Tegucigalpa, Honduras.- Porque le pidieron que cumpliera con las medidas de bioseguridad para ingresar a la Península de Puerto Grande, municipio de Amapala, Valle, un agente policial atacó a Derlin Roberto Corea Cabrera, este viernes en el desvío Las Pilas, al sur del país.
El agente de apellido Lagos, está asignado a la posta policial de Puerto Grande, comunidad situada a la orilla del Golfo de Fonseca. “Se transportaba en motocicleta, vestido de civil y sin mascarilla, como exigencia mínima de bioseguridad para evitar la propagación del Coronavirus o COVID 19”, denunció un pariente de Corea.
Cerca de las 4:30 de la tarde, en el desvió de la Las Pilas que conduce a varias comunidades de la península sureña, cuatro representantes de Puerto Grande estaban de turno cuidando el retén y asegurándose que las personas que ingresen sea de la manera correcta.
No saben de qué lugar viajaba el policía, pero la preocupación aumentó en el departamento de Valle, tras confirmarse el primer caso positivo de Covid-19, en las últimas horas.
La agresión fue una muestra irracional, el policía en vez de ponerse el cubre bocas y dar el ejemplo de cuidado solidario, con el casco golpeó a Derlin en la cabeza, le dio patadas en la espalda e hizo tres disparos sin herirlo, pero claramente era una amenaza contra su vida y le quitó el teléfono celular, detalló el denunciante.
Pasadas las seis de la tarde, Derlin, de 30 años, fue llevado a la posta policial, misma donde está asignado su agresor, para interponer la denuncia contra el policía –que- vestido de civil- lo torturó y amenazó con un arma de fuego, probablemente la pistola asignada por la Secretaría de Seguridad.
La denuncia se interpuso en la posta de Puerto Grande, pero solo dejaron que entrara el muchacho, y adentro ya habían llegado policías de las ciudades de San Lorenzo, detalló uno de los acompañantes.
Fue hasta ese momento que el policía Lagos le devolvió el celular y en mal estado, agregaron en la denuncia.
Después, los familiares de Derlin, estaban viendo la forma de levarlo a una clínica médica o al Hospital de San Lorenzo a 30 kilómetros de distancia, porque temen ante los golpes en la cabeza. El policía estaba fuera de sus cabales, recalcaron ante el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), cuando solicitaron asesoramiento legal.
Cabe señalar que el departamento de Valle, hasta ayer entró a la lista de regiones afectadas por el Coronavirus en Honduras, y ya se registra un total de país 591 casos positivos de los cuales 55 fallecieron, según datos ofrecidos por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER).
Las medidas de bioseguridad se han intensificado, ya que, ante un sistema de salud tan precario, sería una catástrofe que se salga de control los contagios por el Covid-19, indicó Marlon García, integrante de la Red de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos de la zona Sur del país (REDEHSUR).
Lo representantes de las 10 comunidades que conforman la Península de Zacate Grande, habían acordado organizar un patronato sectorial, desde antes de la imposición del toque de queda, bajo el Decreto Legislativo PCM 021-2020 del 16 de marzo pasado, que hoy se cumple 40 días de encierro y movilidad segmentada solo por casos de emergencia.
Y siguiendo esa idea, se han organizado en turnos de vigilancia por comunidades, hoy le tocaba el turno a Puerto Grande, sin saber que al finalizar el día, uno de sus compañeros estaría golpeado por defender las medidas de bioseguridad, que un policía preventivo, no quiso acatar.
El COFADEH, ha denunciado el abuso policial y militar ejercido con la suspensión de garantías constitucionales, desde que se emitió el PCM 021-2020, con la supuesta finalidad de evitar la propagación del Covod-19. Aún más, cuando la Secretaría de Seguridad es la encargada de divulgar información del régimen que dirige Juan Orlando Hernández, y las Fuerzas Armadas las que reparten alimentos.
Ataques reiterados durante la cuarentena
Cabe señalar que ayer, en las Metalias, Tela, departamento de Atlántida, un grupo de militares repartían las “bolsas solidarias” una pequeña provisión de alimentos, cuando pobladores enardecidos protestaron porque la entrega no llegó a ellos, y el hambre no distingue a nadie, peor aún, en la sexta semana de toque de queda. Entonces los agentes de seguridad pública reprimieron con gases lacrimógenos y balas, hiriendo a dos personas en la cabeza y el brazo; y cinco manifestantes fueron capturados.
Y esta tarde, a través del canal de televisión Hable Como Habla (HCH), se informó que, en la ciudad de Omoa, departamento de Cortés, la Policía Militar disparó contra dos muchachos en un retén, que tiene el mismo objetivo, evitar el libre tránsito de personas y que se propague el Coronavirus.
Los nombres de las víctimas son Marvin Rolando Alvarado Santiago y Héctor Arturo Alvarado Santiago, confirmando que son hermanos, cuando ingresaban al Hospital de Puerto Cortés.
Estos hechos se dieron en la costa norte de Honduras, región más afectada por el Coronavirus, especialmente el departamento de Cortés que registra el 73.1 por ciento de los casos positivos, y el mayor número de víctimas mortales, según fuentes oficiales.