Manifiesto público de la CCC y de una veintena de organizaciones sociales

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Una vez más, como organizaciones sociales, ambientalistas, de derechos humanos,
garífunas e indígenas, comunitarias, feministas, juveniles, gremiales, profesionales,
políticas y populares, en el marco de la profundización de la pandemia y de la amenaza
antidemocrática y militarista del continuismo de la dictadura, elevamos nuestras voces con
firmeza y dignidad:

1- Repudiamos la utilización por parte de Juan Orlando Hernández y su equipo de gobierno,
de la situación de emergencia, encierro y miedo de la población como excusa para perpetuar
proyecto dictatorial.

2- En nombre de población amenazada de extinción, elevamos más las voces en demanda
porque la conducción de la emergencia de salud la asuma un equipo amplio, profesional,
éticamente responsable, liderado por el Colegio Médico de Honduras, cuya máxima tarea sea
dotar de equipo necesario a las instalaciones hospitalarias y al personal de salud para que con
garantías de bioseguridad den atención digna a los pacientes de la pandemia.

3- Llamamos a sumar todas las voces de dignidad para demandar la conformación de un
sistema transparente de rendición de cuentas, conducido por personas e instituciones
independientes. Repudiamos al FONAC en asuntos de auditoría, porque no representa a la
sociedad civil, y porque no pasa de ser una espuria mano que barniza el rostro de corrupción y criminalidad del actual régimen dictatorial.

4- A la par del clamor porque se garantice estabilidad laboral y salarial a los trabajadores y
trabajadoras, llamamos a elevar todas las voces porque se respete el derecho a la vida
amenazada, por encima de los negocios e intereses económicos de los empresarios.
Siguiendo el criterio profesional de las personas expertas en salud, llamamos a nuestro pueblo trabajador a no atender llamados a presentarse a laborar, porque de abrirse las fábricas y negocios, se condenaría a la población trabajadora a una matanza masiva y colectiva.

5- Llamamos a las organizaciones municipales, locales y comunitarias a exigir un sistema
permanente de entrega organizada, domiciliar y disciplinada de víveres a la población
desempleada y a la que ha perdido su fuente de ingresos, a través de asociaciones de madres y padres de familia y otras organizaciones de base. Así se garantiza que la entrega no arriesgue la contaminación de las personas, evite la militarización y politización de las entregas.

6- Llamamos a estar alertas ante la amenaza de los sectores oscuros que conducen las
instituciones de justicia de aprovechar la emergencia y encierro de la población para tomar
decisiones que consolidan el pacto de impunidad, como sacar de la cárcel a auténticos
saqueadores, asesinos de nuestra amada Berta Cáceres, violadores, abusadores y asesinos de mujeres y violadores de derechos humanos, al tiempo que hundir en prisión a defensores del agua, la vida y los derechos humanos y de la naturaleza.

7- Exhortamos a unirnos desde nuestro confinamiento en todas las actividades posibles para
hacernos sentir en los espacios públicos, como el cacerolazo, este domingo 12 de abril a las 7 pm, y todo lo que represente solidaridad con los pacientes, con el personal de salud y con
nuestro pueblo hambriento. Tenemos claridad que nos enfrentamos a dos peligrosos
enemigos: uno, la pandemia que hemos de detener con un plan nacional liderado por los
médicos y personal de salud; y dos, la actual epidemia que preside Juan Orlando Hernández,
que amenaza con perpetuar el saqueo, el crimen y la corrupción. Esta epidemia política solo la podremos erradicar con nuestra lucha y rebeldía organizada.

Honduras, abril de 2020