Tegucigalpa.
Por Riccy Ponce
Familiares de los presos políticos de Pimienta, Cortes, que se encuentran en la cárcel de máxima seguridad ubicada en Ilama, Santa Barbará, están desesperados porque ya tienen dos meses sin poder verlos.
Melvin Mauricio Chávez Pérez, Francisco Miguel Gómez y Lourdes Yojana Gómez, estos miembros de una misma familia, los dos primeros están recluidos en la cárcel de máxima seguridad conocida como El Pozo y la mujer en el centro penal de Tela, por participar en las manifestaciones pacíficas después de que se fraguara el fraude electoral del 26 de noviembre de 2017, y ya tienen más de dos meses sin recibir visita de sus parientes.
Yojana Quiroz, cuñada de Melvin Mauricio Chávez Pérez, uno de los presos políticos, expresó que “desde el 31 de diciembre que nos dejaron entrar con la célula no los hemos vuelto a ver, hemos hecho los intentos de verlos pero no nos han dejado, porque dicen que para que vamos a ir a buscarlos si sabemos que son unos delincuentes y nosotros sabemos que no lo son, que lo único que han hecho es manifestar por los derechos de todos los hondureños y pacíficamente, no así como a ellos se les acusa”.
Quiroz agregó que la situación de los familiares que están a la espera de que sus parientes salgan, es crítica y que hasta severas complicaciones de salud están pasando.
“Mi suegra que es la mama de Melvin Chávez tiene derrame de ver a su hijo preso, sin saber nada de él, ella se ha puesto más grave, ella sabe que su hijo y los demás presos políticos son inocentes y todos estamos sufriendo porque no sabemos nada de ellos, nosotros lo que hacemos es pedir a Dios y ponernos a llorar porque ya no hallamos solución”.
Astrid Ortega, esposa de Francisco Miguel Gómez Martínez, expresó que la situación está difícil porque se trasladaron hasta las instalaciones de El Pozo un domingo y no los dejaron pasar del portón y les hablaron de forma incorrecta refiriéndose a sus familiares y con sus hijos presentes.
“Es bien difícil, porque fuimos el domingo pasado a Ilama, Santa Bárbara, para verlos y el director de allí lo que nos dijo es que los íbamos hacer chicharrón con todo y los niños, que nunca íbamos a entrar, que los mareritos no tenían permiso de visitas y la verdad que eso no nos gusta porque no son ningún tipo de mareros, ellos son presos políticos por andar en manifestaciones”.
“Uno de familiar espera que ya salgan porque ya tienen más de dos meses. Los niños preguntan por su padre, mi hijo es inteligente y cuando le digo que no está, lo que dice es que los policías se los llevaron, está con los policías, agregó Ortega.
Asimismo añadió que sobrevive con ayudas porque se quedó a cuidar los hijos de su cuñada Lourdes, que se encuentra también recluido en el centro penal de Tela, y con el niño de ella ya son cuatro los que tiene a su cuidado.
Con respecto al Comité Nacional para la Liberación de Presos Políticos, impulsado desde la Convergencia contra el Continuismo, que aglutina varias organizaciones de derechos humanos, Julio Chávez, hermano de Melvin Chávez, dijo a defensoresenlinea.com que la creación del comité es excelente, porque necesitábamos ayuda, estamos desamparados, aquí entonces ya con un comité que esté al pendiente de los presos, ya se puede estar un poquito más tranquilos porque nosotras fuimos a Tegucigalpa y dijeron que iban a formar ese comité para ayudar a los presos, fue excelente noticia que nos dieron, ya nos quedamos más alegres, más tranquilos.