Tegucigalpa.- El Instituto Nacional Penitenciario se ensaña aún más con el preso político Ronmel Baldemar Herrera Portillo, ya que a raíz de la muerte de su abuelo sus familiares le solicitaron permiso para que Rommel pudiera despedirse de él, que consideraba como un padre, pero no fue concedido, solo les dieron largas para luego informarles que no era el ente indicado, según o denunció a defensoresenlinea.com Juan Carlos Herrera, padre del joven.
El día lunes a eso de las 10 de la mañana falleció el profesor de generaciones Baldemar Portillo Mejía, padre Maricruz Portillo y abuelo del preso político Rommel Baldemar Herrera Portillo.
El artículo 303 del reglamento general de la Ley del Sistema Penitenciario Nacional otorga permisos adicionales establecidos en el artículo 88 de la ley, se puede conceder con las medidas de seguridad adecuadas a cada caso, permisos en los casos siguientes.
“Para efectuar diligencias personales en caso de grave enfermedad o muerte comprobada de parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad y el segundo de afinidad”, explica la ley.
La familia del preso político Rommel Baldemar Herrera Portillo logró con documentos comprobar el grado de parentesco establecido en la ley penitenciara y enviaron la solicitud al INP, pero no le respondieron.
Juan Carlos Herrera expresó que él solicita ayuda a CONAPREV y le explicaron cuál era el procedimientos a seguir, “hablé con la abogada de Conaprev Glenda Ayala y me explicó que el procedimiento a seguir era demostrarle al INP siempre el grado de consanguineidad de Ronmel y de don Baldemar, fue así que se presentaron los siguientes documentos; partida de nacimiento de Maricruz su madre, partida de nacimiento de Rommel, la identidad de don Baldemar y el acta donde constaba de que él había fallecido, entonces yo inmediatamente me movilicé y se consiguió todo lo que Glenda Ayala, como comisionada presidente solicit”.
“Yo me quedé tan confiado el día lunes y me concentré en darle asistencia a mi hijo y su madre en los últimos momentos con su padre y con la familia, yo me aposté en el Hospital Mario Mendoza para darle a Ronmel la fortaleza que necesita en estos momentos. Logré entrar al hospital y estar con él, darle la fuerza, que el llorara conmigo, que se desahogara conmigo”, añadió.
El profesor explicó que “mientras tanto yo seguía vía WhatsApp comunicándome con doña Berta Oliva, coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), con gente del Centro de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de Víctimas de la Tortura y sus Familiares (CPTRT) y con gente de CONAPREV y cuando ya me mandaron el oficio donde decía efectivamente que ya se había solicitado el permiso, yo me quedé tranquilo.
Asimismo agregó que “el día martes me aposté otra vez a fuera del hospital Mario Mendoza con la plena seguridad de que a las 2:30 de la tarde yo iba a ver acción para sacar a Ronmel, ya como a las 2:00 empecé a inquietarme a ver qué pasaba, fue así como el abogado del Hospital al ver que yo ya me estaba muy desesperado, empecé a manifestarles mi angustia a los guardias, entonces logré que me recibiera el abogado del Hospital y me dijo que no había recibido ninguna instrucción en el trascurso de la tarde con respecto a algún permiso o una salida de Romme”l.
Agregó Juan Carlos que “él se comunicó al INP, hizo los contactos vía teléfono y le dijeron que el permiso había sido denegado porque ellos no eran el organismo a quien nosotros teníamos que pedirlo, si no al juzgado que conoce la causa de Ronmel, obviamente si don Baldemar murió a las diez de la mañana o a las diez y media, yo no tenía todos los elementos como para saber que movimientos tenía que hacer, además que el INP hubiera actuado con celeridad ante la solicitud en la mañana, hubieran dado por respuesta que había que moverse al juzgado”.
El profesor continúo denunciando que “no me dijeron absolutamente nada, me lo dicen a las 3:00 de la tarde cuando ya no tengo nada que hacer, y no porque ellos se hayan comunicado conmigo, porque no tengo ninguna comunicación oficial por parte de nadie, ellos actuaron de manera dolosa para seguir con esta política de hacerle daño al cipote, de hacerlo sufrir, de hecho lo lograron porque al no permitir que Rommel saliera a despedir a su abuelo, a su papito como él le decía”.
“Estuve en un drama prácticamente allá afuera del Hospital, rogar que me dejara entrar otra vez y que Rommel pudiera ver el entierro por medio de una video llamada que hicimos, fue un momento definitivamente muy doloroso; yo denuncio y le hecho toda la culpa a la gente del INP porque no fueron lo suficientemente humanos para poder decir vaya a otro lado, busque otras opciones, sino que a las 3:00 de la tarde me están diciendo cuando yo ya no podía hacer nada”.
Rommel Baldemar Herrera Portillo fue detenido el 31 de mayo de 2019 por defender la salud y la educación, fue enviado a la cárcel de máxima tortura La Tolva, ubicada en Morocelí, El Paraíso, donde estuvo un tiempo, pero por complicaciones en su salud fue trasladado al Hospital Mario Mendoza donde permanece recluido.