Giorgio Trucchi l Rel-Uita
Esta semana, el joven maestro y preso político Rommel Herrera Portillo fue evaluado por un médico psiquiatra designado como perito por el tribunal, para determinar su condición mental y evaluar si podrá continuar su tratamiento de forma ambulatoria.
Rommel fue detenido el 31 de mayo del año pasado en el marco de una movilización de médicos y maestros. Fue víctima del falso positivo de la quema de unas llantas en la entrada de la embajada estadounidense en Tegucigalpa.
Acusado de los delitos de incendio agravado y daños, pasó injustificadamente casi cinco meses en una cárcel de máxima seguridad, hasta que en octubre de 2019 fue trasladado al hospital psiquiátrico “Mario Mendoza”.
La decisión fue tomada por el juez a raíz del dictamen de Medicina Forense, donde se evidenciaba “daño psiquiátrico condicionado por el aparecimiento de trastorno mixto de ansiedad y depresión”.
El equipo de defensa ha solicitado, en múltiples ocasiones, la revisión de las medidas cautelares para que el joven maestro pueda defenderse en libertad, calado en un ambiente familiar que le ayude psicológicamente.
Hasta el momento todas las solicitudes han sido rechazadas.
Bajo el ala del Cofadeh
En el marco de este nuevo proceso de revisión de medidas, el equipo defensor solicitó que a Rommel se le permita continuar su tratamiento de manera ambulatoria, bajo la responsabilidad del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh).
“El tribunal pide que se actualice la información sobre el estado mental de nuestro representado, y que el perito dé su opinión sobre un posible tratamiento ambulatorio”, explicó Karol Cárdenas, abogada del Cofadeh.
“Consideramos que ha transcurrido un tiempo prudencial en el cual Rommel ha cumplido la medida cautelar de internamiento, y que ahora necesita reencontrarse con la vida al exterior.
Al tribunal le estamos garantizando que va a continuar con su tratamiento y atención psicológica, pero en consulta externa del hospital psiquiátrico”, detalló Cárdenas.
Lamentablemente y faltando al principio de objetividad, tanto el Ministerio Público como la abogada acusadora que representa a la embajada estadounidense volvieron a solicitar el encarcelamiento del joven maestro.
Desde su detención hace casi 18 meses ha quedado claro que el gobierno de Honduras está usando el encarcelamiento de Rommel Herrera y demás presos políticos, como los ocho defensores del agua de Guapinol, para engendrar miedo en todas aquellas personas que luchan en las calles reivindicando derechos.
“Vamos a esperar el resultado de la evaluación del perito para luego proceder con la solicitud de revisión de medidas”, concluyó la abogada del Cofadeh.