Tegucigalpa, Honduras.- Migrante para conocer el mundo, futbolista, estudiante, luchador social, buen amigo y cantante, todo eso y más en un joven de 17 años, que fue asesinado en el marco de protestas convocadas por la Plataforma de lucha de la salud y Educación.
Eblin Noel Corea Maradiaga, fue alcanzado por las balas de la policía y militares, que ejecutaron una represión en la protesta social que se llevaba a cabo en la carretera desvío al municipio de Yarumela, La Paz, en el centro del país, este jueves 19 de junio.
Según información ofrecida al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), el estudiante de segundo año de bachillerato, participaba en las protestas pacificas y había sido víctima de amenazas y hostigamiento.
Su cuerpo está siendo velado en su natal pueblo, que además de jóvenes talentosos como Eblin, posee riqueza arqueológica heredada de los ancestros indígenas lencas, a menos de una hora de Tegucigalpa.
El periodista Luís Almendares, coterraneo del muchacho, confirmó el crimen ejecutado en el marco de acciones en defensa de la salud y educación, iniciadas desde finales de abril.
Así mismo, Gustavo Gálvez, periodista de La Paz, denunció que mientras Eblin jugaba sanamente al fútbol, los militares juegan a matar con balas.
Y lo describió de la siguiente manera: Eblin Noé Corea, jugador de la categoría 18, fue asesinado supuestamente por militares hace una hora.
Él era nuestro portero del equipo de «Leones de Judá», nosotros jugando sanamente a los deportes, y ellos, jugando a matar con balas.
Dios lo tenga en la gloria. Detalló Gálvez, afirmando que, esto fue en sector de Yarumela, La Paz.
Mientras que la dirigente estudiantil originaria de La Paz, Wendy García, recordó a su amigo muy activo, amable, alegre, buena gente, líder en el colegio, servicial y respetuoso. Compartimos mucho.
Entre las anécdotas que guardará en su memoria, es que, cuando salió una (de tantas) caravana (migrante), fue solo por conocer, y de México vino alegre presumiendo cosas que compró.
Eblin, siendo menor de edad, tuvo la oportunidad de huir del país, como lo hacen miles de migrantes que se van por la corrupción, violencia e inseguridad, pero volvió con la alegría que lo caracterizaba, y hoy, las fuerzas represoras del régimen de Juan Hernández, lo asesinaron.
