Tegucigalpa.- “Cada vez que llega un nuevo aniversario de la desaparición de mi papá, hay una novedad sobre su caso. Esta vez son dos: en Honduras, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) y la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) están preparando una Ley de Memoria que se presentará el 30 de agosto, y aquí en Argentina un equipo de la Secretaría de Derechos Humanos está haciendo un informe sobre el asesoramiento militar argentino en Honduras. Nosotros, con Camila Gramajo y Ainhoita, su nieta, lo recordaremos a nuestra manera a 42 años de su secuestro en Tegucigalpa, Honduras, el 8 de agosto de 1981”.
Con estas palabras recordó Emiliano Balerini Casal a su padre Carlos Balerini García, desaparecido en Honduras en 1981, específicamente en Tegucigalpa, por las Fuerzas Armadas, que lo capturaron alrededor del estadio de fútbol de la capital, y que fue registrado por los militares como Jorge Manuel Morales Alvarado, de nacionalidad ecuatoriana.
A 42 años de su detención y posterior desaparición, Emiliano siempre tiene presente que desde que supo lo ocurrido con su pare, debía buscar más y más información que lo llevara a la verdad y a obtener justicia.
“No recuerdo las palabras exactas que me dijo mamá cuando me enteré de su desaparición, lo que si recuerdo es que desde que era muy chico supe el tema y estuve interesado en buscar cada vez más información”, manifestó.
Agregó que “mi padre fue secuestrado en un operativo que inició el 5 de agosto y terminó el 8 de ese mismo mes y que se realizó en las ciudades de Tegucigalpa, San Pedro Sula y San Lorenzo”.
“Mi padre nació en la ciudad de Buenos Aires Argentina un 12 de febrero de 1952”, añadió.
En una comparecencia en Voces Contra El Olvido, programa radial producido por el COFADEH, Balerini Casal destacó que el Estado argentino mantenía asesores militares y civiles en Honduras, El Salvador y Guatemala y que había intercambio militar permanente.
En esa comparecencia, añadió que “crecer sin mi padre fue muy difícil”.
Recordó que con sus amigos tenía dos juegos, uno en el que viajaba a Tegucigalpa con un grupo de amigos a liberar a su padre y que se lo llevaba para México donde estaban residiendo, y el otro juego era que me iba con sus amigos en un comando militar a un cementerio de Tegucigalpa que estaba vigilado por militares y sacaba la urna de él y se la llevaba para México.
En esa emisión del programa radial añadió que “los primeros años tuve mucha molestia porque no entendía porque había salido a militar y después de pasado el tiempo me di cuenta de por qué decidió militar y de por qué era importante para él la militancia”.
En seguida confesó que “eso me permitió entender también que no era el único hijo de un desaparecido y me permitió reconciliarme con la historia de mi padre”.
Inicié una investigación muy larga que empieza en 2006 para conocer cómo fue secuestrado, quiénes lo secuestraron y los motivos del secuestro y la participación de Argentina en Honduras, comentó Emiliano Balerini Casal.
“Yo creo que el estado argentino tiene una gran deuda con Honduras y con el pueblo hondureño respecto al desaparecimiento de mi padre. La dictadura argentina asesoró militarmente a Honduras, a la Fuerza de Seguridad Pública (FUSEP) y la Dirección de Investigación Nacional (DNI)”, sostuvo.
Balerini Casal dijo que durante las desapariciones estaba el general Gustavo Álvarez Martínez (jefe de las Fuerzas Armadas de aquella época) y Alexander Hernández, uno de los militares que estuvo a cargo de la DNI.
Respecto la propuesta de ley integral que está trabajando el COFADEH, Balerini señaló que eso les genera esperanza a familiares de los y las detenidas desaparecidas.
“Respecto la ley que está promoviendo el Cofadeh en Honduras me parece un proyecto muy importante, que nos abriga una nueva esperanza para los familiares de desaparecidos, que estamos esperando algún tipo de respuesta del Estado hondureño ante lo sucedido”.