Tegucigalpa.- Los encargados de la Morgue Judicial de San Pedro Sula, prolongan el dolor de darle cristiana sepultura a Karen Rivera Saldívar, una joven de 33 años y madre de dos hijos que fue encontrada muerta luego de haber desaparecido cuando se trasladaba hacia San Luis en el departamento de Santa Bárbara.
Debido al toque de queda la joven no logró encontrar un medio de trasporte y se quedó varada y al no poder regresar de dónde venía, ni llegar a su destino, no se supo de su paradero hasta el domingo 19 de abril, 12 días después de su desaparición, cuando fue encontrada muerta.
El cuerpo de Rivera Saldívar fue traslado hasta la morgue de la ciudad industrial, pero debido al toque de queda fue hasta dos semanas después que su hermano Rolando Rivera, y su padre la identificaron plenamente mediante una fotografía mostrada en las instalaciones de la morgue, pero a pesar de eso, su cuerpo no fue entregado.
El personal de la morgue expresó a los familiares que tenía que ir su madre para realizarle prueba de ADN y así poder entregar el cuerpo de la joven madre.
Con esfuerzo y dificultad, su madre enferma y de avanzada edad, se trasladó hasta San Pedro Sula para realizase dicha prueba y le dijeron que tenia que esperar los resultados para que se les pudiera entregar su cuerpo.
Han pasado casi cuatro meses que el cuerpo de Karen Rivera ingresó a la morgue sampedrana, y casi dos meses desde que se realizaron los trámites correspondientes, entre ellas la prueba de ADN solicitada para que se les pudiera entregar el cadáver a sus familiares, que siguen esperando respuesta.
Rolando Rivera expresó a defensoresenlinea.com que como familia se sienten desesperados, “yo ya no sé qué hacer, me siento desesperado, no sabemos si sigue en la morgue o la hicieron pasar por paciente covid-19, no sabemos por qué se tardan en la morgue, solo nos dicen que esperemos, que ellos nos iban a llamar y casi dos meses seguimos esperando la llamada, tampoco nos podemos trasladar allá porque es lo mismo y no podemos estar viajando seguido por las restricciones”.
“Nosotros como cristianos lo que queremos es darle sepultura y tener un lugar donde rezarle y saber que ella está allí, pero ya no sabemos que más hacer para lograrlo”, agregó.
Las autoridades correspondientes no se tocan el corazón para agilizar este tipo de trámites, ya que para la familia implica sacrificios trasladarse desde Santa Barbara, de donde era Karen, hasta las instalaciones de la morgue en San Pedro Sula, por las restricciones que hay sobre el país y la falta de dinero, al no poder trabajar debido al toque de queda a nivel nacional por la pandemia del coronavirus.
A casi cuatro meses del hecho aún no se sabe por qué la tardanza de entregar el cuerpo a sus familiares, ya que según lo informado por ellos realizaron las acciones correspondientes con ayuda del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), que realizó varias acciones en torno al caso, entre ellas la denuncia del mismo a la Oficina del Alto Comisionado de Las Naciones Unidas.