Tegucigalpa, Honduras. – Al cumplirse 11 meses del crimen contra Keyla Patricia Martínez Rodríguez, este 7 de enero de 2022, su madre envió una carta pública a las mujeres policías que estaban en el lugar de los hechos.
La estudiante de enfermería de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), fue capturada junto al doctor Edgar Orellana, por agentes de la Policía Nacional el 6 de febrero de 2021, en el marco de la suspensión de garantías constitucionales, supuestamente para evitar la propagación del COVID-19, y en la madrugada del domingo 7 de febrero fue llevada sin vida al hospital Enrique Aguilar Cerrato, La Esperanza, Intibucá, al occidente de Honduras.
Por el crimen sólo el agente de escala básica Jarol Perdomo, de la Unidad Departamental de Policía, La Esperanza, Intibucá (UDEP #10), está privado de libertad en una unidad militar, sin embargo, eran unas 20 personas en la posta ese fin de semana, a cargo del Oficial Melvin Alexander Alvarenga.
El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) acompaña de manera integral a la familia de Keyla Martínez, para lograr que se haga justicia y se establezca la verdad ¿Quiénes y pór qué mataron a Keyla?
Keyla habría sido arrestada y custodiada por las agentes femeninas, por lo que doña Norma Rodríguez, quien radica en España, dirigió la siguiente misiva a Manuela Judith Suazo Morazán y Raquel Sarahí Núñez Reyes:
CARTA PUBLICA
Agentes policiales:
Manuela Judith Suazo Morazán
Raquel Sarahí Nuñez Reyes
Me dirijo a ustedes, no como miembros de la Policía Nacional, si no, como seres humanos, como mujeres, como hijas, como hermanas, pero, sobre todo, como madres sí lo son, o si algún día esperan serlo.
Les ruego que tengan un poco de compasión por ésta madre a la que le arrebataron su hija.
Una madre que a once meses de la muerte de Keyla aún no tiene respuestas, y sólo hay un detenido respondiendo por éste feminicidio cuando, por las lesiones que presentó el cuerpo de mi hija, fueron varios los asesinos.
Soy una madre con el alma destrozada que les está rogando desesperadamente que digan la verdad, que no sean cómplices de este asesinato, aunque les pidan que mientan, aunque se los ordenen, aunque las quieran obligar a encubrir a los culpables. Apelo a su conciencia para me den un poco de paz y resignación.
Sé que ustedes saben la verdad. Estuvieron allí, saben lo que pasó y lo que le hicieron a mi hija. Y quienes se lo hicieron. Saben también lo que ella sufrió en esa celda. La vieron luchar por su vida o por lo menos la oyeron.
No se sean indiferentes ante mi dolor y desesperación. No se sumen al velo de misterio, silencio, descaro, cinismo e impunidad con que han sepultado este asesinato.
Les suplico que contribuyan a que la verdad salga a la luz.
Sé muy bien que el castigo a los culpables no me devolverá la vida de mi hija, pero me dará la tranquilidad que necesito al saber que su muerte no quedó impune. Y eso nos ayudará a mí y a mi familia a continuar con nuestras vidas. Ya sin ella, es cierto, pero sabiendo que tenemos justicia, que sus asesinos han sido castigados.
¡Ayúdenme! se los suplico.
NORMA RODRIGUEZ
Madre de Keyla Martínez
Asesinada en una celda policial