Militarización, migración, estigmatización y el Triángulo Norte

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Por: Sandra Rodríguez


Ocotepeque, Honduras. – En la zona occidental circula el dólar, el quetzal y el lempira, al mismo tiempo que cientos de personas atraviesan los puntos fronterizos de El Poy (El Salvador) y Agua Caliente (Guatemala), cada día con la idea de seguir la ruta migratoria hacia los Estados Unidos. Pero no es un viaje de placer, es una migración forzada por la falta de oportunidades y sectarismo político.

Desde los Estados Unidos hay un plan para ejecutarse entre el 2016 y 2020 al desarrollo del Triángulo Norte de Centroamérica que comprende El Salvador, Guatemala y Honduras, que consiste en asistencia económica para que, entre otras encomiendas detenga la migración.

En los últimos meses Honduras volvió a la mira internacional por las masivas caravanas de migrantes que por miles salían vía Ocotepeque, atravesando Guatemala y en menor cantidad han llegado a la frontera sur de los Estados Unidos. Esto ocasionó amenazas del gobierno de Donald Trump.

Ayer martes, Estados Unidos y México anunciaron acciones para fortalecer el desarrollo económico y gubernamental en estas naciones, luego de develar una crisis migratoria al punto que fueron amenazados

Integrantes de DEOCODERH en el encuentro anual de Redes de DDHH
Integrantes de DEOCODERH en el encuentro anual de Redes de DDHH

Según el comunicado del Departamento de Estado, la Corporación de Inversión Privada en el Extranjero (OPIC) ya ha invertido y movilizado más de 1.000 millones de dólares en el Triángulo del Norte, desde 2017, enfocado en necesidades como infraestructura, energía, crecimiento económico y generación de empleo.

«OPIC podría invertir y movilizar hasta 2.500 millones de dólares más en esta región si se identifican proyectos comercialmente viables. Millennium Challenge Corporation está proporcionando más de 320 millones en fondos para proyectos de infraestructura, educación y gobernanza en El Salvador, Guatemala y Honduras», agrega.

Y señala que, al menos «1.800 millones de dólares en el Departamento de Estado, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y el financiamiento regional para los años fiscales 2015 a 2018 se asignaron a los gobiernos del Triángulo del Norte de El Salvador, Guatemala y Honduras. La Administración está solicitando 180 millones adicionales en asistencia bilateral para la región en nuestra solicitud para el año fiscal 2019».

Los gobiernos del norte mencionan las líneas de seguridad, gobernanza y prosperidad. Para los y las integrantes de la Red Ocotepecana de Defensores/as de Derechos Humanos (DEOCODERH), la realidad en contraria, ya que la región es muy insegura e inestable, no hay fuentes de empleo y el olvido estatal es palpable.

Para la defensora de derechos humanos, Yeny Montufar, este contraste de prosperidad causa preocupación, porque de haber un interés en la región para ellos -donantes- es muy importante, ya que están creando las condiciones para la intervención y esto es desde varios frentes.

Hay acciones desde programas con fondos de la cooperación estadounidense y la inspección e intervención de reservas naturales. Cabe señalar que en el “Trafinio” como le llaman a región fronteriza de Honduras, Guatelama y El Salvador, está la Reserva Biológica El Güisayote, por su defensa se ha dado casos de persecución contra ambientalistas.

De esta manera, agregó la integrante de DEOCODERHa, la mancomunidad (población) de la zona de Ocotepeque no ha aceptado dichos proyectos y esto tiene que ver con el sentido de conservación de los bienes comunes de la naturaleza.

Pero través de las Fuerzas Armandas de Honduras, específicamente del séptimo batallón, existe un proyecto de subvención de centro de capacitaciones para los niños. Por lo que de una u otra forma llegan a la población más vulnerable con la militarización.

Por la defensa de los derechos humanos, defenisres y defensoras de DEOCODERH, han sido estigmatizados y perseguidos por militares, policías y autoridades edilicias, como sucedió en el marco de protestas sociales post electorales en diciembre y enero pasado.

La migración como parte del sistema opresor

red ocotepequePor su parte Lily Lara, integrante de la Red, quien debió irse de Honduras para buscar oportunidades que aquí se le han negado, detalló que “la situación en mi región está siendo forzada a la migración, porque no hay empleo para las personas que piensan diferente a las ideas mediocres de un presidente que se ha impuesto”.

Agregó que las violaciones a los derechos humanos y ambientales en la zona del “Triángulo Norte” es lo único que se -les- pasa por la mente para mejorar un bienestar propio, pero no se piensa en que hay un país que se puede rescatar si el pueblo se manifiesta.

Lejos de la patria, Lily le apuesta a que los conocimientos adquiridos como defensora de derechos humanos y agente de cambio, los pueda expandir donde se encuentre. Compartir con personas de otras nacionalidades lo que sucede en Honduras, sobre todo por qué la juventud se ve obligada a emigrar, ser arrancada de su patria y adaptarse a una cultura diferente.

Mas de tres caravanas masivas han salido de Honduras, con rumbo a los Estados Unidos, si bien con más de cincuenta mil compatriotas retornados este año, se estima que unas 300 personas emigran forzadamente por la crisis política, que implica lo económico e impacta en lo social.

Juventud y persecución

IMG_20181212_201703En el encuentro nacional de redes de defensores/as de derechos humanos que acompaña y capacita el COFADEH, participaron tres jóvenes de la DEOCODERH, quienes expresaron que, si bien no tienen compañeros criminalizados, si son perfiladas y perseguidas por policías, militares y autoridades locales al estar plenamente identificadas.

Para Maira Lara, es interesante estos intercambios, porque muchas veces se sienten alejadas no solo geográficamente, sino de asistencia social. Pero también es enterrase de la realidad de otras redes, que al final son los mismos actores los responsables.

Y una de las fortalezas que mantienen es la comunicación y formación desde esta Organización, los intercambios y acopamientos que han hecho en otros departamentos del país, con culturas y costumbres diferentes, especialmente en pueblos originarios.

Pero deben enfrentarse a gente acomodada al sistema, es luchar contra gigantes poderosos, no callar y hacer respetar su derecho a defender derechos humanos, reconocido en la Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y libertades fundamentales universalmente reconocidos, o “Declaración sobre Defensores de los Derechos Humanos”.

Es el derecho de toda persona a promover y procurar legítimamente la protección y realización de los derechos humanos y las libertades fundamentales de forma individual, en grupo o a través de organizaciones, como ocupación o de manera ocasional, sin fronteras geográficas, en la comunidad, en determinadas regiones, en todo el país o a nivel internacional, sin importar la profesión, edad, género, nacionalidad o cualquier otra condición de la persona.