LOS TEMAS DE LA PLAZA

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El Comité de Familiares de Detenidos – Desaparecidos en Honduras, COFADEH, está en la Plaza de los Pañuelos Blancos como todos los primeros viernes de todos los meses, de todos los años, desde 1982.

Estamos aquí para exigir verdad y justicia al Estado de Honduras, que utilizó desde aquel año a los siameses liberales y nacionalistas y a la embajada de Estados Unidos, para desaparecer, torturar y asesinar más de 200 hombres y mujeres disidentes.

Nuestra presencia en la Plaza La Merced es, además, una oportunidad para hacer algunos remarques sobre temas de interés general en los cuales tenemos derecho a la libre expresión.

El primero tiene que ver con la instalación de la Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad (CICI), asesorada por el sistema de Naciones Unidas, y concretamente, sobre su política de comunicación hacia el pueblo hondureño.

Nuestro llamado a la ONU en Nueva York es que no utilice la misma estrategia de la embajada estadounidense de filtrar borradores de documentos para atacar posiciones políticas locales y dar oxígeno a los sectores chantajistas y sensacionalistas opuestos a la justicia y a la transparencia.

La Oficina local de Naciones Unidas debería aclarar si la Organización está sugiriendo o imponiendo un conjunto de condiciones “para tener dientes” en la lucha contra la corrupción y la impunidad, o si en ese propósito está avanzando las agendas paralelas del principal financiador de sus operaciones.

Nuestra organización, a propósito, aprovecha este plantón para sugerir a la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa que cese en su intromisión política en los asuntos internos de Honduras.

Rechazamos el Twitter del consejero de negocios contra la ministra de finanzas por revelar la situación de desastre financiero dejado por la dictadura criminal y el otro Twitter de la embajadora dictando restricciones a los liderazgos políticos respecto a la nominación de magistrados.

Suscribimos, en consecuencia, el ensayo de la Verdad del diputado presidente del Legislativo, Luis Redondo, contra la mascarada que representa en las actuales circunstancias la Junta Nominadora que está integrada por enemigos del pueblo, azules y colorados, la casa Viera, la mafia financiera y los demás carteles de crimen organizado.

La Comisionada de Derechos Humanos del Partido Nacional, el Cohep de los empresarios golpistas-agiotistas que no bajan los precios, aunque les hayan bajado los costos del combustible, y las universidades, que convirtieron en mercancía la educación pública, que es derecho del pueblo. Estos son cascarones de la vieja Honduras.

¿Qué coherencia esperar de una Corte de jueces y partes que ha servido a la dictadura criminal?; de las organizaciones de sociedad civil controladas por los presupuestos republicanos, el lobby de las empresas depredadoras, Soros y el CEAL? ¿Y qué puede esperar Honduras de un conflictivo Colegio de Abogados o de unas centrales obreras controladas por peones de la tradición política?

Para decirlo claro: después del huracán Mitch en el año 2000 Honduras exigió transformar la forma de elegir los magistrados para transformar el país, pero los malditos poderes fácticos que se reunían en un plateau de televisión y en una finca cerca de Tegucigalpa dejaron correr el gran circo de la participación social amaestrada y al final en 2001, como desde siempre, se repartieron los magistrados en partes iguales usando sus instrumento rojo-azul, con la venia de la Avenida Los Próceres.

Por eso el presidente Redondo tiene razón, es dentro del Congreso donde al final será la elección de magistrad@s en enero de 2022. La diferencia esta vez es que el pueblo va a rodear ese Congreso – el Congreso del Pueblo — para impedir a los electores ocultos que empujan a sus sabandijas.

Rechazamos la vida protagónica de la embajada de Estados Unidos en este tema, porque todo su personal era ciego y mudo con la impunidad de la narcodictadura avalada electoralmente durante 12 años, pero muy activa-metiche en los últimos seis meses contra el gobierno de la transición actual.

Finalmente, celebramos la eliminación del cobro a las personas migrantes procedentes de los cinco continentes que atraviesan el territorio hondureño rumbo a Estados Unidos.

La Amnistía Migratoria es un paso importante para evitar la serie de actos abusivos que cometen las autoridades policiales y migratorias contra seres humanos cuyo objetivo es solamente cruzar nuestro suelo hacia Guatemala y México, para vencer el muro del odio construido por republicanos y demócratas en su frontera sur.

Las redes de defensores y defensoras organizadas por el Cofadeh en distintas regiones del país así lo habían denunciado desde finales del año anterior, en un intento por evitar los abusos corruptos y las situaciones peligrosas que han derivado en el desaparecimiento y muerte de más de 4 mil seres migrantes desde 2015 a la fecha.

¡Gracias Congreso Nacional por escuchar, por defender a las personas migrantes y sus derechos humanos!

De los hechos y de los hechores, ni olvido ni perdón
COFADEH

Tegucigalpa, M. D. C., 5 de agosto de 2022