¡OH, MAGIA BLANCA!

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Casi 6 millones de personas adultas, mayores de 18 años, están convocadas este domingo a elegir sus corporaciones municipales, su listado de diputaciones, su candidatura presidencial favorita y las autoridades internas en tres partidos políticos, Liberal, Nacional, Libre.

Es la primera vez que este evento primario tiene observación internacional del sistema biométrico de control, y es la primera vez que ninguno de los partidos jurásicos está al frente del gobierno al momento de su realización.

El partido Libertad y Refundación, nacido del golpe de 2009 y del golpismo que se extendió hasta 2022, dirige el Estado desde 2022 y éste es el primer proceso primario que gerencia sin tener mayoría en los organismos electorales.

No tener mayoría en esos organismos y en todos los poderes del Estado, no le ha impedido sin embargo a esta tercera fuerza política, integrar la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público y el Consejo Nacional Electoral. Y eso se considera sui géneris.

En esta víspera de la consulta electoral de mañana vemos además tres realidades a confirmar. La presencia nostálgica del prisionero JOH en las filas del Partido Nacional conduciendo con mano dura la candidatura de su mujer desde una cárcel de máxima seguridad.

Los azules, sin dirigir las reglas del mercado electoral después de 12 años y medio de absolutismo, enfrentan como organización la incertidumbre de preservar su base dura de 950 mil electores en primarias.

¿Es que esta organización crecerá arriba de esa cifra o tendrá que aceptar el peso del crimen organizado y la condena a JOH en el interior de sus bases, y buscar aliarse a los escombros liberales para sobrevivir o morir abrazados como siameses?

En el partido liberal buscaremos las respuestas a la segunda realidad planteada. La falta de un liderazgo o de un elector fuerte como Rodas, Villeda, Rosuco o Caflofa, conduce a los rojiblancos a la chirinola de un camaleón emponzoñado y una garza vanidosa que porfía en convertirse en la reina del pantanal.

Los liberales, que hicieron la mayor inversión de fondos en esta campaña 2025, sufren desde anteayer una crisis de confianza y credibilidad interna, que estaba reservada para la próxima semana al conocerse los resultados de la papeleta presidencial.

Una grabación de la coordinadora de campaña de Jorge Cálix, Fabiola Abudoj, planificando con desconocidos la destrucción de los aparatos biométricos para dejar manos libres a sus representantes de mesa y fraudear actas en departamentos clave, enfureció a Salvador Nasrrala quien se fue directo con su denuncia al Ministerio Público.

Fabiola culpa a la Inteligencia Artificial, Cálix culpa al partido Libre de empujar esta situación para favorecer su posición, pero Salvador culpa a todos de conspirar contra su quinto sueño de ser el señor emperador de todos los reinos de estas Hibueras.

La tercera realidad a confirmar es si el estallido de estas realidades en el rostro de la democracia electoral de Honduras conducirán hacia la transformación desde sus entrañas. Una revolución tranquila ha comenzado a despertarse.

El bipartidismo está muriendo, en gran parte porque las élites golpistas que lo implican en la criminalidad de sus maras y de sus carteles, están huyendo del escenario, y posicionándose.

Para la nueva fuerza política hegemónica que está viniendo, el desafío es conducir esta sociedad hacia un nivel de desarrollo que dignifique al pueblo y, de preferencia, que no construya una nueva élite vulgar, asna, asesina ni gorda como ha descrito el poeta Dalton.
En el Día Nacional de la Memoria, Día Internacional de la Mujer, ayer, así lo dijo el COFADEH en su plantón del primer viernes del mes de marzo.

“Nada es fortuito. Nuestra presencia coincide esta semana con la víspera de la elección primaria en tres partidos políticos este domingo, y la decisión judicial de regresar tres generales golpistas a la prisión nacional.

El juicio por el asesinato de Isy Obed Murillo, ampliado a 13 víctimas más del 5 de julio de 2009, debe alcanzar igualmente a otros victimarios agazapados en el conveniente silencio de la impunidad. Y así lo exigimos.

Impulsar el juicio contra los militares y los civiles jefes que conspiraron para cometer el crimen del golpe de Estado es un deber ético de la sociedad hondureña y una responsabilidad ineludible del Estado.

Realizar elecciones limpias, seguras, transparentes y participativas es también un deber y un derecho de Honduras, sin conceder un milímetro a los criminales del cloro magia blanca, del helio abultador o de la lija borra huellas que nos amenaza hoy. Eso que empezó como enojo en un movimiento, que no termine en vergüenza para el país”.

Que así sea, buenas noches