En la plaza de los Pañuelos Blancos comparecen, como cada primer viernes de mes, las madres, esposas y amigos de las víctimas de la doctrina de seguridad nacional (1980-1995), para expresar lo siguiente:
Comenzamos un nuevo año en esta plaza con la satisfacción de haber transitado a través de 2023 un tiempo ocupado en propuestas relevantes para la vida del Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras.
La elaboración participativa de una propuesta de ley de reparación integral para las víctimas de la desaparición forzada en Honduras, así como la instalación de una exposición itinerante de memoria para dignificar las víctimas de la doctrina de seguridad nacional en la antigua Casa Presidencial.
De particular relevancia fue la apertura de la primera fase del Museo Nacional contra el Olvido en Amarateca, Francisco Morazán, como parte de un largo proceso que inició en 1995.
En 2024 tenemos las grandes tareas de informar al Congreso Nacional, que deberá reinstalarse del modo que el pueblo decida, sobre los contenidos legales que favorezcan las rectificaciones históricas del Estado, la reparación y la justicia para las víctimas.
Así como no ha sido fácil la identificación del destino de las víctimas y la identidad de los victimarios de 1980 a 1995, tampoco será fácil la reunión del consenso entre los dolientes de aquellos hechos imprescriptibles, y no menos lo será el acuerdo de una visión integral de futuro que dificulte al Estado la posibilidad de dividir para dispersar.
En ese esfuerzo por alcanzar la justicia transicional no daremos paso, mientras ello sea posible, ni a sentimientos de venganza o de odio, ni a rencillas personales separatistas que inconen el pasado como arma de venganza política.
En el camino hacia una cultura de memoria que impida el olvido seguimos andando desde las experiencias de Guatemala, El Salvador, México, Colombia, Argentina y Chile, particularmente, para hacer de una casa de terror un centro de amor… de una cámara de tortura, una sala de investigación y reflexión para la acción.
Deseamos que este año nuevo sea la cintura de un primer período de rectificaciones compartidas entre el Estado y la Sociedad, de profundización de la exigencia popular contra la impunidad, y la continuidad de un proceso de más largo juelgo que asegure los postulados de la resistencia nacional al golpismo y al modelo narco.
De los hechos y de los hechores, ni olvido ni perdón
Cofadeh
Tegucigalpa, M.D.C., 5 de enero de 2024