Por Sobeyda Lovo
Tegucigalpa.- En un reciente informe, presentado por CRISTOSAL y Casa Alianza en Honduras, se expuso a través de un Foro denominado “Niñez Sin Tregua” el desplazamiento forzado en el triángulo norte de Centroamérica, que integran Guatemala, Honduras y El Salvador.
El informe destaca que el problema principal para la migración forzada de niños, niñas y adolescentes es causado por la pobreza y la violencia, esta última por el control que ejercen las pandillas y el narcotráfico.
Según datos brindados en el informe, detalla que los motivos más sufridos por la población a través del dominio de los grupos criminales en el los países centro americanos son por la violencia generalizada, inseguridad, amenazas por grupos pandilleros y extorsiones, entre otros aspectos.
La niñez y la adolescencia como víctimas del desplazamiento forzado, han sido registrados por Cristosal, una organización no gubernamental de derechos de origen anglicano con presencia en los 3 países, junto con organizaciones de sociedad civil y Plan Internacional, entre otras, afirman que este fenómeno de migración debe hacernos reflexionar sobre “ el drama de la ausencia de las figuras paternas, el desapego de los espacios y ambientes naturales, además del desarraigo y la alteración de la memoria y la historia colectiva, se instaura principalmente en los niños y niñas, generando una elevada ansiedad por la separación de las personas, objetos y representaciones que a menudo desemboca en trastornos del desarrollo y de la conducta”
Los Estados: salvadoreño, guatemalteco y hondureño, deben reconocer que el desplazamiento interno forzado por la violencia como problemática, está afectando a grupos de poblaciones vulnérables como la niñez y la adolescencia, y es por tal razón se deben realizar acciones contundentes para dar refugio, asistencias psicosocial, a todas las víctimas de este fenómeno.
“El Sistema de Monitoreo Desplazamiento Forzado en el Triángulo Norte de Centroamérica”, busca establecer cifras exactas de cuántos se desplazan de sus territorios, cuáles son los motivos de la migración y cuáles son las acciones que deben realizar los gobiernos.
Para el caso, en Guatemala, el desplazamiento forzado interno es causado por la violencia y ha constituido un fenómeno que sigue presentándose como resultado de las condiciones de desigualdades históricas y coyunturales que amenazan y ponen en riesgo a las poblaciones más frágiles, como la niñez y la juventud.
La migración se analiza desde el contexto multicuasal y multisectorial, desde la crisis migratoria del año 2014, en la cual se reflejó un alto número de casos de niñas, niños y adolescentes no acompañados, que llegaron a las frontera entre México y Estados Unidos.
Guatemala es caracterizado como un país joven, donde su mayor población se encuentra en un rango entre 0 y 19 años; también se caracteriza como un país violento, ya que en el periodo entre enero del 2017 y julio 2018, hubo 6 mil 632 homicidios. Durante ese mismo periodo, se registraron 2 mil 690 de víctimas entre 0 y 24 años. Casi el 20 por ciento, tenía un rango entre 12 y 17 años.
Mientras tanto, en El Salvador, según datos estadísticos en el presente informe detalla que, Los problemas de inseguridad, violaciones, agresiones y hurtos, son las causas más comunes que sufre la sociedad y esta a su vez quienes más la viven son los niños, niñas y adolescentes, debido a un alto grado de amenazas y homicidios que los sufren los jóvenes.
Las amenazas a un miembro familiar es de un 67.5 por ciento, y el asesinato a un familiar cercano es del 27.2 por ciento. En un 49.7 por ciento estos delitos son realizados por la Mara Salva Trucha, un 40.2 por la Mara Barrio 18 y un 4.7 por otros grupos criminales.
Gobierno de Honduras no destina recursos para evitar la migracion de niños, niñas y adolescentes
En Honduras, el fenómeno del desplazamiento forzado interno, ha sido reconocido por parte del gobierno como una problemática actual que vive la ciudadanía hondureña, pero de nada ha servido ya que el estado se reúsa en aprobar una asignación de recursos que demandan las organizaciones de sociedad civil, para que se puedan abordar a las víctimas del desplazamiento forzado.
Un estudio realizado en el año 2015, por la Comisión Interinstitucional para la Protección de las Personas Desplazadas por la Violencia, registró que entre el año 2004 al año 2014; 41 mil hogares han sido desplazados internamente, esto a causa de la violencia. Esto significa que 174 mil personas fueron desplazadas, pero lo más grave de todo esto; es que el 43 por ciento, correspondie a 74 mil 820 personas menores de 17 años, a los cuales se les pidió que abandonaran sus hogares por causa de la violencia.
Uno de los hallazgos en este informe, es que resalta a los hogares que tienen una caracterización con mayor presencia de niñas, niños y adolescentes que son los más afectados por el desplazamiento forzado, debido a las acciones del crimen organizado en su contra, tales como amenazas, agresiones, violencias sexuales, vinculación y/o reclutamiento forzado, entre otros.
Según el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras (CONADEH) durante el 2017, la Unidad de Desplazamiento Forzados Interno, atendió 688 casos de denuncias por diversas vulneraciones al derecho a la vida e integridad personal, los que afectaron a 1,424 personas, de las cuales 1.3 porciento corresponden niñas, niños y adolescentes, entre las edades de 13 y 17 años, en los municipios más afectados como: Comayagua, Choluteca, Juticalpa y Villanueva.
El CONADEH, señala que una de las principales amenazas que sufre la niñez está relacionada con el reclutamiento, uso y vinculación de la niñez en actividades del crimen organizado y esto debido a la ausencia de investigación de los entes de seguridad y justicia del estado, por la falta de comprensión sobre la dinámica del reclutamiento que utilizan los grupos criminales y por los vacíos existentes en la ley contra la trata de personas.
Cabe señalar que la migración irregular de niñas, niños y adolescentes hondureños no acompañados, tuvo su auge enero del año 2014, con la llegada de más 18 mil menores migrantes, los cuales llegaron a la frontera sur de los Estados Unidos, en lo que se conoció como la “crisis humanitaria de la niñez migrante”, informado por Casa Alianza -Honduras, en 2016.
De acuerdo con la información facilitada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, entre 2013 y 2018 fueron detenidos en la frontera sur un total de 288 mil 435 niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados. De éstos llegaron procedentes de México, 73 mil 989, de Guatemala fueron 93 mil 155; de Honduras 58 mil 482 y de El Salvador 62 mil 809, de los cuales el 20.3 por ciento son de origen hondureño. (U.S. Departament of Homeland Security, 2018).
En lo que se refiere a las familias migrantes detenidas en la frontera sur de los Estados Unidos, los datos oficiales reportan que entre los años 2016 y 2018, más de 236 mil 691 unidades familiares fueron capturadas, de las cuales 75 mil 715, eran de origen hondureño, los porcentajes correspondientes por países son expresados de la siguiente forma: México: 3%, El Salvador 27%, Honduras 32% y Guatemala 38%; otro dato adicional que proporciona el Observatorio Consular y Migratorio de Honduras (CONMIGHO), indica que del total de personas deportadas durante el año 2017 fueron 48 mil 022 de los cuales 4 mil 738 (9.9%) fueron niñas y niños y adolescentes, estos eran menores de 17 años.
En cuanto a la deserción escolar, el informe resalta que este es uno de los problemas más grandes que deja la migración o el desplazamiento forzado, debido a que los estudiantes de los tres niveles de educación: prebásica, básica y media, se ven obligados a dejar sus estudios, por el control territorial de bandas criminales y por el temor a ser reclutados y ser un número más de la trata de personas.
La Secretaria de Educación en el año 2017, dio a conocer que desde 2014 a 2016, el acumulado de la deserción escolar en los tres niveles educativos, sumaba a 170 mil 520, esta misma secretaría menciona que los departamentos más afectados con la deserción escolar fueron: Colon, Gracias a Dios, Santa Bárbara, Yoro, Olancho, Choluteca, Cortes, Santa Bárbara, Copan y Atlántida.
Aunque de forma general todos los departamentos han mostrado casos de abandono escolar por la violencia, la tasa de analfabetismo a nivel nacional (personas que no saben leer ni escribir) se calculó en un 11 por ciento, es decir de cada 100 personas 11 de ellas no saben leer ni escribir, no obstante la tasa de analfabetismo continua siendo mayor en la población del área rural con un 17.2 por ciento, frente a un 6.3 por ciento del área urbana.