Lo menos que debería hacer el Poder Judicial es limpiar el nombre de “Gladys Lanza”

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Tegucigalpa.

Por Sandra Rodríguez
“Que pena que no nos cumplió”, expresó Merly Eguigure coordinadora nacional del Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”, al presidente de la Corte Suprema de Justicia, CSJ, quien le habría expresado que para el 17 de enero pasado, el nombre de “Gladys Lanza” quedaría limpio de una acusación por acompañar a una víctima de acoso sexual y laboral.

Hace un mes de que debió concretarse la promesa de parte del Titular del Poder Judicial, Rolando Argueta, que le hizo vía mensaje telefónico a Eguigure, quien le solicitó realizar las acciones pertinentes para limpiar el nombre de Gladys Lanza, entonces coordinadora nacional de “Visitación Padilla”, y que falleció el pasado 20 de septiembre.

El acceso a la justicia es nulo, expresó la defensora de derechos de la mujer, pese a que “el Poder Judicial es uno de los responsables de que Gladys Lanza haya fallecido y que su salud se haya ido deteriorando poco a poco, porque fue a raíz del fallo que su salud se complicó, y lo menos  que debería hacer es limpiar su nombre”.

Hay falta de voluntad de parte del gobierno, que parece sólo atender las problemáticas particulares que el interesen a los empresarios y dueños del país, que los y las descalzas como siempre tienen que patalear y gritar para que se les escuche la voz, agregó la lideresa feminista.

Denunció que “Hemos ido a hablar directamente con el presidente de la CSJ,  para que cierre el expediente a la brevedad, el asumió un compromiso para el pasado 17 de enero, pero como buen político no ha cumplido lo que ofrece. Nos da pena que un alto funcionario no tenga palabra, porque creo que la ciudadanía y las mujeres en particular, esperamos que quienes tienen las más altas envestiduras en representación de la población, realicen acciones que dignifiquen su labor, y este poder judicial nos da mucha pena, vergüenza, preocupación y tristeza por ver como resuelve determinados casos de manera rápida, pero el de Gladys Lanza o de los femicidios siguen durmiendo el sueño de los justos”.

Pese a que Lanza gozaba de medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH,  con el acompañamiento del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, el Estado nunca cumplió su labor, lo único que hizo fue poner el alumbrado público en la calle donde está la oficina de “Las Chonas”, como también se le conoce al movimiento feminista.

Cuando se acercaba la fecha de presentación de informe, pasaban los policías a que se firmara el libro de registro de patrullaje, pero el colmo es que después de fallecida, los policías  volvieron a pasar para que se les firmara la visita, lo que refleja la incompetencia y que las autoridades únicamente hacen las cosas por cumplir o por dar una imagen a nivel internacional, pero en el plano interno sabemos que no es cierto, apuntó Merly Eguigure, quien fue una de las personas más cercanas a Lanza.

También dijo que, este caso de criminalización contra las víctimas, se repite sobretodo en gente pobre. No hay justicia, no tenemos ni la más mínima esperanza de que las cosas vayan a cambiar, aún más cuando la defensa pública se va a representar a una víctima sin ni siquiera conocer el expediente.

En cuanto a las reformas al Código Penal, agregó que quieren importar modelos y conceptos alejados de la realidad hondureña, y que cuando los funcionarios públicos se refirieren al tema “no sabemos a qué país se refieren”.

Eguigure finalizó diciendo que la bandera de lucha que se debe seguir es exigir un “alto a los femicidios, alto a la impunidad y cese a la impunidad” como lo hizo a lo largo de su vida la defensora de derechos sindicales y feminista, Gladys Lanza, a quien la Corte Suprema de Justicia encontró culpable por el delito de difamación constitutiva de calumnias, en enero del 2015, y sentenciada a año y medio de prisión dos meses después, pena que no quedó firme porque la defensa interpuso un recurso de Casación, y ella siguió firmando el libro de medidas sustitutivas a la prisión una vez al mes, situación que le preocupaba no cumplir cuando ya estaba en cama.

Mientras tanto, a casi cinco meses de su partida, la organización feminista espera que el Poder Judicial cumpla con su palabra de “cerrar el expediente por  fallecimiento”, a modo de limpiar el nombre de Gladys Lanza.