Texto: Sandra Rodríguez
Tegucigalpa.- La camisa de José David Ramos Lambert y la bandera del partido Libertad y Refundación (LIBRE) ya no sólo eran rojas por el color de la tela, sino por su sangre derramada al ser atacado durante una protesta, el 01 de diciembre del 2017.
Esa tarde de lucha y resistencia contra el fraude electoral que impuso en el poder a Juan Orlando Hernández, cambió la vida de la familia Ramos, especialmente de un niño que ahora quedó a cargo de su abuelo.
David Ramos, papá de José, continúa a la espera de que se haga justicia, pues su hijo figura entre las 34 víctimas asesinadas políticas entre el 26 de noviembre del 2017 y enero del 2018, que registra el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).
Ramos Lambert trabajaba en la fábrica textilera canadiense “Gildan” Río Nance, en Choloma, Cortés. El día ese día salió de turno y decidió irse a la lucha social en la colonia López Arellano, de San Pedro Sula, recordó su papá, quien era acompañado de su nieto Juan, de ocho años.
Había una manifestación igual que en todo el país por la oposición al continuismo el viernes 01 de diciembre, en eso una rastra intentó romper el cerco policial y los uniformados empezaron a disparar a lo loco y es cuando una bala alcanzó a mi hijo y le quitó la vida. Esa noche el régimen ordenó un toque de queda con el Decreto Ejecutivo
Don David asegura que, quienes dispararon fueron los policías militares. De las 34 victimas mortales en ese periodo post fraude, 23 son responsabilidad de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), según el OCFADEH.
El joven de 22 años vestía una camisa roja, una bandera de LIBRE en la espalda, así fue alcanzado por las balas de la policía-militar y llevado al hospital “Mario Catarino Rivas”, donde expiró.
Además de su convicción por defender la patria, era muy aficionado al deporte, un padre muy cariñoso, un hijo ejemplar y muy cercano a la familia, por lo que el vacío de su ausencia es enorme.
David Ramos relató que, ese día -asesinato- se fue con un grupo de unos 30 jóvenes a la manifestación, eran como las 12 mediodía y a las tres o cuatro de la tarde los amigos llegaron a la casa y me avisaron que lo habían baleado, pero cuando llegué al -hospital- Catarino Rivas, ya había muerto.
Le vi un disparo en el cabeza, pero tenía más disparos, en los informes que me han dado dice “una bala le tocó el cerebro”, aseguró.
Las balas militares dejan un niño huérfano, a cargo de su abuelo, “por él debo luchar para sacarlo adelante”.
El niño se pierde entre los recuerdos, a veces se pone a llorar, el 18 de enero cumplió años y su papá ya no estuvo para celebrarle la vida, fue un día muy triste para el menor que le cuesta asimilar ¿Por qué mataron a su papá?
“He andado buscando justicia, me han dicho que el caso está en proceso de Investigación, fui a la Fiscalía Especial de Derechos Humanos”, pero la búsqueda continúa para el padre de Ramos Lamber.
“Quiero que lo que ando haciendo no se quede en vano, quiero que en este país se haga justicia, no es justo que tantas muertes que ha habido se queden como que matan un animal”.
Hizo un llamado a quien rige el poder para que cese con la ordenanza de matar a la gente que se manifiestan contra de lo anormal que está pasando en este país.
Y, como parte afectada le estoy diciendo que se ponga la mano en la conciencia de lo que ha mandado hacer, a Juan Orlando Hernández le digo que ha dejado un hogar sin el único varón que tenía un trabajo formal.
Don David Ramos aseguró que “me siguió los pasaos porque en todo momento me gustó luchar por mis derechos, nunca me gustó ser pisoteado y por eso él siguió el ejemplo mío, y con tan mala suerte que fue poco lo que pudo hacer por este país”
Agregó que él anduvo defendiendo la lucha pacífica en el golpe de Estado del año 2009, del cual el COFADEH registra 130 asesinatos policiacos, que siguen en la impunidad. “Para mi hijo era lo más bellos de mi casa”.
Ese día fueron asesinados cuatro manifestantes José David Ramos Lambert (22), Roger Alberto Vásquez Reyes (35), Víctor Evelio Martínez Álvarez (23) y otro que no fue identificado. Vásquez Reyes y Martínez Álvarez, fallecieron al instante, mientras que Ramos Lamber y el otro que no fue identificado fallecieron al llegar al Hospital Mario Catarino Rivas (La Tribuna).