La Convergencia Contra el Continuismo (CCC) y el Comité Nacional por la Liberación de Presos políticos, ante la inveterada impunidad ahora fortalecida por la destrucción del Estado de Derecho, expresa ante la opinión pública en general y a la comunidad internacional en particular, nuestra exigencia del cese de la persecución, el retorno a su patria de los exiliados políticos, libertad para los presos políticos y justicia para los mártires.
Con los años ochenta del siglo pasado, llego la democracia constitucional, acabó la dictadura militar, pero no la militarización del país, los militares retornaron a sus cuarteles hasta los años noventa. Pero también llegó la persecución, cárcel, tortura, exilio, desaparición y muerte que llenó de dolor y luto permanente a cientos de familias hondureñas que aún claman por justicia, mientras los culpables viven tranquilos y disfrutan del reconocimiento y respeto de un pueblo a quien se empeñan en borrarle sus recuerdos y su memoria. Por eso, no es extraño que, algunos de esos culpables, ante su féretro se exalte su persona y se le llene de reconocimientos por el bien aportado a la patria, mientras sus crímenes y los familiares de las víctimas siguen a la espera de que algún día se termine la impunidad.
Llegamos a siglo XXI con el dolor amortiguado por los años, pero nuevamente un golpe de Estado y un pueblo enardecido en las calles reclamando el regreso del presidente derrocado. Otra vez la persecución, la cárcel, la tortura, el exilio y la muerte de cientos de hondureños y hondureñas víctimas de su deseo de respeto a la constitución y a las leyes.
A partir de entonces, fraudes electorales, reelección inconstitucional y gobierno caracterizado por la represión y por la militarización de la sociedad han provocado más víctimas a través de las reiteradas prácticas que como únicas armas saben emplear los gobiernos dictatoriales para imponerse, acallar las voces de un pueblo insumiso e indefenso y llenar de luto y dolor a más familias hondureñas.
38 son las y los hondureños muertos durante la represión contra los manifestantes que rechazaban el fraude electoral y la reelección ilegal; más de 300 personas han tenido que salir al exilio, 165 criminalizados por razones políticos, de los cuales se defienden en libertad 160 y 5 aún permanecen presos sobreviviendo en cárceles de máxima tortura y en condiciones de irrespeto a su condición de seres humanos.
El régimen usurpador niega su condición de presos políticos y los acusa de delincuentes comunes, porque para ellos, el pueblo no tiene derecho a manifestar su rabia, su descontento e impotencia ante tanto abuso, e irrespeto a la voluntad de miles de ciudadanos.
Los que han logrado salir de la cárcel y aún se defienden en libertad, sufren igual que otros, de persecución y amenazas. Las muertes de jóvenes, con claros mensajes de intimidación y advertencia, nos hacen concluir que continúa activado un Estado represor. Por eso, creemos necesario ampliar el actual Comité de Presos Políticos para continuar exigiendo justicia a los mártires de ayer y de hoy.
CONVERGENCIA CONTRA EL CONTINUISMO (CCC)
COMITÉ NACIONAL DE PRESOS POLÍTICOS
Tegucigalpa, 27 de diciembre del 2018