Tegucigalpa, Honduras. – Mantener la memoria de los detenidos desaparecidos en el ámbito público es una apuesta colectiva, haciendo incidencia en fechas como la Semana Internacional del Detenido Desaparecido, que este año es el 27 al 31 de mayo.
Lo anterior fue expuesto por Berta Oliva, en la Conferencia Internacional: Desaparición forzada e Impunidad, organizada por el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), este miércoles 29 de mayo, en Tegucigalpa.
La Conferencia Internacional “Desaparición Forzada e Impunidad” se desarrolló en el hotel Honduras Maya de Tegucigalpa, en el marco del cierre del proyecto “Defendiendo derechos y libertades para vos y para tu voz”, que implementó el COFADEH con el apoyo de la Unión Europea y Diakonia.
Afirmó que el COFADEH tiene suficiente información para decir que los crímenes de hoy y la barbarie que se vive, es porque no se hizo nada para combatir la impunidad desde la década de los 80. Oliva tiene 37 años hablando de los detenidos desaparecidos, y no lo olvida ni un tan solo día.
El proceso de búsqueda empezó desde la exigencia al Estado que devolvieran con vida a los detenidos desaparecidos, luego identificar cementerios clandestinos, y de esos procesos son muy pocas las madres que han quedado, entre las asistentes estuvo doña Elvia Zelaya, madre de Róger González Zelaya (1988). Oliva agregó que las esposas ahora más bien parecen las madres, en un modo de expresar el tiempo que ha transcurrido.
Oliva, exhortó a que no se aliente ni se haga caso a los torturadores, a los financiadores de la Asociación para el Progreso de Honduras (APROH), de los cuales uno de ellos está preso, pero no por violador de derechos humanos, sino por corrupto; y dos de ellos están muertos, Miguel Facussé (2015) y Rafael Ferrari (2018), y hay uno de los torturadores lanzándose para presidente de la República, Billy Fernando Joya Améndola.
«Solo la verdad nos permite ser defensores de los derechos humanos» Berta Oliva
Recalcó la necesidad de hablar de esos 184 detenidos desaparecidos reconocidos por el Estado de Honduras a través del informe «Los hechos hablan por sí mismos» presentado en 1993 por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH).
Solicitó a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos en Honduras (OACNUDH), a que se instale una mesa para los detenidos desparecidos, que la integre el Grupo de Trabajo de Desaparición Forzada, en el país, para ello los archivos del COFADEH están listos, pero serán entregados en medio de mentiras como ha sucedido en el pasado, y las familias continúan esperando respuestas de parte del Estado.
Deuda pendiente
Para María Soledad Pazo, representante OACNUDH, el tema de desaparición forzada es de mucha importancia, y se refirió a las recomendaciones del Comité sobre Desapariciones Forzadas hechas al Estado de Honduras, el año pasado, entre ellas que se investigue, informe a los familiares y haya garantías en el proceso.
Además, que se aceleren las investigaciones y que ninguno de los responsables quede son castigo.
Aunque hay avances, es ha sido difícil con respecto a 184 víctimas entre ellas 25 mujeres. y suman los casos de violaciones de derechos humanos específicamente en el marco del fraude post electoral (2017) donde registraron al menos un caso. Los mecanismos de reparación siguen siendo necesarios para las víctimas de todos los tiempos.
También se refirió a la reciente publicación del nuevo Código Penal hondureño, en que se ha logrado tipificar la desaparición forzada como delito autónomo y como crimen de lesa humanidad, y se incluyó en la lista de penas inprescriptibles, el seguimiento ha sido minucioso por parte del Comité de Desaparición Forzada. Pero falta adoptar recomendaciones presentadas por esta Oficina de la ONU, como elementos y circunstancias de arresto de responsables y la pena del delito de lesa humanidad como tal.
Las deudas de impunidad crecen, infectan, debilitan el Estado de Derecho y ponen en grave peligro el respeto por los derechos humanos. María Soledad Pozo
Afirmó que es una deuda pendiente que no debe dejarse de lado, reiterando su acompañamiento a las víctimas de desaparición forzada a través de la labor impulsada por el COFADEH.
La figura de desaparición se expande con la migración
Hablar de desaparición forzada de los años 80, también se asemeja a la situación actual, refirió el sacerdote jesuita, Ismael Moreno, director del Espacio de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-sj).
En el análisis contextual, el padre “Melo”, expresó que no hay señales inmediatas que la situación cambie y se asemeja a la década de los 80 que atraviesa el pensamiento y las ideas. Y LA desaparición forzada también atraviesa a nuestras poblaciones que se ve obliga a la migración forzada.
“Tenemos responsabilidades diversas de lo que ocurre en Honduras y que se acaben las desapariciones forzadas. hay acciones legales, políticas y particulares que se han agudizado desde el 2009. pero el golpe de Estado no ocurrió en el 2009 es una serie de golpes año tras año, es una década de construcción de golpes de estado y un proceso de construcción de contragolpes, puntualizó.
Por lo que se debe emprender acciones conjuntas de denuncia y construcciones de protestas de contragolpes, con construcciones de propuestas.