Tegucigalpa, Honduras. – Convencidos de estar en el lado correcto de la historia por luchar en favor de los derechos humanos y, exigir justicia para Keyla Martínez y demás mujeres víctimas de violencia, femicidios y desaparición, cinco estudiantes universitarios se presentan este miércoles 24 de febrero a Audiencia Inicial.
Eduardo: Necesitamos una reestructuración de la Policía Nacional, no es posible lo que sucedió con la compañera Keyla.
Las postas policiales son centros de tortura, ellos hacen y deshacen con quienes capturan.
Alex Mauricio Laguna Banegas (19 años), Eduardo José Molina (22 años), Josué Rafael Fonseca Rojas (27 años), Joel Edgardo Rojas (29 años) y Christopher Flores (35 años) recobraran su libertad, fueron capturados el miércoles 10 de febrero y entregados en custodia hasta la madrugada del viernes 12 al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).
Alex: mis ideales están firmes, la policía captura a quien no sigue una línea que da el gobierno.
Aquí estamos, somos inocentes.
Desde entonces permanecen en dichas instalaciones, hasta esta mañana volverán a salir, pero custodiados por policías y militares en dirección al Juzgados de Letras Penal de Tegucigalpa, en el barrio La Granja, donde se espera el acompañamiento solidario de compañeros, defensores de derechos humanos y familiares.
Los jóvenes recuerdan que estando en el Juzgado, hace dos semanas, los cantos y consignas de los compañeros estudiantes, los animaban a seguir fuertes, pese a que la noche anterior en el área denominada “la capilla” de la Jefatura Metropolitana de Policía No. 1 (UMEP #1) conocida como Core-7, fueron víctimas constantes de amenazas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, de parte agentes de la Policía Nacional.
En el COFADEH se ha creado un ambiente de camaradería, la familia de uno ahora es la familia de cinco. Ya no solo se acercan a visitar a un amigo, sino que la visita se vuelve comunitaria. La solidaridad ha sido permanente.
Joel: Corremos riesgo los jóvenes y la gente que protesta, porque el régimen impulsa una estrategia de terror y miedo.
Los temores, trastornos de sueño y algún síntoma de enfermedad también han sido tratado. Se les ha brindado atención médica y sicológica informó Berta Oliva, coordinadora general del COFADEH, organización defensora de derechos humanos que representa legalmente a los cinco universitarios.
Nos han querido convertir como en carcelaria. Es primera vez que al ofrecernos como garantes, nos den a las víctimas para tener en depósito dentro de la oficina, en otras ocasiones los dejan en sus casas, agregó la defensora.
Es una carga y una responsabilidad enorme tenerlos en la oficina, aún más en tiempos de Covid-19 y sionismo, por lo que COFADEH y las familias se organizaron para mantener medidas de seguridad y bioseguridad, manteniendo a los jóvenes en mejores condiciones y en el marco del respeto a los derechos humanos, afirmó Oliva.
Rafael: Queremos justicia por la compañera Keyla y todas las compañeras violadas, asesinadas y desaparecidas, víctimas de un sistema machista y patriarcal.
A los muchachos se les montó persecución policial tras una manifestación en el parque central de Tegucigalpa, donde un grupo de universitarias feministas compartían un acto cultural para que el crimen contra Keyla Martínez, no quede en la impunidad. Después se movilizaron hacia el Hospital Escuela. Universitario para unirse a otra protesta social. En el camino, al menos tres patrullas y dos carros sin placas, interceptaron al grupo de unas 50 personas y los jóvenes corrieron por temor, siendo alcanzados en diferentes puntos aledaños.
Los supuestos delitos por los que se acusa a los estudiantes son: lesiones, daños, incendio agravado, atentado y asociación para delinquir, informó la abogada Karol Cárdenas del área de Acceso a la Justicia del COFADEH, que forma parte del equipo legal que asumió la defensa de los cinco criminalizados, junto al abogado Alejandro Mairena del Centro de Investigación y Promoción de Derechos Humanos (CIPRODEH).
Cristofer: Gracias al equipo de COFADEH porque nos brindaron todo su apoyo y nos están ayudando a que se haga justicia.
Keyla Martínez fue víctima de suicidio bajo custodia policial el pasado 7 de febrero, en La Esperanza, Intibucá. Los estudiantes demandan una restructuración policial porque el trato contra las personas que se oponen al sistema, es inhumano.
No hay manifestaciones pacíficas, cuando una se va a manifestar se va a manifestar con todo el coraje por que ya no aguanta más. No hay manifestaciones violentas, se convierten en violentas cuando hacen ese uso de la infiltración y producto de la presencia militar y policíal que aplican esa estrategia evidenciada en las manifestaciones recientes, afirmó Berta Oliva, quien instó a la población a no tener miedo.
