Tegucigalpa.- Para honrar a las víctimas de violaciones a los derechos humanos, este jueves se realizó un acto de señalización de sitios de memoria y derechos humanos en la Unidad Metropolitana de Prevención # 1 (UMEP-1), ubicada en el barrio Los Dolores de Tegucigalpa, con la develación de una placa.
A lo largo de las últimas décadas, los centros de detención en Honduras han sido escenarios de graves violaciones a los derechos humanos, enmarcadas en diferentes contextos históricos.
Este sitio, donde en la década de los años 80 funcionó la Dirección de Investigación Nacional (DIN), ha sido identificado por las víctimas y diversas organizaciones de derechos humanos, nacionales e internacionales, como un espacio donde se cometieron graves violaciones de derechos humanos.
Las violaciones a los derechos humanos cometidas en este lugar se realizaron en el marco de la aplicación de la doctrina de seguridad nacional en los 80 y en el periodo del golpe de estado de 2009 hasta el año 2021.
Durante ese periodo, centenares de hondureños y extranjeros sufrieron persecución, amenazas, torturas y asesinatos a manos de miembros de las fuerzas de seguridad del Estado.
En los actos de develación participaron la ministra de la Secretaría de Derechos Humanos, Angélica Álvarez; el ministro de la Secretaría de Seguridad, Gustavo Sánchez; la coordinadora general del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), Berta Oliva, organización que representan a las víctimas de desaparición forzada ocurridas en la década de los 80 con la implementación de la doctrina de seguridad nacional.
En su intervención, la coordinadora del Cofadeh, Berta Oliva, manifestó que en la década de los 80 en nombre de Dios se persiguió, se torturó, se mató y desapareció, que lo anterior lo señala porque se le viene a la mente el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, porque cada vez que salían en nombre de Dios era a perseguir a las víctimas.
Asimismo indicó que no se debe utilizar ni mercantilizar el tema de la memoria y la reivindicación de derecho, que si no se va a hacer, mejor que ni lo mencionemos, y me gustaría que este día nos comprometiéramos de verdad a respetar la vida y la dignidad de cada uno de nosotras y nosotros.
La coordinadora general del Cofadeh confesó que cuando ingresó a las instalaciones de la UMEP-1, lugar donde se realizó el acto, que pocas veces le tiembla el hígado y el estómago, y que hoy todo eso le tembló.
“Me tembló porque recordé el 24 de diciembre de 1980 cuando por aquí pasó Tomás Nativí y lo dejaron por muerto; aquí, 10 para las 12 del 24 de diciembre salí y las 12 me dio sola en el parque Central, me abracé a un poste y pedí encontrarlo con vida; eso era como el primer peregrinar de búsqueda de verdad y de justicia”, relató Oliva.
La coordinadora del Cofadeh manifestó que la apuesta no solo es identificar los sitios, sino que recuperarlos y que este lugar, la UMEP-1, debe ser recuperado y entregado a las organizaciones de derechos humanos para hacer todo un estudio de lo que pasó y sucedió en este lugar.
Oliva señaló que los detenidos desparecidos y los asesinados políticos de aquella época sí tenían posición política y que no se apena ni se avergüenza.
“Tenían una posición política muy diferente a la del momento y además eran profundamente humanos y humanas, eran hombres y mujeres que fueron sometidos como en lugares como este a las peores torturas, donde algunos salieron de aquí muertos porque no soportaron las torturas y otros no salieron de aquí”, sostuvo la coordinadora general del Cofadeh.
Oliva reiteró que este lugar no solo debe ser identificado como un sitio, sino que debe ser recuperado para construir la memoria, porque en su búsqueda de justicia no tiene odio, pero si ansía que el pueblo trabaje con verdad y justicia.
Por su parte la ministra de Derechos Humanos, Angélica Álvarez, en primer lugar reconoció el trabajo que ha realizado Berta Oliva a lo largo de estos años en la defensa de los derechos humanos y en la lucha por la verdad y justicia.
“Berta es una mujer histórica y para nosotras significa mucho que esté aquí”, señaló la Ministra de Derechos Humanos.
Álvarez indicó que recuerda ese espacio como un centro de tortura y de violaciones a los derechos humanos, haciendo referencia a su vida como dirigente estudiantil, donde muchos estudiantes que salieron a manifestarse fueron llevados a ese lugar detenidos.
La ministra también es del criterio que estos centros de detención deben ser sitios de memoria, museos y no más centros de torturas.
“Hay una deuda con este pueblo y que la memoria, justicia y reparación no pasa por el olvido y el perdón, porque no podemos olvidar todas las arbitrariedades y abusos que se han cometido contra el pueblo hondureño y que no podemos perdonar, porque perdonar sería olvidar nuestra historia”, expresó la ministra Álvarez.
Asimismo reconoció la voluntad de la Secretaría de Seguridad en avanzar en la recuperación de la memoria para que los hechos no se repitan.
En su intervención, el Ministros de Seguridad, Gustavo Sánchez, dijo que para nadie es desconocido que durante las últimas décadas, y para ser más específicos en la de los 80, en Honduras hubo cientos de personas que fueron torturadas e incluso desaparecidas por elementos de seguridad del Estado.
Asimismo señaló que se dieron una serie de violaciones a los derechos humanos en el periodos posterior al golpe de estado perpetrado contra el presidente Manuel Zelaya Rosales el 28 de junio de 2009.
“Estamos conscientes que en el pasado reciente existió mucha deficiencias por parte de las fuerzas del orden para aceptar que efectivamente se cometieron diferentes tipos de violaciones a los derechos humanos”, dijo el ministro.
Reconoció que hubo errores en el pasado y “pedimos perdón y disculpas públicas con el propósito de reivindicar la dignidad de todas las personas que fueron víctimas del mal proceder de mis predecesores”.
Añadió que el propósito de instalar y develar ésta placa en esta instalación policial es para mantener viva la memoria de las víctimas y dar transparencia a los hechos que violentaron los derechos humanos, y que, además, ésta acción visible de reconocer actuaciones indebida del pasado, denota una gran diferencia en el actuar de las actuales fuerzas del orden en comparación con los de la década de los 80 y el periodo post golpe de Estado.
La coordinadora general del Cofadeh, Berta Oliva, y la ministra de Derechos Humanos, Angélica Álvarez, se encargaron de halar el cordón para develar la placa que colocaron en la pared de enfrente de la Unidad Metropolitana de Prevención # 1 (UMEP-1).
Parte del texto de la placa dice «En memoria a las víctimas y en búsqueda de la verdad y la reconciliación, ésta placa se erige como un compromiso para no repetir los errores del pasado y asegurar que estas violaciones nunca se olviden».
