Luego de dos meses difíciles y agitados, la Convergencia Contra el Continuismo, asume la responsabilidad de pronunciar su palabra autónoma y crítica.
1- Seguimos poniendo nuestra confianza en el actual gobierno. El entusiasmo que representó la asistencia masiva en las urnas el pasado 28 de noviembre, aunque ha mermado, sigue presente en millones de compatriotas, y entre tantas incertidumbres y dudas, la sociedad hondureña en general, sigue depositando su confianza y sus esperanzas de cambio en el nuevo gobierno.
2- Somos conscientes de que dos meses es un tiempo extremadamente corto para definir tendencias o conclusiones en una sociedad compleja y con sus instituciones desmanteladas por una práctica corrupta y dictatorial de doce años continuos. Sin embargo, tenemos la responsabilidad de advertir elementos que de continuar así pueden establecer tendencias que definan el derrotero de los próximos meses.
3- Reconocemos en positivo las decisiones que se han tomado en el proceso de derogación de leyes y decretos que sostenían a la dictadura, como la llamada ley de Secretos, el proceso hacia la derogación de las ZEDEs, el proceso hacia la declaratoria de Honduras libre de minería a cielo abierto, la decisión del Ejecutivo de salir al paso para aliviar el alto costo de vida ante el incontrolable aumento del combustible, la decisión del Ejecutivo de medidas de austeridad que se expresen en nivelar los salarios de los distintos entes del Estado que no superen el salario de la Señora presidenta de la República, entre otras señales positivas del gobierno.
4- Nos preocupa que a dos meses, no se ha logrado establecer una comunicación fluida entre las distintas dependencias del Estado y la ciudadanía, dejando la sensación de ausencia de información y de caos en las decisiones que se van tomando. No descubrimos una estrategia coherente de información, y cuanto más complejas son las decisiones, más necesaria resulta una comunicación fluida y constante. Sin una estrategia fluida de comunicación, se acentúa la percepción de caos y de improvisación que sin duda deteriora el ambiente de confianza y credibilidad.
5- Nos preocupa el ambiente clientelar que permea las diversas dependencias del Estado, tanto a nivel central como en los departamentos y municipios. Estas relaciones clientelares bajan el nivel de profesionalismo que debería caracterizar a las diversas dependencias del Estado, y abre el severo peligro de convertir dichas dependencias en campos para prematuros proselitismos políticos, y que se sigan reproduciendo las prácticas del bipartidismo que tanto daño han hecho a la política y a la sociedad hondureña. Esta preocupación se acrecienta ante informes del nepotismo que se observa y que solo daño ocasiona a la administración pública.
6- Reconocemos los esfuerzos por atacar las estructuras de criminalidad en las cuales se sustentó la dictadura. Pero de igual manera nos preocupa el ambiente de descomposición social agudizada por la creciente criminalidad que genera miedo, zozobra y amenazas por las extorsiones y asesinatos que van ganando terreno en amplios sectores urbanos, especialmente en la costa norte hondureña y en la capital. Una estrategia integral de seguridad es urgente para detener el clima de violencia y extorsiones, evitar que se siga deteriorando la imagen del gobierno y devuelva confianza a pequeños emprendedores y luchadores de la mediana, pequeña y micro empresa.
7- Reconocemos la apertura del gobierno hacia el fomento de las relaciones con la comunidad internacional, pero nos preocupan las señales de una presencia absorbente por parte del gobierno de los Estados Unidos que se expresa en las visitas de decenas de delegaciones encabezadas por subsecretarios de Estado de muy diversas dependencias públicas de la administración estadounidense. Más nos preocupa si estas visitas y cercanías dan prioridad a una política de seguridad que pretenda involucrar al gobierno y a nuestro país en conflictos internacionales, a tal grado de revivir el triste papel de portaviones que nos asignaron en la geopolítica de Estados Unidos en las últimas décadas del siglo pasado. Estamos de acuerdo en relaciones de cooperación, de apoyo y de cordialidad con los Estados Unidos, pero en el marco del respeto a la soberanía y a la autodeterminación de los pueblos, porque solo así las relaciones serán de respeto y de complementariedad.
8- En las semanas de la transición luego del triunfo electoral, hubo una euforia de convocatorias y diálogos que anticipaba cercanía y escucha de parte del nuevo gobierno. Dos meses después, la cercanía y escucha se han tornado en distancia y decisiones inconsultas y arbitrarias. Y ha generado malestares comprensivos como el infame nombramiento del alcalde de Tocoa, Adán Fúnez como Gobernador del departamento de Colón, contraviniendo el rechazo popular hacia una persona confabulada con los mineros y que se ha declara enemigo jurado de los luchadores del ambiente liderados por los guapinoles.
9- Retomar esta cercanía, el dialogo y escucha de diversos sectores de la sociedad, y tomar decisiones importantes en base a esa escucha y no solo en base a intereses partidarios o conforme a demandas de activistas, es una necesidad si es que de verdad el gobierno quiere seguir siendo referente de esperanzas. Necesitamos más presencia y palabra de la presidenta Xiomara Castro, en tanto titular del Ejecutivo, y menos presencia y palabra de delegados y asesores que en los hechos establecen un muro frío entre la ciudadanía y una presidenta que representa confianza, sintonía y consenso entre la inmensa mayoría de la sociedad hondureña.
29 de marzo de 2022
Convergencia Contra el Continuismo
