Tegucigalpa.
Por: Riccy Ponce
El 19 abril de 1988 es una fecha que para muchos es imposible olvidar, y que quedó clavada en sus memorias, ese día se dio la detención y desaparición por agentes de la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI), del lider estudiantil Roger Samuel González Zelaya, alumno del Instituto Tecnológico de Administración de Empresas (INTAE).
Sus amigos y compañeros conmemoraron esta fecha con una ruta de la memoria, la que inició en la sede del INTAE, atravesando el Paseo Liquidámbar, se detuvieron frente al comercio Larach y Cia -dónde fue visto por última vez-, finalizando en el parque central de Tgeucigalpa justo al pie del momiento al general «Francisco Morazán» dónde se libraron grandes protestas para exigir su retorno.
A 30 años de su desaparición forzada, un grupo de amigos caminaron con pancartas y mantas que portaban la fotografía de Roger Gonzáles, ante la mirada de muchas personas que vivieron en esa época y que recuerdan a Roger. Entre susurros mencionaban las luchas que se libraron para exigir la liberación con vida de del joven estudiante del INTAE.
Caminaron con una manta exigiendo justicia, Sergio Rivera, Martha Silva, Anfrés Martínez, Osman Montecinos, Roger Rovelo, y otros amigos.
Andrés Martínez, la última persona que vioa Roger, expresó que “yo iba en un auto bus cuando Roger iba cruzando la calle, porque él trabajaba en la desaparecida Corporación Hondureña de Desarrollo Forestal (COHDEFOR) y precisamente andaba haciendo algún mandado de su trabajo”.
Agregó que, por la noche asistían al INTAE, en jornada nocturna, y habíamos tenido varias pláticas con respecto a la situación que teníamos en ese momento, recordemos que se había dado el secuestro y extradición de Ramón Matta (el 05 de abril), se había incendiado la Embajada Americana y de alguna manera, nosotros habíamos estado involucrados en ese hecho, en defensa de la soberanía nacional.
El compañero de Roger en ese entonces dijo haber visto a personas que anteriormente se apostaban en el colegio con las intenciones de vigilarlos.
«Roger iba caminando de la Catedral hacia Larach -en el centro capitalino-, yo observé a la mujer que daba vigilancia constantemente algunos días, ella nos seguía, se iba a ubicar en el INTAE por aproximadamente seis días, me imagino yo, que también le dieron seguimiento desde su trabajo» Andrés Martínez.
Entre las 11 y 12 del mediodía del 19 de abril de 1988, se dio el secuestro, ya en la tarde cuando llegamos al colegio, Roger no estaba, llamamos a su familia y a otros amigos y no aparecía, en ese momento yo comencé a recordar lo que había visto y se los comenté, en ese momento empezamos a sacar deducciones que fue en ese lugar y a esa hora que lo habían secuestrado. Andrés Martinez
Días de lucha
Marta Silva, estudiante en ese entonces, recuerda ese día de lucha permanente, más allá de la desaparición de Roger.
“Fue prácticamente a raíz de la captura de Mata y la indignación de la gente, porque lo habían entregado a los gringos (ciudadanos de los Estados Unidos), no era en defensa de Mata, si no en defensa de la Constitución de la República, ya que Honduras no tenía tratados de extradición con ningún país, por eso el pueblo se indignó dio manifestación de lucha en contra, prácticamente del poder gringo; fue una lucha grandiosa que lastimosamente termina con la desaparición forzada de Roger”, narró a defensoresenlinea.com Silva.
“La gente se indignó por la violación de nuestra Constitución que todo mundo la viola, se unieron estudiantes de secundaria, universitarios y todos los reuníamos y terminábamos en grandes concentraciones, nosotros estamos convencidos que por su participación en la manifestación donde se dio la quema de la Embajada -estadounidense-, fue lo que desencadenó su detención y posteriormente desaparición forzada del compañero Roger”, recordó Silva.
Al llegar a la Plaza Central General «Francisco Morazán», se recordó que la madre de Roger comenzó una huelga de hambre, a la que se unieron amigos, familiares y parientes de otros desaparecidos, esta huelga de hambre es considerada la primera en Honduras, con el fin de exigir la aparición con vida de González, allí al filo de las 10 de la mañana de hoy, los amigos y compañeros gritaron nuevamente las consignas que usaban en la búsqueda del joven estudiante «Vivo se lo llevaron, vivo lo queremos» «que podrán quinarnos todo, pero nunca la alegría».
El simbolismo es Roger
Sergio Rivera, quien participó en esa huelga, recordó como ese lugar de mucho simbolismo.
Este lugar representa un hecho simbólico, en este lugar se desarrolló una lucha interminada en contra de la muerte y de las garras de los asesinos que tenían a Roge, desde aquí denunciábamos. Tener la huelga de hambre aquí, significaba para nosotros tener un centro donde denunciar todas las acciones, porque la emotividad de las movilización, que se desarrollaban en la mañana, en la tarde, sábados y domingos, no había momento, incluso, en la noche, amanecíamos discutiendo las actividades del día siguiente.
«Para nosotros aquí era y sigue siendo muy importante, aquí habían unas bancas y se sentaban los agentes de la DNI y el 3-16 a tomar fotografías y a seguirnos a todos, era muy simbólico desarrollando una lucha heroica, poníamos en riesgo nuestras vidas y aún así lo seguimos haciendo» Sergio Rivera.
Sergio recordó que, allí donde concluyeron hoy la ruta, fue de donde se levantó la huelga de hambre, era much agente pero solo tenían como diez colchonetas, el resto de personas «dormíamos o estábamos sentados con unas ratas que pasaban encima, y más las ratas de la policía, pero cada colchoneta, cada cobija, cada manta que levantábamos, significaba que Roger no iba a aparecer, porque sabemos que después de una huelga de hambre, de unas movilizaciones tan prolongadas, de tan grandes protestas, afirmaba que «El Flaco» ya era un desaparecido oficial.
Un caso que afirma la impunidad
Mery Agurcia, procuradora de derechos Humanos del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en HOnduras (COFADEH), expresó que la desaparición de Roger consuma un hecho de lesa humanidad, como organización desde antes albergó al lider estudiantil en sus oficinas, sin saber que él mismo sería una víctima a quien representarían.
La manta que que acompañó esta ruta de la memoria, por los 30 años de desaparición forzada de Roger Gonzalez, fue hecha por su amigo Sergio Rivera, y el resto del día fue colocoda en la afueras de la oficina del COFADEH.
Su madre este día recordó a Roger con una misa en su memoria, como cada año en la Catedral Metropolitana; mientras que en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), estudiantes del Movimiento Amplio Universitario (MAU), realizó un acto conmemotarivo por los 30 años de desaparición del lider de educación media, detenido desaparecido en el marco de unas protestas sociales por la defensa de la sobernia patria.