Tegucigalpa.- Una Misión Internacional de derechos humanos, que permaneció una semana en el país, durante una visita a la cárcel de máxima seguridad conocida como La Tolva, corroboró el deteriorado estado de salud de los presos políticos Edwin Espinal y Raúl Álvarez.
Espinal y Álvarez permanecen privados de libertad desde enero de 2018, acusados de incendio provocado, daños a la propiedad y uso de materiales explosivos caseros.
La Misión Internacional está conformada por dos delegaciones de los Estados Unidos y Canadá, lideradas por Alianza por la Justicia Global, la Voz de los de Abajo, Code Pink y Acción Permanente por la Paz, miembros de la Red de Solidaridad con Honduras de Norteamérica.
El objetivo de la misión fue visitar distintas regiones de Honduras para testificar y documentar las denuncias de criminalización, militarización, violencia contra la prensa, impunidad y despojo de territorios que han derivado en violaciones a los derechos humanos.
Desde el proceso electoral del 26 de noviembre de 2017, la comunidad internacional ha visto un aumento en las denuncias que ligan a la dictadura de Juan Orlando Hernández con casos de represión violenta e incluso ilegal; aumento en la criminalización contra la oposición política, defensores de derechos humanos, líderes indígenas y ambientalistas; incremento en los ataques hacia la prensa y la libertad de expresión; y varios señalamientos que vinculan a la administración en turno con severos casos de corrupción e impunidad.
Debido a las protestas contra el fraude electoral de 2017, centenares de hondureños fueron detenidos y criminalizados, y además una treintena fueron asesinados por la fuerza de seguridad del estado, que dirige el régimen Juan Orlando Hernández.
Actualmente tres opositores al régimen permanecen privados de libertad, Raúl Álvarez y Edwin Espinal, presos en la cárcel de máxima seguridad conocida como La Tolva, y Gustavo Cáceres recluido en el centro penal de El Progreso departamento de Yoro.
La misión señaló que visitó La Tolva donde corroboró el deteriorado estado de salud y las consecuencias físicas, psicológicas y emocionales para los presos políticos Edwin y Raúl.
“Tenemos la certeza que el encarcelamiento de Edwin y Raúl en una prisión de máxima seguridad se debe a motivos plenamente políticos, que es un castigo por su participación en protestas y como medio de intimidación a la población hondureña”, expresó en un comunicado la Misión Internacional de derechos humanos.
Asimismo sostuvieron que el caso de los tres presos políticos se caracteriza por su encarcelamiento por razones políticas, debido a su trabajo como luchadores sociales, su oposición al gobierno de Juan Orlando Hernández, y como resultado de la violación al debido proceso.
Finalmente la delegación apoya la demanda de los movimientos sociales y defensores de derechos humanos para la liberación de los presos políticos, y exige que se retiren los cargos a los demás procesados.