Los vientos tórridos sobre Centroamérica han arrastrado con dificultad la densa nube naranja que sube hasta México, dejando atrás temperaturas hasta de 42 grados centígrados en varios departamentos hondureños.
El termómetro también ha marcado esta semana la temperatura social y política del país, con la renuncia del director del Seguro Social, la intervención legal del Instituto de la Propiedad y la difusión de dos informes que producen rasquiña a todo nivel.
Del clientelismo proselitista en el seguro social y de la monstruosa corrupción en el IP que se ocupe la presidenta Xiomara Castro y el Ministerio Público. Nosotros queremos referirnos al informe conflictivo del lobby internacional contra el Congreso y al sondeo de opinión presentado por el ERIC del Progreso, Yoro.
En realidad, sobre el documento de ingobernabilidad de la Asociación Social Justa, referido a la conflictividad en el país, no vamos a señalar más que su principal omisión de los conflictos generados por la estructura criminal persistente.
Hemos leído con atención el resumen público y confirmamos que, en realidad, se trata en gran medida de un juicio político en el cual no se incluyen las acciones motivadas de corrientes internas del partido de Hernández Alvarado ni del partido de las 4 cabezas liberales.
En esencia, el texto tiene el tufillo de una línea corporativa internacional encaminada a producir eclosión al interior del partido LIBRE, empujándolo a la expulsión de uno de sus precandidatos ya comprometido seriamente con las fuerzas del fascismo local.
Como lo explicó el vice canciller Gerardo Torres, la máquina corporativa internacional pretende producir en el vientre de Libre al candidato de la oposición, que intenta reimplantar el modelo criminal del prisionero de Nueva York, al que podría acompañar pronto su amigo Trump.
Este panorama es observado tranquilamente por la avenida Los Próceres, mientras su agencia internacional de recursos para el desarrollo continúa financiando el agite…
A la par de la línea de eclosión interna empujada por eso que llaman “conflictividad institucional”, el documento de la ASJ mueve la mesa del magnífico presidente del Congreso Nacional, a quien no han podido doblegar con sus índices de desempeño, de transparencia y de productividad legislativa.
Enumera el texto un decálogo de «conflictos del Congreso», así llaman a los distintos eventos de desacuerdo entre los partidos políticos, que concluyeron casi todos en acuerdos entre 2023 y 2024.
Por ejemplo, la elección de los fiscales general y adjunto, los representantes en los órganos electorales y de control, así como las principales leyes habilitantes de la CICIH.
Bueno, punto y aparte con esa matriz política bien identificada. Del sondeo del equipo de reflexión de la Compañía de Jesús sobre diferentes temas, ahí cada quien puede tomar lo suyo.
El gobierno, por ejemplo, a pesar de haber insinuado algunas dudas sobre el rigor de la metodología, en verdad no atacó a los contenidos ni a los autores. No mató el mensaje ni el mensajero. Contraria es la suerte del ingobernable documento de la ASJ, que fue desmenuzado.
En general, unos pueden leer en el sondeo del ERIC que la presidenta Xiomara Castro tiene baja calificación de diez, pero otros pueden leer en las mismas gráficas que ella reúne una sumatoria superior al 56 por ciento de aprobación entre la población consultada. Lejos de esa aparente controversia, los grandes temas de interés quedaron un poco escondidos.
Por ejemplo, que los evangélicos fundamentalistas superan en número a los católicos solidarios o que Honduras es proclive al autoritarismo y que se añora culturalmente a un caudillo que resuelva las penurias.
Es bien relevante en el sondeo, igualmente, la identificación de los sectores que influyen en los contenidos de los medios de comunicación. La gente identifica a los grupos privados, al crimen organizado, a los políticos de oposición y al gobierno, por supuesto.
Pero es curioso, al preguntar sobre la credibilidad en esos actores, el COHEP como principal agrupación privada sale raspando el piso de la desconfianza y falta de credibilidad. Igual que las organizaciones no gubernamentales de oficio.
Bueno, suficiente referencia a esta temperatura social y política que es responsabilidad del Estado y de la Sociedad impedir que sobrepase los niveles del mercurio.
Que cada quien haga lectura de los hechos con suficiente cálculo, pues no vaya a ser que nos pase como a los camarones que se duermen en las corrientes.
Honduras no está para inocencias de izquierda antilibre ni para excesos fascistoides de derecha, ni para favores gratis a la línea corporativa de desestabilización rosa ni mucho menos para el regreso del crimen organizado al servicio de esas corporaciones.
La vigilancia de la población políticamente organizada es fundamental en este momento de cara a 2025, cualquier intentona de volver a los carteles deberá ser aplastada con determinación en las calles.
Buenas noches