Tegucigalpa.- El sacerdote jesuita James Francis Carney, quien adoptó el nombre de “Padre Guadalupe” desapareció en Honduras el 16 de septiembre de 1983 junto a una columna guerrillera.
El padre Guadalupe era el capellán de dicha columna que había ingresado a territorio hondureño procedente de Nicaragua. El grupo fue capturado por el ejército de Honduras y el Padre Guadalupe y gran parte de sus miembros desaparecieron.
En 1988 un ex-sargento hondureño dijo que él había interrogado a Carney y que el padre luego fue asesinado. Años después, un líder campesino dio testimonio que él había visto a Carney en septiembre de 1983 en detención militar.
El 26 de mayo de 1998 el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras y familiares del Padre Guadalupe, se manifestaron frente a la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa para exigir la desclasificación de los documentos que arrojarían la verdad de los hechos.
Lo más chocante de los textos entregados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Pentágono, era que una cantidad extraordinaria del escrito estaba tachado.
En aquella oportunidad se exigió un “informe sin borrones”.
Por su parte John Patrick Carney, hermano del padre Guadalupe, expresó que “vengo frustrado por la escasez de ayuda de las agencias gubernamentales, especialmente la CIA y el Departamento de la Defensa”.
Hemos gastado tanto tiempo haciendo llamadas por teléfono pidiendo cartas y enviando e-mails y faxes, tratando de obtener ayuda oficial con el propósito de penetrar el velo del secreto que con impunidad se esconden en páginas tras páginas tachadas o borradas, expuso Carney.
Para luego preguntarse ¿qué he tenido por mis esfuerzos?, nada, contestó.
“No tengo nada señor presidente Clinton, estoy frustrado, estoy enojado, pero a pesar de todo esto, estoy animado de formar parte de estos eventos en Honduras. Nuestra familia sigue siendo solidaria con la infatigable búsqueda de la verdad y la justicia”, manifestó John Patrick Carney.
Al cumplirse 40 años de su detención y desaparición forzada del padre Guadalupe, el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) de la Compañía de Jesús y Radio Progreso, organizaron una feria agro-ecológica, una caminata para exigir verdad y justicia sobre este caso, una misa y un concierto en memoria del padre Guadalupe y 86 combatientes revolucionarios desaparecidos junto con el sacerdote.
La Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha Oliva como organización fraterna y de víctimas de los detenidos desaparecidos por la aplicación de la Doctrina de Seguridad Nacional, ejecutada en la década de los años 80´s, acompañó las actividades realizadas el pasado 16 de septiembre en la ciudad de El Progreso, Yoro.
La Coordinadora General del COFADEH, Bertha Oliva dijo que dentro de nuestros seres amados que son los detenidos desaparecidos, está el padre Guadalupe Carney y los cien hombres que lo acompañaban, menos 14 que están vivos.
En esa época enfrentábamos la doctrina de seguridad nacional con las secuelas más despiadadas que la historia de Honduras registra con las desapariciones forzadas de seres humanos, que en nuestra mente no procesábamos en aquel momento, porque no podíamos pensar que se estaba dando una situación de esta naturaleza, y a medida que nosotras investigábamos qué era lo que pasaba, nos dábamos cuenta que estábamos frente a un terrorismo de estado, sostuvo.
Fue un horror que nuestras mentes no podían procesar y estar entonces aquí hoy en una fecha tan especial, tan emblemática como es conmemorar la vida y obra de Guadalupe, es conmemorar la vida y obra de todos esos hombres y esas mujeres que decidieron dar la vida para que nosotros tuviéramos un nivel de conciencia de clase aquilatada, señaló Oliva.
Oliva indicó que a medida que van pasando los años, las fuerzas de la sociedad y el pueblo hondureño en su conjunto, se movilizan hoy.
“Hemos visto rostros de personas que ni siquiera nos imagináramos encontrar. Esa es la fuerza de los detenidos desaparecidos, esa es la fuerza del padre Guadalupe, que nos está indicando que debemos unificarnos, que nos está indicando que ellos están monitoreando nuestro quehacer y nuestra dinámica. Ellos nos están indicando que debemos hermanarnos, que debemos alinear nuestro accionar”, señaló la reconocida defensora de los derechos humanos.
Bertha Oliva dijo que ese accionar debe estar encaminado con el tema de la memoria histórica. La memoria es en la actualidad lo más importante que nosotros podemos tener y que podemos defender. Sin memoria la gente se expone para que los verdugos cometan los mismos hechos que cometieron en los años ochenta.
Nosotras con el acompañamiento político de las compañeras de Memoria Abierta de Argentina y el apoyo técnico del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), estamos impulsando una propuesta de Ley Integral de Víctimas de la Doctrina de Seguridad Nacional, porque aunque hayan pasado 40 años, hay una deuda pendiente y nosotras exigimos respuestas.
La columna del padre Guadalupe era una columna de fuerza social armada, hay que decirlo, porque en ese momento se tenía que defender la patria a como diera lugar, explicó.
En esencia yo creo que este encuentro y nuestros detenidos desaparecidos y nuestros mártires, nos están demandando cada día que seamos coherentes con lo que ellos fueron, por eso creo que el tema de la memoria es una cosa que no debemos claudicar porque nos asiste todo el derecho y cualquier gobierno que se muestre indiferente frente a la reclamación de los familiares de las víctimas, realmente no está haciendo una acción encaminada a desenterrar para esclarecer la verdad y aplicar justicia, sostuvo.
“Si esto no se resuelve, en nuestro país se repetirá la historia como se repitió en 2009 con toda la violencia y todo lo que se generó con el golpe militar de estado. Por eso la tarea es organizar, capacitar y articular”.
Como decía Tomás Nativí : Hay que articularnos en células urbanas y células rurales. Esas células eran para que se discutiera, analizara, se articularan y que fueran una sola voz para cambiar las cosas.
Por otra parte Bertha Oliva señaló que es necesario educar sobre esa memoria histórica a las nuevas generaciones.
Es necesario que se vaya concientizando al pueblo en el sentido que la memoria es un deber, que la memoria es un derecho y que tienen que resolvernos más temprano que tarde, ese problema de indiferencia que se ha venido acumulando sobre los detenidos desaparecidos y sobre el padre Guadalupe Carney y 86 desaparecidos, ya que 14 traicionaron o se rindieron por temor.
Hermanos y hermanas, nosotras no nos cansamos, porque está prohibido cansarnos. Para el COFADEH, para esta servidora, hemos dicho que no tenemos prisa por olvidar a nuestros detenidos desaparecidos, al contrario tenemos necesidad de saber. Nuestra línea está trazada y es la de buscar verdad y justicia para reconstruir el país en el tema de los derechos humanos.
Por su parte, Karla Maldonado, hija de Jorge Alberto Maldonado, integrante de la columna guerrillera cuyo capellán fue el padre Guadalupe, dijo a www.defensoresenlínea.com que el mes de septiembre está lleno de distintos sentimientos dentro de su familia.
“Es el mes en el que mi papá desapareció y murió. Le dijeron a mi mamá lo que había ocurrido con mi papá. Fue tan traumático con nuestra familia porque por un lado no lo creíamos y por otro, mi mamá deseaba encontrarlo y buscaba los medios para poder saber de él y conforme pasó el tiempo, hemos crecido y envejecido y hemos visto cuán duro ha sido todo este tiempo”, comentó Maldonado.
Aún ahora, después de tanto tiempo, nos sigue afectando, porque es triste no saber dónde está. No sé qué es lo que ganan después de 40 años ocultando la verdad, se preguntó.
“Mi madre puso la denuncia ante la Fiscalía, hizo los trámites necesarios pero después de tanto tiempo, todavía no sabemos nada de él. Ojalá que podamos solucionar algunos huecos en nuestra historia, para que estos hechos no se vuelvan a repetir, porque si no, de una u otra manera, se vuelven a repetir y son generaciones nuevas las que sufren las consecuencias. Amo a mi papá, lo voy a seguir amando y tengo la añoranza de volverlo a ver”, expresó Karla Maldonado.
La jornada en memoria del padre Guadalupe inició el sábado 16 de septiembre en el Centro Técnico Loyola y Radio Progreso, con una feria agro-ecológica en horas de la mañana, luego una caminata, posteriormente una misa y concluyó con el concierto “Padre Guadalupe, 40 años después, memoria vigente”, con la participación de la canta-autora hondureña Karla Lara y el grupo cubano Buena Fé.
