Tegucigalpa.- Luego de que este día se anunciará el cierre de varias ciudades como medida de prevención para evitar la propagación del Coronavirus (COVID-19), incluyendo a El Progreso, Yoro, el padre jesuita Ismael Moreno, quién es director de Radio Progreso y parte de la Coordinación Nacional de la Convergencia Contra el Continuismo, expresó que «nosotros estamos aquí en modo de cerco, estamos cercados, en la ciudad de El Progreso, que probablemente es una de las áreas urbanas que tiene más entradas y salidas, porque tenemos al sur a Yoro, tenemos salidas hacia el oeste que es a San Pedro Sula y salidas al norte que es hacia Tela y el Atlántico hondureño”.
«Por lo tanto somos una ciudad que está en constante comunicación, porque gran parte o un porcentaje importante de la población de El Progreso, trabaja en San Pedro Sula, de muy diversas maneras, en oficinas o incluso en el comercio informal por lo que representa esa ciudad», añadió.
Así mismo dijo que está decisión de cercar la ciudad es un golpe frontal a la economía que está conformada por una población que se dedica a la economía informal.
«Es un golpe muy fuerte y si la gente está con una creciente incertidumbre, continuar con un tipo de medidas así, tan drásticas, a la fuerza, puede generar un boomerang, es decir, que la gente tenga miedo al hambre, a esa incertidumbre y además, tiene miedo al futuro, no solo al virus que es lo que está en el ambiente, si no que cada vez va teniendo más miedo a si va a comer mañana o no, o sea aquí estamos hablando de gente empobrecida, gente que vive del día a día».
El sacerdote agregó que «esa es la gran preocupación para esta ciudad de El Progreso, pero que se unen con la angustia y la preocupación de muchas otras ciudades, como la propia Capital, La Ceiba, Choluteca o San Pedro Sula”
Agregó que “estamos en un tiempo de calamidad y como que el régimen se ha dedicado a utilizar esta situación ambiental del virus para tomar decisiones de fuerza y generar un ambiente de miedo, y el encierro unido al miedo, puede ser muy explosivo y puede generar dinámicas incontrolables para la sociedad hondureña”.
El padre Ismael Moreno añadió que la pregunta que él se hace, al igual que una gran parte de los hondureños, en torno a la cantidad de dinero destinada para combatir el COVID 19 y el uso que se le está dando, qué está haciendo con ese dinero, estamos hablando de cerca de 2000 millones de lempiras, una cantidad exorbitante de dinero y lo que nosotros observamos son carencias y una cantidad de cadena nacionales cargadas de miedo, de amenazas y de medidas de fuerza, pero no informan, por lo tanto yo creo que tenemos la obligación de emplazar al régimen para un informe sobre el uso que están dando esas millonarias cantidades aprobadas.
El sacerdote hondureño emplazó al señor Juan Orlando Hernández que acepte la creación de una comisión que sea liderada por el Colegio Médico, para que conduzca la emergencia y para que audite los fondos, porque nosotros no tenemos la más mínima confianza en el destino de los mismos, estando en manos de los cachurecos de este régimen que ha sido experto en saquear, en robar y mentir.
De igual manera Edwin Hernández, presidente del Colegio de Pedagogos de Honduras (Colpedagogosh), expresó que «definitivamente la situación del COVID-19 se está poniendo un tanto dramática, en primer lugar porque este gobierno es especialista en meternos miedo y está aprovechando la enfermedad para seguir vendiéndonos este miedo, que al final lo que sigue es la histeria colectiva en la población”.
«Consideramos que no se están cumpliendo las medidas necesarias, todo está siendo tomado tardío y sobre todo que al personal médico y a todo el personal de salud no se les están dando los implementos necesarios para atender a los pacientes en este sentido», afirmó.
El presidente de Colpedagogosh añadió que «están llenando la Villa Olímpica de supuestas personas que pueden tener la enfermedad, pero al mismo tiempo están siendo abandonados, solamente los están yendo a tirar a los espacios físicos de la Villa, pero no se le está dando el trato necesario a la comunidad”.
Agregó que «yo creo que el estado de Honduras tiene que tomar en serio esta situación y sobre todo dar las estadísticas verdaderas, no estar ocultando los datos para que la población pueda tener la calma necesaria.
Asimismo sostuvo que por otro lado la militarización de la sociedad por medio de la suspensión de garantías constitucionales, es un pretexto más del régimen para tener encerrado al pueblo hondureño, sobre todo después de esa salvajada que cometieron en el Congreso Nacional para aprobar la ley que prácticamente terceriza todos los servicios de salud.
Hasta hoy 18 de marzo se reportaban nueve casos de COVID -19, pero en horas de la tarde se elevó a 12, por lo que para evitar su propagación al menos 18 ciudades hondureñas han cerrado sus entradas y salidas.