Enrique Flores Lanza.
Corrían los aires frescos e intermitentes de la navidad de diciembre de 2008, y tuvimos que desalojar de nuestro Despacho la gran cantidad de regalos que habían llegado. Una de las secretarias dijo: “Señor Ministro, como lo quiere la gente, mire que ya no caben los regalos que le mandan”. Meditando un poco, y para no dejar el comentario en el limbo de las palabras al viento, le expliqué que esos regalos no eran para mi, que esos regalos eran para el cargo que yo ostentaba, y que sí yo no fuera Ministro de la Presidencia, Coordinador del Gabinete de Gobierno y como dijo Mel, el segundo a bordo del Gobierno del Poder Ciudadano, seguramente esos regalos no llegarían, seguirían un destino diferente.
Como la vi sorprendida agregué: Pero no se preocupe, pues estos regalos no nos comprometen más allá de la cortesía y las buenas maneras, ya que nuestro compromiso en este Gobierno es con los que jamás podrían mandar un regalo, con los que ni siquiera se dan cuenta ni tienen por qué, de lo que estamos haciendo. Ellos no saben de los grandes esfuerzos y conflictos para tener baratos los combustibles y los intereses bancarios, no se enteran de nuestra portentosa lucha para proteger los bosques, para rescatar la ENEE, el SANAA y HONDUTEL, y pasan inadvertidos nuestros conflictos para mantener los subsidios a la energía, duplicar el salario mínimo, para no castigar al pueblo con impuestos, para rescatar Palmerola, para beneficiarnos con la ALBA y PETROCARIBE, para tener matrícula gratis, bono tecnológico y reducir, por primera vez, la pobreza extrema en este país y al mismo tiempo lograr el mayor crecimiento económico de la reciente historia nacional; y finalmente, para proponer un proceso constituyente con la Cuarta Urna. La historia posterior es más que conocida porque todo esto terminó con el Golpe de Estado.
Corren de nuevo los aires de Diciembre de 2019, y el país sigue sufriendo las consecuencias, Honduras, no solo es uno de los países más pobres, sino que, una de las sociedades con la mayor desigualdad en el mundo, somos señalados por tener uno de los índices de violencia más elevados y una corrupción entronizada en el ejercicio de la función pública, a lo que se suma la profunda crisis institucional: No hay separación de poderes, ni seguridad jurídica, no tenemos controles efectivos y el narcotráfico está enquistado y carcomiendo desde la Presidencia de la República hasta las Fuerzas Armadas y la Policía, pasando por el Congreso Nacional y los tribunales.- Tenemos un modelo económico excluyente, con servicios públicos privatizados y los recursos de la nación entregados a intereses foráneos. Un sistema Tributario distorsionado que descansa en las espaldas de los más pobres.- Frente a esta realidad, se hace evidente la necesidad de construir una nueva sociedad democrática y humanista, con desarrollo, justicia y paz.- Todo ello en base a un nuevo pacto social, plasmado en una nueva Constitución. Esto perseguíamos con la Cuarta Urna.
Los que, conscientemente, en el Gobierno del Poder Ciudadano, servimos a un fin superior, más allá de los intereses mezquinos y los privilegios de un puñado de gente, pagamos ahora el precio de aquellas victorias de nuestro pueblo. Igual que entonces, hoy nos sentimos orgullosos de haber sido parte de aquel momento en nuestra historia. Nuestro agradecimiento perenne para quienes aún frente a la infame campaña de embustes, mantiene su esperanza en un futuro mejor, que cree en el proyecto que no murió con la fuerza bruta de las armas. Nuestros brazos abiertos para aquellos que poco a poco avanzan y comparten la causa de la justicia, la igualdad y la libertad.
Como no estar comprometido con los que se fueron con valentía a la calle a reclamar los derechos del pueblo, como pasar por alto a los que frente a los juzgados pedían mi libertad. No podré nunca olvidar a los dos EMMOS, a los que han sufrido más que nosotros, a los descalzos, a los marginados, mis compañeros, mis hermanos; todos y todas los que con libertad de conciencia luchan con la fuerza de la razón por la refundación de la Patria. Estos son regalos de verdad, mi familia y yo, nunca los vamos a olvidar.
“…Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD.”
Desde el exilio, 24 Diciembre 2019.