen, no es fácil ser un preso político encerrado por un régimen que  lo único que les interesa es hacer show mediáticos y de alguna manera asediar a las personas”.

“Estar encerrado en un centro penitenciario como en el caso de aquí de Choluteca, es una odisea, porque las condiciones son inhóspitas y uno quisiera sentir ese apoyo que normalmente  nadie tiene y gracias a COFADEH y mi familia, tenía ese respaldo moral, emocional y dicho sea de paso también legal, que  nos proporcionaron en su momento y económicamente, y doy  gracias a Dios que también estuvieron con notros eso se les agradece”, añadió.

Felipe estuvo  recluido más de seis meses en el penal de la ciudad de Choluteca, pero los últimos 3 meses que estuvo, afirma que fueron los más duros  y aprovechó para denunciar las condiciones infrahumanas que se viven en ese centro penal.

“Es una situación muy difícil porque la amenaza de una pandemia que estaba latente para con notros los privados de libertad, que no tenemos ni la protección mínima, ni poder decir una simple mascarilla desechable, ni eso nos pudo proporcionar el gobierno y en algunos medios de comunicación se dijo que ya se les había dado  mascarillas, gel de manos y toda la cuestión a los privados de libertad y yo soy testigo de eso y lo puedo declarar a donde sea, nunca nos dieron ni siquiera una mascarilla, mucho menos gel”.

Asimismo dijo que la salud en ese centro penal es precaria y casi nula.

“La atención médica es mala, pésima. Había que estar sonando un portón hasta tres o cuatro días consecutivamente para ser atendidos  y cuando llega uno a donde el doctor , le dice usted no tiene nada, usted está bien y algunos compañeros con grandes calenturas que se estaban carbonizando, y los doctores esa era la respuesta que daban.

Esquivel señala que en ese centro penal hay muchas necesidades y precariedades, y que los privados de libertad son un sector olvidado, y sobre todo en estos momentos de pandemia el hacinamiento complica la situación en la que se encuentra.

“Muy difícil el hacinamiento que se vive allí, según tengo información el centro penal fue diseñado para 400 personas y en este momento hay más de 1,000, lo que significa que en muchas de las bartolinas duermen de 30 a 35  privados en el suelo, porque  no hay ni siquiera una colchoneta para que ellos puedan  acostarse tranquilamente y poder descansar; todo es difícil, el agua es bastante limitada en tiempos de verano, allí se necesita otro pozo de agua”

La pesadilla de Felipe Esquivel después de haber permanecido en calidad de preso político por varios meses, ya terminó, ahora se encuentra con su familia, pero  hay más presos políticos que continúan pasando por la misma situación que pasó él, hay familias que aún no pueden ver a su pariente, como es el caso de los privados de libertad por el agua y la vida de Guapinol y sector San Pedro, que se encuentran recluidos en Olanchito, Yoro, y La Ceiba, Atlántida.