NO EN NUESTRO NOMBRE

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No estamos presenciando en tele una exhibición de fuegos artificiales ni asistimos a una película futurista o de ciencia ficción en el territorio de Palestina, en el Oriente Medio.

La extrema derecha israelí de Benjamín Netanyahu, en alianza sionista con la armada estadounidense, está cometiendo una masacre militar contra la población de Gaza ante los ojos de la humanidad, y la televisión está diciendo otra cosa.

Eso que estamos viendo no es ni el derecho a la defensa del Estado nómada ni una guerra convencional contra la resistencia armada de Hamás, eso es puro terrorismo estatal actuando como siempre en nombre de un dios violento y en nombre de una raza que se cree superior.

El sionismo como autodeterminación forzada del Estado y pueblo judío frente a la larga historia de odio, persecución y discriminación no justifica lo que estamos viendo hoy.

Contra esa forma de sionismo, judíos en todo el mundo se han manifestado frente a los gobiernos occidentales azuzadores de la violencia contra Palestina, debiendo aclarar ni antisemitas ni pro-Hamás.

En Washington, en el interior del Capitolio, judíos estadounidenses exigieron el miércoles al presidente Biden y a los legisladores que detengan el bombardeo de templos, la voladura de hospitales y la persecución de niñas y niños musulmanes. No en nuestro nombre, gritaban. Dejen vivir a Gaza.

En San Pedro Sula, Honduras, igualmente, la comunidad palestina y judíos no sionistas realizaron manifestaciones esta semana contra el genocidio impulsado por el Comité de Guerra israelí con apoyo de Estados Unidos.

En términos geoestratégicos, la desnutrición ética y política de Netanyahu se recompone internamente con el nacionalismo patriotero a costa de miles de palestinos muertos y casi medio millón de niñas y niños desplazados al sur. Se descompone, sin embargo, su equilibrio a nivel del mundo árabe e incluso en Latinoamérica. Colombia ha roto relaciones y traslada su embajada a la capital palestina, Viva Petro.

También la fracasada guerra de Estados Unidos contra Rusia en Ucrania se recompone convenientemente para el frágil Biden, que se cae en las proyecciones electorales en un país guerrerista endeudado hasta la coronilla, y se desplaza lejos hacia las fronteras de Irán.

A nosotras como organización de derechos humanos nos importa denunciar el papel perturbador de este “juez universal” a quien nadie le ha concedido superpoderes para intervenir la vida de ninguna Nación del Mundo.

La arrogancia de Israel sin los portaviones del Pentágono sería pulverizada por sus vecinos árabes opuestos a esa versión inversa de holocausto en Gaza, y eso sí debería ser investigado y denunciado por el mundo occidental porque lo que vemos se parece a Hiroshima y Nagasaki.

A nosotras nos compete como organización víctima del terrorismo de Estado de 1980 denunciar los daños directos e indirectos provocados por Reagan, Kissinger y Negroponte en nuestro territorio, por pretender anexiones como protectorados, Zedes o Franjas de ultramar.

Para eso sí el Senado de Estados Unidos debería ordenar una comisión ad-hoc, en vez de malgastar el lobby sionista que impone una embajada en Jerusalén y censura la política exterior a favor de dos Estados independientes cohabitando en paz.

El Comité de asuntos hemisféricos del Senado en Washington debería, igualmente, nombrar una comisión para decidir las sanciones a Obama y a la ex vicepresidenta Hilary Clinton, por ordenar el criminal golpe de Estado de 2009 con el fin de afianzar la dictadura del narcotráfico.

En noches como esta, viendo el rol del Pentágono en el mediterráneo frente a Gaza, su intervención en el proceso electoral ecuatoriano sumido en la nueva ruta del crimen organizado o la crisis trasladada por los carteles a Costa Rica, desearíamos hacer sugerencias al Congreso hondureño.

Los diputados de nuestro país podrían aprobar una resolución que investigue el papel de la sección de negocios y la oficina de asuntos políticos de la embajada estadounidense en el fraude electoral de 2013 y la elección ilegal del Cartel Hernández en 2017. La tenienta debe rendir cuentas.

Si hemos de esclarecer los crímenes del golpismo desde 2009 hasta la fecha debemos incluir necesariamente el papel activo de esa embajada como operadora directa de la conspiración, así como el rol central de la Agencia Antidrogas en las operaciones de los carteles transportadores y productores de drogas en el territorio hondureño.

Nuestro Comité no olvida el hecho de haber tenido que participar en la exhumación y el terraje de indígenas víctimas de la DEA en Ahuas en 2012, y haber acompañado a personas sobrevivientes que crecieron bajo nuestro amparo en Tegucigalpa.

El mundo parecería ahora muy complejo lejos de nosotros, allá en el Medio Oriente, pero en realidad es mucho más complejo aquí y ahora, cerca de nuestra casa.

Por ello, decimos como las comunidades judías dignas del mundo: No en nuestro nombre, ¡dejen vivir a Gaza!

Buenas noches

Editorial Voces contra El Olvido, sábado 21 de octubre de 2023